__________________De la ciudad ideal al fracaso, del fracaso a la reconstrucción de una identidad urbana__________________

¿Cómo nacen las ciudades y con qué propósito?

¿Cumplió la ciudad en la que hoy están parados,  con su propósito inicial?

¿Conocemos la historia de lo que proyectamos, comunicamos?
¿Qué las define  hoy en día a esas ciudades?

La historia de Formosa es una narración de lo que pudo haber sido y lo que nunca llegó a ser, un ejemplo de oportunidades perdidas en el proceso de transformación de una provincia que contaba con recursos y condiciones excepcionales para prosperar. En las décadas de los 70 y 80, Formosa brillaba con la posibilidad de convertirse en un punto neurálgico, el corazón palpitante de Sudamérica, lleno de vida, comercio y crecimiento. El río Paraguay murmuraba con las olas del progreso, y la tierra, rica en recursos, susurraba una melodía de prosperidad que solo esperaba ser escuchada.

Sin embargo, las decisiones erróneas, las infraestructuras desmanteladas y las oportunidades ignoradas apagaron esos ecos. El Ramal C25, que una vez prometió conectar la región con el resto del mundo, desapareció, y el puerto que debía haber sido la entrada al progreso se construyó en un lugar equivocado, donde ni el tren ni los barcos jamás llegaron a tocar tierra. Así, el flujo de posibilidades se desvió, como agua que se pierde en una quebradura del cauce, dejando a Formosa atrapada en la quietud de lo que pudo haber sido.

La Ciudad del Fracaso:

Fracaso 1: Desaparición del corredor bioceánico ferroviario

Fracaso 2: Redes viales terrestres desconectadas

Fracaso 3: Desaprovechamiento de la red hídrica bioceánica

Fracaso 4: Subutilización de recursos agroganaderos

Fracaso 5: Dependencia energética y biomasa subutilizada

Fracaso 6: Hidrocarburos desaprovechados

Fracaso 7: Ausencia de infraestructura turística y recreativa

Fracaso 8: Dependencia fiscal extrema y falta de identidad productiva

Como reflexiona Georgina Cebey en La arquitectura del fracaso, “las ciudades son espacios donde la planificación puede generar tanto oportunidades como grandes fracasos.” En Formosa, los ocho fracasos que marcaron su historia no solo son testigos de decisiones que desconectaron a la provincia de su potencial, sino también puntos de partida para imaginar un futuro regenerativo. Formosa tiene la oportunidad de transformar sus errores en cimientos de una reconstrucción urbana positiva, que integre sus recursos, su historia y su identidad en un modelo sostenible y próspero.

ETAPA PROYECTUAL

Hoy, los susurros ecosistémicos nos llaman a recuperar esa vitalidad perdida. Los fracasos del pasado, grabados en la memoria de la tierra, nos enseñan que la regeneración no es solo una necesidad, sino una invitación a imaginar un futuro donde el pulso de la ciudad se vuelva a sentir, fuerte, renovado, en armonía con su entorno. Un retorno al principio, donde la ciudad se reconcilia con sus raíces y se reconfigura para el futuro.

1.Del aislamiento ferroviario a la reconexión logística: La desaparición del Ramal C25 desconectó a Formosa de los principales corredores bioceánicos.
  • Oportunidad: Reconstruir conexiones ferroviarias puede transformar a Formosa en un nodo clave para el comercio interoceánico, integrando su economía a redes nacionales e internacionales.
2. De redes viales desconectadas a un corredor terrestre eficiente: Las rutas terrestres actuales no favorecen el comercio internacional ni la integración regional.
  • Oportunidad: Invertir en infraestructura vial estratégica permitiría que Formosa aproveche su posición geográfica para facilitar el comercio y el desarrollo regional.
3. Del puerto mal ubicado al potencial de la Hidrovía Paraguay-Paraná: El puerto de Formosa, ubicado de forma ineficaz, ha limitado el acceso al comercio fluvial.
  • Oportunidad: Reubicar o modernizar la infraestructura portuaria permitiría que la provincia aproveche plenamente la Hidrovía, conectándose con mercados internacionales.
4. De la subutilización agroganadera a una identidad productiva sólida: El auge agroexportador de Formosa no se consolidó debido a la falta de valor agregado.
  • Oportunidad: Impulsar la agroindustria, con tecnología e innovación, puede posicionar a la provincia como líder en producción sostenible, generando empleo y riqueza local.
5. De la dependencia energética a un modelo renovable y sostenible: Formosa depende de energía externa y no aprovecha su potencial en biomasa.
  • Oportunidad: Invertir en energías renovables, como biomasa o solar, puede convertir a la provincia en un modelo de autosuficiencia energética, reduciendo costos y generando empleo.
6. De hidrocarburos desaprovechados a una economía diversificada: Los yacimientos de hidrocarburos de la provincia no han sido explotados de manera eficiente.
  • Oportunidad: Desarrollar esta industria con estándares sostenibles puede diversificar la economía local y reducir la dependencia fiscal.
7. De la falta de turismo a un destino recreativo único: La ausencia de infraestructura turística ha impedido que Formosa sea un destino atractivo.
  • Oportunidad: Promover el agroturismo y la biodiversidad única de la región puede posicionar a Formosa como un referente turístico, atrayendo visitantes e ingresos.
8. De la dependencia fiscal a una Formosa autosuficiente: Formosa depende del 96% de ingresos nacionales y carece de una actividad económica que la defina.
  • Oportunidad: Potenciar sus recursos naturales y humanos con estrategias de desarrollo regional puede llevar a la provincia hacia una mayor autonomía y una economía diversificada.

La reconstrucción de Formosa debe partir de su mayor fortaleza: su ubicación estratégica. Reconectar las redes logísticas a través de una vía ferroportuaria moderna no solo permitirá revivir su conexión con el resto del país, sino también integrarse a los corredores bioceánicos y a la Hidrovía Paraguay-Paraná. La creación de un puerto multifuncional, que combine el turismo con la capacidad de carga agroexportadora, puede posicionar a Formosa como un eje clave en el desarrollo nacional argentino. Este puerto no será solo un motor económico local, sino una infraestructura de alcance regional que revitalice el comercio y promueva la integración territorial. Es momento de aprovechar lo que siempre estuvo al alcance, diseñando un futuro donde Formosa sea un ejemplo de cómo transformar desafíos en oportunidades de crecimiento sostenible, conectando sus redes logísticas y fluviales, dando lugar al desarrollo nacional y regional.

“No se trata de lo que hemos perdido, sino de lo que podemos construir con lo que nos queda.”

– Winston Churchill