Con el objetivo de impulsar una transformación radical del paradigma expansivo actual de la Vivienda de Interés Social en México y detener la pérdida de población de la ciudad interior1, surge el Barrio Modelo, que explora cómo reintroducir vivienda asequible en los centros urbanos.
Como muchas otras ciudades del país, Xalapa, hogar de poco menos de medio millón de personas y capital del Estado de Veracruz, ha seguido el patrón de expansión-vaciamiento durante, por lo menos, los últimos 30 años1. Mientras que el municipio experimentó un crecimiento poblacional neto de 5,97% entre 2010 y 2020, amplias zonas de la ciudad tuvieron un estancamiento o un decrecimiento neto en el mismo periodo2. Barrio Modelo intenta dar respuesta a este desafío mediante la reintroducción de vivienda asequible en barrios centrales, intentando preservar ese genius loci del que hablaba Norbert-Schulz2, fomentando un retorno mejorado de la población a los barrios interiores.
La propuesta fundamental de Barrio Modelo descansa sobre la articulación de un triángulo del Equilibrio Urbano, compuesto por tres aristas: la primera y de mayor importancia, Densificar, incrementando la oferta de vivienda asequible; esta premisa básica se apoya sobre la segunda y tercera aristas, Diversificar, fomentando actividades distintas a la residencia, y Descomprimir, manteniendo una proporción adecuada de espacios abiertos públicos.
Densificar
El pilar de la estrategia es aumentar la oferta de viviendas asequibles. El urbanismo ecosistémico3 argumenta que una adecuada concentración de personas, de entre 200 y 400 por hectárea, es esencial para un tejido urbano exitoso. Esto implica una densidad de viviendas de entre 80 y 160 por hectárea, cuya dotación no sólo mejora la eficiencia de funciones urbanas esenciales como el transporte público, recolección de residuos, etc., sino que reduce el consumo de energía eléctrica y agua por habitante. A medida que la densidad aumenta, disminuye la dependencia del vehículo privado y el costo de mantenimiento de la urbanización.
Por otro lado, una masa crítica de población ofrece un mercado suficiente para el establecimiento de actividades comerciales y de servicios variados. Estos dos elementos combinados y bien balanceados son fundamentales para fomentar un espacio socialmente inclusivo, promoviendo numerosas interacciones espontáneas en el barrio, que favorece el contacto entre distintos grupos de personas, enriqueciendo el tejido social.
Diversificar
Promover actividades no residenciales a lo largo del barrio, privilegiando servicios cotidianos como alimentación, farmacias y espacios de trabajo, deviene en una integración de vivienda y comercio en el mismo predio, equilibrando espacio residencial y actividad económica, lo que contribuye a incrementar la habitabilidad de una ciudad, pues envía la señal de que dispone de los recursos y servicios necesarios para una vida activa, evitando desplazamientos innecesarios en vehículos motorizados.
Además, una adecuada mixtura de usos genera espacios dinámicos y seguros. La convivencia entre residencias, oficinas y comercios genera una ocupación continua y constante del espacio público, sin importar horario o día de la semana, misma que actúa como una vigilancia natural u ojos en la calle, como lo llamó Jane Jacobs4.
Descomprimir
Garantizar una reserva mínima de espacios para cualquier otra actividad que no sea residencial, comercial o laboral, contribuye al bienestar físico, emocional y social de los ciudadanos3. Un porcentaje adecuado de espacio público destinado al peatón recupera estos espacios como lugares de encuentro y convivencia, fomentando el intercambio y el contacto entre las personas.
Reducir los niveles de ruido, contaminación atmosférica e índices de accidentes aumenta la satisfacción de los ciudadanos con su entorno inmediato. Promover espacios públicos abiertos y accesibles no solo mejora la calidad de vida, sino que también fortalece la cohesión social y el sentido de comunidad.
Caso de estudio. Diagnóstico
El proyecto se centra en un área delimitada de 50 hectáreas de la primera periferia de Xalapa, compuesta de 55 manzanas, de las cuales 37 perdieron o no ganaron población en la última década1.
