Introducción

Lisboa enfrenta actualmente una crisis urbana marcada por la escasez de espacios públicos de calidad, el aumento del efecto isla de calor y la falta de áreas accesibles para la interacción social. Esta problemática es especialmente notable en distritos densamente poblados, donde la urbanización acelerada ha dejado poco margen para la creación de nuevos espacios públicos y la cohesión comunitaria se ha visto afectada por la gentrificación.

El proyecto “Escuelas Vivas” propone una solución innovadora y sostenible, centrada en la transformación de infraestructuras educativas infrautilizadas en centros urbanos multifuncionales. La idea principal es abrir las escuelas públicas a la comunidad durante los periodos en que no están en uso para actividades escolares, optimizando su valor como espacios de reunión, recreación y participación ciudadana. Esta propuesta busca mitigar los efectos negativos de la falta de espacio público y el cambio climático, promoviendo el uso eficiente y flexible de infraestructuras existentes.

El distrito de Arroios fue seleccionado como área piloto para implementar este proyecto debido a su alta densidad poblacional, su diversidad sociocultural y su déficit de espacios verdes y áreas de convivencia. La implementación en este distrito serviría como un modelo replicable para otros barrios de Lisboa y ciudades europeas con problemas similares.

Escuelas como Motores de Vitalidad Comunitaria y Participación Colectiva

Las escuelas tienen un potencial único para convertirse en motores de vitalidad comunitaria. Estas infraestructuras, ubicadas en el corazón de los barrios, están diseñadas para ser accesibles y cuentan con espacios que pueden adaptarse fácilmente para diversas actividades. Tradicionalmente vistas como lugares exclusivos para la educación formal, las escuelas pueden desempeñar un papel mucho más amplio en la comunidad si se abren para usos colectivos durante las noches, fines de semana y vacaciones escolares.

En el contexto de “Escuelas Vivas”, se propone que estos espacios funcionen como centros de decisión comunitaria, donde los residentes puedan reunirse, participar en asambleas ciudadanas y organizar actividades que refuercen el tejido social del barrio. Esta transformación no solo ayudaría a optimizar el uso del espacio público, sino que también fomentaría la cohesión social y fortalecería los lazos entre los vecinos.

La flexibilidad es un elemento clave en este enfoque. Las escuelas pueden adaptarse para acoger eventos culturales, actividades deportivas, y reuniones de asociaciones locales, respondiendo a las diversas necesidades de la comunidad. En este sentido, las escuelas no solo proporcionarían un lugar físico para el encuentro, sino que se convertirían en epicentros de actividad social y comunitaria, promoviendo la participación activa de los residentes en la gestión y uso de estos espacios.

Diagnóstico de Lisboa

Lisboa presenta una serie de problemas urbanos que justifican la intervención propuesta por “Escuelas Vivas”. Estos problemas pueden dividirse en tres categorías principales:

Escasez de espacios públicos y verdes: Los barrios más antiguos y densamente poblados, como Arroios, carecen de áreas verdes suficientes y accesibles. Según estudios del Ayuntamiento de Lisboa, la mayoría de los distritos de la ciudad tienen menos de 10 m² de espacio verde por habitante, muy por debajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

m2 de espacios verdes per cápita. Fuente: elaboración propia


Efecto isla de calor: Lisboa se encuentra entre las ciudades europeas más afectadas por el fenómeno de las islas de calor, un problema exacerbado por la escasez de vegetación y la predominancia de superficies de concreto y asfalto. El impacto de este fenómeno se traduce en temperaturas significativamente más altas en las zonas urbanas, lo que incrementa los riesgos para la salud pública y afecta negativamente la calidad de vida de los residentes.

Isla de calor en Lisboa. Fuente: elaboración propia

Gentrificación: El aumento del costo de la vivienda en el centro de la ciudad ha provocado el desplazamiento de colectivos y asociaciones comunitarias que desempeñan un papel vital en la cohesión social. Muchos de estos colectivos han perdido acceso a espacios donde desarrollar sus actividades debido al aumento de los precios de alquiler y la presión inmobiliaria.

