En un contexto global caracterizado por el agotamiento de recursos naturales, el cambio climático y la creciente urbanización, se hace evidente la necesidad de buscar alternativas que promuevan la autosuficiencia y la resiliencia en las ciudades. Con este contexto, en el presente trabajo de investigación, se aborda una propuesta innovadora para repensar la forma en que se producen y se obtienen los alimentos en el ámbito urbano. La tesis tiene como objetivo principal explorar las posibilidades y beneficios de implementar un sistema de productificación en esta localidad, considerando su viabilidad y potencial impacto en el desarrollo sostenible de la región.La productificación se presenta como una propuesta que busca integrar diferentes modos y actividades de producción, dependiendo de las potencialidades de cada zona en particular.

Zumpango está ubicado en el Estado de México, dentro de la periferia de la Ciudad de México y que, como dato relevante, contiene dentro de sus límites geográficos al nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Zumpango es un municipio por tradición histórica de producción agrícola, ya que también pertenece al sistema lacustre de lo que fue el lago de Texcoco, donde se fundó la Ciudad de México y que las condiciones lacustres le han permitido tener bastante producción agrícola en la zona. Dentro de esta zona periférica de la Ciudad de México, también perteneciente a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y a la cuenca del Valle de México, las empresas dedicadas a la construcción de unidades habitacionales, como Casas GEO, Urbi, Sadasi, Ara y Home, tienen fraccionamientos o conjuntos urbanos de vivienda masiva construidos o a medio construir ubicados en las demarcaciones de Zumpango y Tecámac, principalmente. Estas áreas comparten condiciones naturales y de vivienda similares, y aproximadamente la mitad de sus desarrollos inmobiliarios se encuentran deshabitados

La situación de abandono y deterioro en Zumpango ha llevado a altos niveles de desempleo, lo que impacta negativamente en la calidad de vida de sus residentes y en el desarrollo económico de la zona. Asimismo, los problemas ambientales, como la falta de gestión adecuada de residuos y la contaminación, son consecuencias directas de la falta de atención y mantenimiento en el municipio. La infraestructura en Zumpango también se ha visto afectada por su condición de obsolescencia y degradación. El deterioro de las viviendas y el número deficiente de transporte público y servicios básicos contribuyen a una calidad de vida deficiente y limitan las oportunidades de desarrollo en la comunidad. Además, la falta de seguridad es otro desafío importante en Zumpango. La presencia de viviendas desocupadas y áreas abandonadas crea espacios propicios para la delincuencia y el vandalismo, generando inseguridad en la comunidad y afectando la calidad de vida de sus habitantes.

Se identificó una concentración en los puntos de abastecimiento de alimentos, los cuales incluyen la Central de Abastos de Zumpango, el Mercado de San Bartolo Cuautlalpan y la Central de Abastos de Tecámac. Aunque esta última se ubica en un municipio vecino a Zumpango, también ejerce una fuerte influencia y desempeña un papel significativo dentro del propio municipio.

Es importante destacar que en el análisis se evidencia de manera notable la marcada diferencia en el abandono entre los fraccionamientos y el pueblo. Mientras que los fraccionamientos presentan un porcentaje de abandono que oscila entre el 76% y el 78%, en el pueblo este porcentaje es del 10%. Esta disparidad nos lleva a reflexionar sobre la obsolescencia de las lógicas utilizadas en la planificación y construcción de los fraccionamientos y en la planificación del desarrollo urbano, en contraste con la mayor coherencia y sentido de pertenencia que se observa en las dinámicas urbanas del pueblo. Esto se traduce en un mayor arraigo e identidad, así como en una mejor calidad de vida para sus habitantes.

Considerando lo expuesto anteriormente y el enfoque de la propuesta de productificación en Zumpango y sus fraccionamientos, como el caso específico de Santa Isabel, se presentan propuestas en tres escalas diferentes: a nivel regional, a nivel de conjunto urbano o zona urbana y a nivel arquitectónico.