Situada a aproximadamente dos kilómetros del centro histórico, la zona tiene un uso del suelo predominantemente residencial, ocupando más del 60% de éste. El segundo uso de espacio por importancia es la calle que, si bien no se cataloga como un uso del suelo como tal, ocupa más del 24% de la superficie total del barrio y, como se verá más adelante, está dedicada en su mayoría al vehículo privado. El tercer uso del suelo, por importancia, es la de equipamiento y, en su mayoría, es de carácter educativo, cubriendo desde preescolar hasta secundaria. Finalmente, el uso mixto queda relegado a las avenidas que circunscriben al barrio y solo reporta el 3,7% del permitido.
Por otro lado, la densidad de viviendas es, según los estándares del urbanismo ecosistémico3, baja, de apenas 39 viviendas por hectárea. Para facilitar este cálculo a un nivel más granular, se formaron sectores de manzanas contiguas, de manera que cada sector tuviera una extensión mínima de una hectárea.
Caso de estudio. Propuesta
Es así, que nos encontramos con un área con gran dotación de escuelas, bien atendida por transporte público y muy cerca del centro, pero que al mismo tiempo pierde población y no logra atraer a los nuevos residentes que buscan vivienda en la periferia. Es aquí donde se pretende insertar el concepto del Barrio Modelo.
Constelaciones
Para lograrlo, se identificaron en primer lugar tres escalas espaciales y temporales de actuación. La primera, denominada patio, explora soluciones casi inmediatas para incrementar la oferta de vivienda y actividades, atendiendo el nivel primigenio de convivencia: la casa. La segunda, llamada plaza, imagina soluciones a mediano plazo e incluye un grado más elevado de convivencia: el espacio público. Finalmente, la escala barrio representa un agregado de intervenciones en las escalas patio y plaza a largo plazo, junto con las regulaciones necesarias para su implementación.
En las tres escalas conviven en esencia los mismos cuatro actores: el vecino, entendido como quien ya vive en el lugar, el recién llegado, aquél que busca asentarse, el desarrollador, quien planea y ejecuta la intervención y el gobierno, la autoridad inmediata más próxima a la escala que se esté tratando. A cada escala, el nivel de asociación y de peso de cada actor cambia, como se verá unas líneas más adelante.
Mediante una metodología híbrida de participación ciudadana, que incluyó una entrevista a profundidad, la revisión de un diagnóstico basado en la observación de comportamientos en espacios públicos en el centro de Xalapa8, las razones detrás de la oposición vecinal a políticas de redensificación en la Ciudad de México9, resultados de un proyecto que buscaba promover la bicicleta entre los estudiantes en Londres10 y, finalmente, testimonios de vecinos de un fraccionamiento de interés social en la periferia de la ciudad, se obtuvo la perspectiva de vecinos y de recién llegados a distintas escalas.
El Patio
El Patio es la escala mínima de intervención, una acción puntual que contribuya a lograr el objetivo principal del Barrio Modelo, que es densificar.
La unidad mínima de intervención es la estructura pre-existente y, en muchos casos, obsoleta, representada en este caso como una construcción de un nivel, un baldío o una planta baja utilizada para estacionamiento privado. Derivado de los testimonios de vecinos y de la entrevista a profundidad a un recién llegado, se concluye que estas unidades deben: (1) ser de bajo costo, (2) adaptables, (3) con un área ajardinada compartida, protegida del sol y la lluvia y adaptable para mascotas, (4) contar con acceso independiente desde la calle, (5) disponer de espacios dedicados para cocinar y trabajar, (6) tener un diseño bioclimático, que permita habitarlas de manera cómoda en verano sin necesidad de invertir en aire acondicionado, (7) estar construidas con materiales duraderos, de bajo impacto para la construcción existente y, finalmente, (8) tener flexibilidad en el esquema de propiedad, ya sea para venta o renta.
Como primer ejemplo se analiza el sector de manzanas 15, en donde se propone pasar de las 51 viv/ha actuales a 120 viv/ha, lo que supondría construir o habilitar 1.5 casas nuevas por cada una existente.
