Introducción

Lisboa enfrenta desafíos urbanos críticos: la falta de espacios públicos, una ciudad dominada por el automóvil, elevada contaminación y un desafío climático cada vez más real. La densidad urbana y la ausencia de nuevos espacios de construcción agravan la situación, demandando una urgente revalorización del uso flexible de los espacios existentes.

El programa “Escuelas Vivas” surge como una solución innovadora, proponiendo la introducción de la dimensión temporal en la redefinición de los espacios públicos de la ciudad. Esta iniciativa busca transformar las escuelas públicas en centros urbanos multifuncionales, abiertos a la comunidad en horarios y periodos en los que no están cumpliendo su propósito educativo inicial.

Al aprovechar estos espacios, “Escuelas Vivas” pretende reclamar y reactivar propiedades públicas, convirtiéndolas en áreas accesibles y útiles para la población. Este artículo explora cómo esta estrategia puede empezar a resolver los problemas actuales de Lisboa, proporcionando un modelo replicable para una ciudad más sostenible y habitable.

Contexto Actual y Retos Urbanos

Lisboa enfrenta una crisis de espacio público, manifestada en tres facetas interrelacionadas: la falta de espacios públicos de calidad, los problemas de la isla de calor y el desplazamiento de colectivos debido a la gentrificación. Estos problemas no solo afectan la infraestructura urbana, sino también el tejido social de la ciudad, subrayando la importancia de los espacios públicos como lugares de encuentro y cohesión comunitaria.

Falta de Espacios Públicos de Calidad

La escasez de espacios públicos de calidad en Lisboa es un problema fundamental. Las áreas verdes, los parques y los bancos son insuficientes, lo que limita las oportunidades para la interacción social y el ocio al aire libre. Muchas calles están dominadas por automóviles, lo que reduce las zonas peatonales y afecta negativamente la calidad de vida de los residentes.

Los espacios públicos cumplen una función vital como lugares comunes que facilitan la cohesión social y satisfacen necesidades comunitarias. Sin embargo, en Lisboa, la mayoría de estos espacios han sido relegados a un segundo plano frente al aumento del tráfico vehicular y la urbanización descontrolada. La falta de estos lugares de encuentro contribuye a un sentimiento de desconexión entre los vecinos, afectando la calidad de vida y el bienestar general de la comunidad.

Problemas de la Isla de Calor

El fenómeno de la isla de calor es una consecuencia directa de la falta de espacios verdes y la alta concentración de superficies asfaltadas y edificaciones. Lisboa es una de las ciudades europeas más afectadas por este problema, lo que agrava las condiciones climáticas y aumenta las temperaturas locales. La ausencia de árboles y vegetación reduce la capacidad de la ciudad para mitigar el calor, afectando desproporcionadamente a los residentes más vulnerables, especialmente en los barrios más densamente poblados.

Isla de calor ubano en Lisboa
Fuente: Elaboración propia.

La isla de calor no solo representa un problema ambiental, sino también un desafío para la salud pública. Las altas temperaturas pueden provocar problemas de salud, especialmente entre las personas mayores y los niños. La falta de espacios verdes también limita las oportunidades para actividades recreativas al aire libre, cruciales para el bienestar físico y mental de los residentes.

Desplazamiento de Colectivos y Gentrificación

El desplazamiento de colectivos debido a la gentrificación es otra manifestación de la crisis del espacio público en Lisboa. La subida de los costos de alquiler y la especulación inmobiliaria han forzado a muchas asociaciones comunitarias y cooperativas a abandonar sus locales. Estos colectivos desempeñan un papel crucial en la vida social y cultural de la ciudad, proporcionando espacios para el encuentro, la colaboración y la creatividad.

La gentrificación no solo desplaza a los residentes y colectivos de sus hogares y espacios de trabajo, sino que también desintegra el tejido social de los barrios. Los espacios públicos, que deberían servir como lugares de encuentro y participación comunitaria, se convierten en áreas excluyentes donde solo unos pocos pueden acceder. Esto no solo aumenta la desigualdad, sino que también erosiona la diversidad cultural y social que enriquece a la ciudad.

La crisis de espacio público en Lisboa, en sus diferentes facetas, subraya la necesidad de soluciones innovadoras y sostenibles. “Escuelas Vivas” se presenta como una respuesta a estos desafíos, proponiendo una revalorización del uso de los espacios existentes.

La Propuesta de Escuelas Vivas: Estrategia y Metodología

Lisboa tiene una oportunidad única para transformar sus espacios urbanos a través del programa “Escuelas Vivas”. Las escuelas, que permanecen cerradas casi la mitad del año, pueden convertirse en espacios públicos accesibles fuera del horario escolar, incluidos fines de semana, feriados y vacaciones de verano. Con aproximadamente 220 escuelas públicas y el 94% de la población viviendo a menos de 10 minutos a pie de una de ellas, estas instituciones pueden convertirse en nuevos centros urbanos de la ciudad.