Colectivos de Arroios, Lisboa. Fuente: elaboración propia

Selección de Escuelas Piloto

En Lisboa, al analizar la distribución de todas las escuelas públicas o con apoyo público, se identifica que existen alrededor de 200 de estas instituciones en la ciudad. Si calculamos la distancia que los residentes de Lisboa están de una escuela, encontramos que el 38% de la población está a solo 5 minutos a pie de una escuela pública, mientras que el 89% se encuentra a 10 minutos de distancia. Este análisis demuestra que las escuelas ya están bien distribuidas por toda la ciudad, lo que refuerza el potencial del programa “Escuelas Vivas” para transformar estos espacios en centros comunitarios accesibles y multifuncionales.

Escuelas en Lisboa y población cubierta por al menos una. Fuente: elaboración propia

El proyecto “Escuelas Vivas” se implementará inicialmente en seis escuelas públicas ubicadas en el distrito de Arroios, seleccionadas por su ubicación estratégica y la disponibilidad de infraestructuras adecuadas para su transformación. Estas escuelas están situadas a menos de 10 minutos a pie de la mayoría de los residentes del distrito, lo que facilita el acceso de la comunidad a las instalaciones.

Las seis escuelas seleccionadas cuentan con amplios patios, aulas y auditorios, lo que permite su adaptación para actividades diversas, desde eventos culturales y deportivos hasta reuniones comunitarias. La selección de estas escuelas piloto permitirá probar la viabilidad del proyecto en un entorno controlado antes de su implementación a mayor escala en otros distritos de Lisboa.

Escuelas piloto

Propuestas de Intervención

El concepto de “Escuelas Vivas” propone la utilización de las infraestructuras escolares más allá del horario escolar habitual, abriendo sus puertas a la comunidad durante las tardes y noches de los días laborables. Este enfoque se puede implementar en tres fases temporales: usos fuera del horario escolar, fines de semana y festivos, y vacaciones de verano. En promedio, las escuelas tienen el potencial de estar abiertas hasta 9 horas más al día, hay 63 días al año en que están cerradas por ser fines de semana y festivos, y están cerradas 78 días consecutivos durante las vacaciones de verano.

Fases temporales de la propuesta. Fuente: elaboración propia

Las intervenciones propuestas en el marco de “Escuelas Vivas” se dividen en dos categorías principales: el aprovechamiento de los espacios exteriores y la adaptación de los espacios interiores.

EXPLCIAR FASES TEMPORAIS TEXTO

Espacios Exteriores

Creación de áreas verdes: Una de las principales propuestas es la instalación de jardines y áreas verdes en los patios escolares. Estas zonas servirían como refugios climáticos durante los periodos de calor extremo, ayudando a mitigar el efecto isla de calor. Además, proporcionarían un entorno agradable para actividades al aire libre, como mercados de agricultores, eventos deportivos y actividades culturales.

Propuesta de piscina desmontable y urbanismo táctico en un patio. Fuente: elaboración propia con asistencia de IA

Zonas de sombra y mobiliario urbano: Para mejorar el confort y la funcionalidad de los patios escolares, se propone la instalación de pérgolas, árboles y mobiliario urbano que permita a los residentes utilizar estos espacios para descansar, interactuar y organizar actividades comunitarias.

Rutas verdes peatonales: En colaboración con el departamento de movilidad, se sugiere la creación de rutas peatonales que conecten las escuelas con otros espacios verdes y zonas de interés comunitario. Estas rutas estarían diseñadas para fomentar el uso de la bicicleta y el desplazamiento a pie, reduciendo la dependencia del automóvil y mejorando la calidad del aire en el barrio.