Esta intervención sugiere aprovechar los 90 m2 que tiene este predio sobre el que se emplaza una casa de una planta, utilizando su espacio aéreo para ser aprovechada por 2 unidades más pequeñas que, a manera de prótesis de bajo impacto, alojen nuevos residentes. Las unidades tendrán un esquema de arrendamiento, cuyo dueño sería el propietario de la casa de abajo.
El segundo ejemplo de intervención se localiza en el sector 12, que debe recibir 2.5 viviendas nuevas por cada una que existe, por lo que se propone aprovechar este lote vacío de 353 m2 para construir una torre que aloje 24 departamentos y 2 locales comerciales. Al ser un edificio nuevo, es posible tener mayor flexibilidad en tipologías, permitiendo que gente con distintos presupuestos pueda compartir el mismo predio. Finalmente, la existencia de los locales comerciales a nivel de calle permite diversificar el espacio, y permitir que tanto los residentes inmediatos como los vecinos.
La Plaza
La redensificación puede traer efectos perniciosos consigo. Un estudio encontró que durante la aplicación de la política del Bando 29 en barrios centrales de la Ciudad de México, los vecinos presentaron una férrea oposición por, entre otras cosas, la pérdida del carácter original del barrio y de espacios públicos abiertos, infraestructura hídrica, eléctrica y sanitaria insuficiente, saturación de vialidades y aparcamientos existentes, aumento en la contaminación sonora, lumínica y ambiental, incremento del ambulantaje y de la inseguridad y, sorprendentemente, una percepción de reducción en el valor de sus propiedades. Estos fenómenos están explicados, entre otros muchos factores a (1) falta de mantenimiento de las redes de agua potable, (2) la inexistencia de una política integral de transporte público y fomento al uso del vehículo particular, (3) una exención en el requerimiento mínimo de plazas de aparcamiento fuera de calzada para nuevas construcciones y (4) una combinación de las anteriores.
Por otro lado, un estudio realizado por Gehl Architects en 2014 que analizó las condiciones del espacio público en el centro de la ciudad8 arrojó, entre otros, resultados reveladores, como por ejemplo, que existe una muy mala experiencia generalizada en la utilización del transporte publico, tanto dentro de la unidad como esperándolo en las áreas designadas, una falta de espacios peatonales, una desconexión casi total entre los espacios públicos existentes en la zona y una demanda de aparcamiento mal entendida.
Tomando en cuenta estas críticas y sumándolas con el proyecto de Somers Town Cycle to School10, se concluye que es necesario incorporar estrategias de descompresión de lo construido, de manera que estos espacios deben: (1) fomentar el uso del transporte público, con señalética clara para paradas, espacios de espera sombreados, carriles exclusivos, y la optimización de rutas y horarios, (2) promover la movilidad a pie y la seguridad con aceras anchas y sin obstáculos, cruces a nivel de acera, elementos de seguridad visibles, un sistema de señales de orientación, áreas verdes y mini plazas, (3) garantizar espacios de aparcamiento fuera de la calzada, (4) tener ejes de conexión entre espacios públicos, con arquitectura a escala humana, sombras, y señalización adecuada, (5) fomentar el espíritu comunitario y la activación de espacios mediante una mezcla de programas diurnos y nocturnos y (6) activar las plantas bajas.
En este caso, la calle Veracruz tiene hoy 14,6 m de ancho, de los cuales 9 están dedicados al vehículo particular, es decir, un poco más del 61%. La propuesta revierte estos números, dejando que el ancho de la vía sea de 80% para actividades no relacionadas con la movilidad motorizada.
El Barrio
Como se mencionó anteriormente, el primer objetivo del equilibrio urbano es incrementar la densidad de vivienda en este barrio. Cuantitativamente, se ha fijado la meta de 100 viviendas por hectárea, lo que se traduce en incrementar la densidad de cada uno de los sectores, según su morfología y uso actuales.