Escuelas de Lisboa la población cubierta
Fuente: Elaboración propia.

La propuesta de “Escuelas Vivas” se basa en la introducción de la dimensión temporal en la utilización de estos espacios. Aprovechar las instalaciones escolares durante los periodos en que no están en uso educativo puede transformar la infraestructura existente en áreas que beneficien a toda la comunidad. Las instalaciones como gimnasios, auditorios, comedores y patios pueden ser reimaginadas como centros comunitarios, lugares para actividades culturales, deportivas y sociales.

Además, los espacios exteriores de las escuelas, como patios y áreas de recreo, pueden convertirse en zonas de convivencia y creación de relaciones entre vecinos. Implementar supermanzanas y calles peatonales alrededor de las escuelas mejorará la calidad del espacio público, ofreciendo áreas seguras y accesibles para pasear, jugar y realizar actividades de urbanismo táctico.

Relación entre el interior y el exterior de la escuela
Fuente: Elaboración propia.

“Escuelas Vivas” busca reutilizar estos espacios para reactivar el rol social de las escuelas en la comunidad, promoviendo un sentido de pertenencia y participación ciudadana.

Implementación de Escuelas Vivas

La implementación del programa “Escuelas Vivas” se estructura en varias fases, enfocándose en la temporalidad y en la optimización de los usos múltiples de las instalaciones escolares. Esta estrategia maximiza la utilidad de los espacios educativos, transformándolos en centros comunitarios dinámicos y accesibles durante todo el año.

Períodos en los que la escuela está cerrada
Fuente: Elaboración propia.

Fases del Proyecto: Temporalidad y Usos Múltiples.

Uso Comunitario de las Instalaciones Escolares Después del horario escolar

Una vez finalizadas las actividades escolares diarias, las instalaciones de las escuelas pueden abrirse a la comunidad. Las aulas, gimnasios, auditorios y comedores pueden ser utilizados para diversas actividades comunitarias. Por ejemplo, los comedores escolares pueden transformarse en cantinas comunitarias, ofreciendo comidas a precios asequibles durante la noche. Los gimnasios y auditorios pueden acoger eventos deportivos, culturales y educativos o salas de clase para asociaciones y colectivas, proporcionando un espacio seguro y accesible para la comunidad local. 

Actividades en Fines de Semana y Festivos

Durante los fines de semana y festivos, las escuelas pueden convertirse en centros de actividad comunitaria. Los patios y áreas exteriores pueden albergar ferias artesanales, mercados locales y eventos culturales. Estas actividades no solo animan la vida comunitaria, sino que también apoyan a los comerciantes y artesanos locales. Además, las escuelas pueden organizar talleres y clases para diferentes grupos de la comunidad, desde cursos de idiomas hasta actividades deportivas y recreativas. Promover la participación comunitaria a través de asambleas ciudadanas para decidir qué hacer con el espacio escolar

Programas Especiales en Vacaciones de Verano

Las largas vacaciones de verano presentan una oportunidad ideal para implementar programas especiales en las escuelas. Los patios pueden convertirse en refugios climáticos, proporcionando un espacio fresco y seguro durante los meses más calurosos. La instalación de piscinas desmontables y la creación de zonas de sombra pueden ayudar a combatir el calor, especialmente en los barrios con menos espacios verdes. Además, se pueden organizar campamentos de verano, talleres y cursos intensivos en diversas áreas, como tecnología, arte, y educación ambiental. Estos programas no solo ofrecen una alternativa recreativa y educativa para los niños y jóvenes, sino que también facilitan la participación de toda la comunidad en actividades de aprendizaje y desarrollo personal.

El proyecto permite que la comunidad, a través de acciones participativas, trabaje conjuntamente para identificar y aprovechar las infraestructuras y potencialidades de cada escuela, adaptando eventos y actividades a las necesidades específicas de cada barrio, como se puede ver en los ejemplos de la imagen abajo.

Ejemplos de Usos y Actividades
Fuente: Elaboración propia.

Proyecto Piloto

Para ilustrar el proyecto “Escuelas Vivas”, se utilizó como espacio piloto la Escuela Secundaria Camões, situada en una zona densa y antigua de Lisboa. Este entorno ofrece una oportunidad ideal para implementar las supermanzanas y otras medidas que buscan transformar el espacio público y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

“Calles Vitales”
Fuente: Donald Appleyard

El estudio de Donald Appleyard en 1971 demostró que el volumen de tráfico en las calles influye significativamente en la vida social. Las calles con menos tráfico fomentan más interacciones sociales y amistades entre los residentes . Basándose en estos principios, el proyecto “Escuelas Vivas” propone reducir la velocidad máxima a 30 km/h alrededor de la Escuela Secundaria Camões para aumentar la seguridad y mejorar la función de las calles.

Propuesta de máxima velocidad en los alrededores de la escuela
Fuente: Elaboración propia.