Propuesta Rutas verdes a la escuela. Fuente: elaboración propia

Espacios Interiores

  • Cantina comunitaria: Transformar las cantinas en espacios para cenas gestionadas por cooperativas locales.
  • Espacios para asociaciones: Usar aulas y auditorios para reuniones de asociaciones locales.
  • Clases de portugués para extranjeros: Ofrecer clases de portugués para facilitar la integración de inmigrantes.
  • Huertos comunitarios: Crear huertos en los terrenos escolares para el cultivo comunitario.
  • Ferias artesanales, culturales y gastronómicas: Organizar ferias en los patios escolares los fines de semana.
  • Asambleas ciudadanas y eventos de participación: Utilizar las escuelas para asambleas y eventos comunitarios.
  • Workshops: Ofrecer talleres prácticos de artesanía y tecnología.
  • Espacios de estar y refugios climáticos: Adaptar patios escolares como refugios en días de calor.
  • Piscinas comunitarias portátiles: Instalar piscinas desmontables en los patios durante el verano.
  • Festivales de cine y teatro al aire libre: Organizar proyecciones de cine y teatro en los patios escolares.
  • Espacios de coworking: Convertir aulas en zonas de trabajo colaborativo durante el verano.
  • Masterclasses y Universidad del Mundo: Ofrecer clases especializadas y educativas en las vacaciones de verano.
Ejemplo de patio utilizado para ferias de artesanía. Fuente: elaboración propia con asistencia de IA

Participación

La participación activa de la comunidad es esencial para el éxito de “Escuelas Vivas”. Se plantea un proceso de co-creación en el que vecinos, estudiantes, asociaciones y autoridades locales trabajen juntos en el diseño y gestión de las intervenciones. Desde la fase inicial de diagnóstico hasta la implementación y evaluación, la participación comunitaria garantiza que las soluciones adoptadas respondan a las necesidades locales y refuercen el sentido de pertenencia.

Los talleres participativos y las asambleas ciudadanas se organizarán regularmente para involucrar a todos los actores en el proceso de toma de decisiones. Además, se promoverá la autoorganización de colectivos locales para asegurar la sostenibilidad del proyecto a largo plazo.

Actores clave (stakeholders)

Gobernanza

Para asegurar la sostenibilidad y el éxito de las intervenciones, “Escuelas Vivas” requiere un marco de gobernanza claro y participativo. La gobernanza del proyecto estará estructurada en torno a la colaboración entre el gobierno local, las escuelas, y la comunidad, con roles y responsabilidades definidos para cada parte.

Espacios Interiores

La gestión de los espacios interiores estará a cargo de la comunidad escolar y las asociaciones locales. Cada escuela contará con un comité de gestión compuesto por representantes de los diferentes grupos interesados, que coordinará el uso de las infraestructuras y se asegurará de que las actividades sean inclusivas y accesibles para todos los residentes.

Espacios Exteriores

La gestión de los espacios exteriores implicará la colaboración entre el departamento de espacios públicos del Ayuntamiento de Lisboa y las asociaciones de vecinos. La transformación de los patios escolares en áreas verdes y zonas de descanso requerirá un mantenimiento regular y la supervisión de su uso por parte de la comunidad local.

Indicadores de evaluación

La definición de indicadores específicos es esencial para evaluar el impacto y la eficacia de las intervenciones en entornos escolares y comunitarios. Estos indicadores permiten una evaluación cuantitativa y cualitativa de cómo las iniciativas afectan la calidad de vida, la seguridad y la sostenibilidad ambiental. Al considerar tanto indicadores interiores como exteriores, se puede obtener una visión holística del impacto del proyecto. La definición de los indicadores hace parte del proceso colaborativo entre especialistas y la comunidad escolar en conjunto con el ayuntamiento de Lisboa.

Propuesta de indicadores de evaluación

Conclusión y Recomendaciones

La implementación del proyecto “Escuelas Vivas” en Lisboa demuestra el potencial significativo que las infraestructuras escolares pueden tener al ser reconfiguradas para uso comunitario multifuncional. A través de esta investigación, se ha evidenciado que transformar las escuelas en centros comunitarios accesibles fuera del horario escolar no solo maximiza el uso de los recursos urbanos existentes sino que también promueve la cohesión social, la sostenibilidad ambiental y la resiliencia comunitaria.

Se recomienda la implementación gradual de las intervenciones propuestas, con un enfoque continuo en la participación comunitaria y la sostenibilidad a largo plazo. Además, la replicación de este modelo en otros distritos de Lisboa puede contribuir significativamente a la revitalización del espacio público y a la creación de una ciudad más inclusiva y resiliente.