Como medida complementaria a la densificación, es necesario promover un uso del suelo mixto y no solo conservar los espacios públicos existentes, sino que aumentar la proporción de espacio sobre la calle para usos que no sean la movilidad motorizada y, de ese modo, ganar espacios libres. Para esto se propone una red de corredores que den preferencia al peatón, que unan escuelas, parques y paradas de bus entre sí, consiguiendo invertir la proporción de uso de la calle. Esta medida estaría acompañada de minimizar las plazas de aparcamiento sobre calzada, siendo necesaria la construcción o adaptación de edificios de aparcamiento extramuros, en espacios que de alguna manera ya estén relacionados con almacenaje de coches, en donde se puedan alojar, por lo menos el 90% de los nuevos coches que entrarían al barrio, suponiendo una proporción de un coche por nueva vivienda.
Resultados esperados
El Barrio Modelo busca equilibrar el entorno urbano mediante la densificación adecuada, diversificación de actividades y descompresión de espacios. Los beneficios esperados incluyen:
- Atracción de diversidad poblacional: La oferta de viviendas asequibles y espacios públicos atractivos atraerá a nuevos residentes y fomentará la permanencia de los actuales.
- Estimulación económica: La mezcla de usos y la proximidad de servicios cotidianos impulsarán la economía local.
- Mejora en la calidad de vida: La creación de corredores peatonales y espacios públicos mejorará la seguridad y el bienestar de los residentes.
Conclusión
El Barrio Modelo es una estrategia integral que reutiliza y resignifica el espacio urbano existente, haciendo de la ciudad interior un lugar atractivo y habitable. Mediante intervenciones puntuales y cambios en las regulaciones municipales, el proyecto promueve una ciudad compacta, próspera y sostenible, que asegura el bienestar físico, social, emocional, económico y ambiental de sus habitantes.
Referencias
1 Flores, J. (2024). Barrio Modelo. Repensando el modelo de Vivienda de Interés Social Mexicano con un enfoque en la sostenibilidad urbana. IAAC Blog MaUP. Disponible en https://blog.iaac.net/barrio-modelo/
2 Relph, E. (2015). Spirit of Place/Genius Loci. Placeness, Place, Placelessness. Disponible en https://www.placeness.com/spirit-of-placegenius-loci/.
3 Agencia de Ecología Urbana de Barcelona. (s.f.). Guía Metodológica para los sistemas de Auditoría, Certificación o Acreditación de la Calidad y Sostenibilidad en el Medio Urbano. Disponible en https://www.upv.es/contenidos/CAMUNISO/info/U0596879.pdf.
4 Wikipedia. (2024). Natural surveillance. Disponible en https://en.wikipedia.org/wiki/Natural_surveillance.
5 Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática. (2021). Principales Resultados por AGEB y manzana urbana, Veracruz de Ignacio de la Llave. Censo de Población y Vivienda 2020. Disponible en https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/#datos_abiertos.
6 Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática. (2011). Principales Resultados por AGEB y manzana urbana, Veracruz de Ignacio de la Llave. Censo de Población y Vivienda 2010. Disponible en https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2010/#datos_abiertos.
7 Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. (2021). Programa de Ordenamiento Territorial de Xalapa, Ver. Disponible en https://xalapa.gob.mx/direccion-de-desarrollo-urbano/transparencia-proactiva/.
8 Gehl Architects. (2014). Intervenciones Urbanas en Xalapa. Disponible en https://es.slideshare.net/EMUS2015/propuesta-gehl.
9 Zamorano, L. (s.f.). El rechazo ciudadano contra las políticas de redensificación. ¿Qué ha faltado en las políticas del DF?. Ecos del Desarrollo Urbano, (11). Disponible en https://www.academia.edu/30607640/_El_rechazo_ciudadano_contra_las_pol%C3%ADticas_de_redensificaci%C3%B3n_Qu%C3%A9_ha_faltado_en_las_pol%C3%ADticas_del_DF_por_Luis_Zamorano.
10 Chinchilla, I. (2015). Somers Town Cycle-To-School. Disponible en https://www.researchgate.net/publication/311844887_Somers_Town_Cycle_to_School.