La propuesta incluye la creación de una red de supermanzanas en un radio de 500 metros alrededor de la escuela. Utilizando la metodología del mapa de Nolli, que compara espacios públicos y privados, se encontró que con la implementación de las supermanzanas, el espacio público podría incrementarse significativamente. Este “milagro de la multiplicación” permitiría pasar del 11% al 19% de espacio público disponible, proporcionando a la comunidad más áreas para el encuentro y la recreación.

Las supermanzanas transforman las calles interiores en zonas peatonales, con ejes verdes y espacios públicos multifuncionales. Estas áreas pueden ser utilizadas para sentarse, jugar, pasear y realizar actividades de urbanismo táctico, adaptándose a las necesidades específicas de cada barrio. La participación comunitaria es crucial en este proceso, permitiendo a los residentes decidir cómo utilizar estos espacios, empezando por pruebas piloto durante los fines de semana y extendiéndose a largo plazo. Los fines de semana son ideales para probar nuevos usos del espacio urbano, y las supermanzanas ofrecen una excelente oportunidad para estos ensayos. Durante el verano, con más de dos meses sin clases, sería ideal probar varios modelos y mejorar el espacio público. En el futuro, esto puede evolucionar hacia una solución permanente.

Propuesta de supermanzanas
Fuente: Elaboración propia.

En este esquema, las vías internas (marcadas en azul) se transforman en extensiones peatonales de los hogares, con bancos y áreas para estar. Estas vías permiten el paso de vehículos de residentes y de emergencia. Las vías externas (marcadas en rojo) mantienen el tráfico vehicular, pero a velocidades reducidas, promoviendo la movilidad activa a pie, en bicicleta o en patinete.

Ganancia de espacio público con supermanzanas
Fuente: Elaboración propia.

Participación Comunitaria y Cocreación

La implementación del proyecto “Escuelas Vivas” depende crucialmente de la participación activa y la cocreación con una constelación diversa de actores locales. Estos actores, o stakeholders, son esenciales para asegurar que las transformaciones urbanas reflejen verdaderamente las necesidades y deseos de la comunidad.

El proceso participativo comienza con la identificación de los diferentes grupos implicados: equipos responsables del proyecto, comunidad escolar, agentes sobre el terreno, vecinos y expertos. Cada uno de estos grupos juega un papel fundamental en la formulación y éxito del proyecto​​​​.

La comunidad escolar incluye a estudiantes, docentes, familias y personal administrativo. Su rol es vital para proporcionar una visión interna de las necesidades específicas de cada escuela y su entorno. Los vecinos y las asociaciones locales, por su parte, aportan perspectivas sobre cómo las transformaciones pueden beneficiar al barrio en general. Los expertos, como urbanistas y arquitectos, ayudan a dar forma a las propuestas técnicas y aseguran la viabilidad de las soluciones sugeridas​​​​.

Stakeholders / Constelciones
Fuente: Elaboración propia.

Para facilitar este proceso, se utilizan diversas herramientas participativas agrupadas en fases: Observar, Cuestionar, Idear y Crear/Probar. Estas herramientas incluyen talleres, encuestas, grupos focales y plataformas interactivas, todas diseñadas para recoger las contribuciones de la comunidad y garantizar un diálogo horizontal​​.

La participación comunitaria no solo valida las soluciones propuestas, sino que también garantiza el éxito a largo plazo del programa.

Comunicação y Diseminación

La implementación del programa “Escuelas Vivas” ofrece una oportunidad única para crear una agenda cultural y social dispersa por toda la ciudad. Estos nuevos espacios pueden fomentar una identidad común, fortaleciendo la comunidad y combatiendo los efectos negativos de las alteraciones climáticas, la falta de espacios públicos y la cohesión social amenazada por la gentrificación.

Propuesta de de flyer de agenda anual de actividades.
Fuente: Elaboración propia.

Se propone una agenda anual con diversos eventos en diferentes escuelas, comunicando una imagen cohesiva a través de carteles y artículos. Esta estrategia no solo revitaliza los espacios educativos, sino que también impulsa una nueva agenda urbana comunitaria para Lisboa, promoviendo un entorno más inclusivo, seguro y sostenible para todos sus habitantes.

Al añadir una nueva dimensión temporal al uso de los espacios públicos, Escuelas Vivas no solo maximiza la utilización de las instalaciones escolares, sino que también fortalece la cohesión social, fomenta la participación comunitaria y contribuye a mitigar los efectos de las islas de calor urbanas. La implementación de supermanzanas escolares, inspirada en modelos exitosos como el de Barcelona, permitirá crear ambientes más seguros, accesibles y verdes, promoviendo una movilidad urbana sostenible y una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos.

Este proyecto, representa un paso audaz y necesario para adaptar Lisboa a las exigencias del siglo XXI, convirtiéndola en una ciudad más inclusiva, resiliente y comprometida con el bienestar de sus habitantes. Escuelas Vivas redefine el concepto de espacio público, demostrando que, con creatividad y participación activa de la comunidad, es posible transformar los desafíos urbanos en oportunidades para construir una ciudad más humana y vibrante​​​​​​​​.