Revitalizando la Cuenca Matanza-Riachuelo, Argentina
La Ciudad de Buenos Aires se compone de once cuencas hídricas, lo que la convierte en una ciudad río por excelencia. Hasta principios del siglo XX, los arroyos y ríos de la ciudad eran a cielo abierto, lo que generaba una conexión natural entre la ciudad y los ríos. Con el crecimiento de la población y la falta de planificación de la ciudad, los arroyos se fueron contaminando por la ausencia de saneamiento y control. Poco a poco, estos cuerpos de agua fueron entubandos, quedando su curso por debajo de la ciudad. Este proceso de entubamiento alejó a la naturaleza, creando una clara separación entre lo urbano y lo natural, fomentando una creciente inconsciencia hídrica y contaminante.
Considerando crucial tener presente el contexto actual del cambio climático, especialmente en la formación de islas de calor y la frecuencia de inundaciones, como también de los objetivos de desarrollo sostenible que tomamos como gobierno tanto como sociedad, considero que en la Ciudad de Buenos Aires tenemos una última oportunidad para establecer un plan de renovación y renaturalización que revalorice nuestra identidad territorial. Esta oportunidad se encuentra en la Cuenca Matanza Riachuelo.
Un factor clave para entender la intervención en la cuenca es el límite jurisdiccional que representa el río Matanza-Riachuelo, que no solo demarca las divisiones administrativas, sino que también subraya la necesidad de coordinación entre diversos actores gubernamentales y sociales. Por otro lado, podemos ver que la cuenca se divide en tres sectores, la cuenca alta es un área rural, la cuenca media es un área urbano-rural y la cuenca baja es un área industrial-urbana.
La revitalización integral de la cuenca aborda complejas interacciones entre lo urbano y lo natural. Propongo reconocer la importancia en la intervención del tejido en un contexto de obsolescencia industrial en coexistencia con un tejido informal de pobreza estructural, entremezclado con grandes extensiones de áreas verdes sin planificación ni vínculo con el río.
Es así que, con el objetivo de promover una nueva visión de urbanidad, el concepto de Río Urbano propone la creación de elementos urbanos atractores que revitalicen la zona, adaptándose a un entorno existente, preservando la historia y carácter único del lugar. Se busca conservar y refuncionalizar los edificios históricos, promover en estas parcelas únicas una nueva tipología de unidad de vivienda. Asimismo, se propone esta pieza de regeneración natural, como un corredor verde con usos de esparcimiento en el mismo, fomentando la equidad y la inclusión social.
La vieja ciudad industrial, que todo lo convierte en desecho, se transforma en una ciudad natural que se regenera y utiliza los recursos conscientemente, vinculándose a través del último rio urbano que derrama en su curso ramas de vida que revitalizan la cuenca.
“Si comparamos el río con la roca, el río gana siempre, no gracias a su fuerza, sino a la perseverancia.” Gautama Buddha.