En la primera escala, se plantea la creación de ejes territoriales regionales que se basen en las conexiones viales, de movilidad y de transporte existentes y funcionen como ejes conectores agrícolas. Estos ejes están diseñados para albergar diversos programas urbanos relacionados con la producción agrícola y permitirían la conexión de Zumpango con la Ciudad de México, Querétaro y la ciudad de Pachuca, las tres principales ciudades cercanas a la zona de estudio. Además de promover la producción agrícola, estos ejes servirían para descentralizar la operación de abastecimiento de alimentos en el territorio, fomentando la distribución estratégica de actividades productivas.

En la segunda escala, se proponen intervenciones específicas para el desarrollo de conjuntos urbanos o áreas con características comunes, como es el caso de las áreas mono programáticas (fraccionamientos de vivienda), implementando programas arquitectónicos y urbanos en torno a la estrategia de productificación. Estas propuestas buscarían crear entornos más sostenibles, inclusivos y productivos, considerando aspectos como la reutilización de espacios existentes, la integración de infraestructuras para la producción local, la construcción de infraestructuras que necesiten más territorio para poder operar de un mejor modo, como lo son las instalaciones de tratamiento de agua, de tratamiento de residuos, etc; la mejora de la movilidad y el diseño de espacios públicos atractivos y funcionales. Así como diversificar el programa arquitectónico y urbano, para un mejor desarrollo multifacético de lo urbano y de calidad de vida.

El sistema productivo propuesto a nivel arquitectónico se compone de diversos módulos, que pueden pertenecer a un elemento arquitectónico a un nivel o a dos niveles, dependiendo de la situación actual de la vivienda o del elemento arquitectónico Estos módulos incluyen:


  • Acuaponía: Este módulo se basa en la simbiosis entre peces y plantas. El agua de los peces, rica en nutrientes, es utilizada como fertilizante para el cultivo de plantas, mientras que las plantas purifican el agua para mantener un ambiente saludable para los peces. Este sistema permite una producción eficiente de alimentos tanto acuáticos como vegetales.
  • Tratamiento de residuos y composta: En este módulo se implementan tecnologías para el tratamiento de residuos orgánicos, como el compostaje. Los residuos se descomponen y transforman en composta, que luego se utiliza como abono para enriquecer el suelo y nutrir los cultivos. Además, se promueve la separación y gestión adecuada de los diferentes tipos de residuos, fomentando la reducción, reutilización y reciclaje.
  • Producción de peces: Este módulo se enfoca en la cría y producción de peces para consumo. Los peces se mantienen en condiciones óptimas de crecimiento y alimentación, aprovechando sus heces como fuente de nutrientes para otros módulos, como la acuaponía. Además, se generan proteínas de calidad como alimento, contribuyendo a la seguridad alimentaria local.
  • Vivienda nueva con micro sistemas de producción agrícola: Esta propuesta arquitectónica incluye diseños innovadores que integran sistemas de producción agrícola a pequeña escala en la vivienda. Estos sistemas pueden incluir huertos verticales, invernaderos o espacios para la cría de pequeños animales. También se promueve el uso eficiente de los recursos naturales, como el agua y la energía, y se implementan soluciones para el tratamiento de aguas grises y la recolección de agua de lluvia.
  • Almacenamiento y tratamiento de agua: En este módulo se incluyen sistemas de almacenamiento de agua para asegurar un suministro constante. Además, se implementan tecnologías para el tratamiento y purificación del agua, garantizando su calidad y utilizándola en otros módulos, como la producción de peces.
  • Ganado: Este módulo se enfoca en la cría de ganado pequeño, como aves de corral o conejos. El estiércol generado por el ganado se utiliza como fertilizante para los cultivos y la producción agrícola, cerrando el ciclo de nutrientes. Además, se obtienen alimentos de origen animal, como carne y huevos, promoviendo una dieta diversa y sostenible.
  • Biogás: En este módulo se captura y aprovecha el gas generado por la descomposición anaeróbica de los residuos orgánicos. El biogás se utiliza como fuente de energía para generar electricidad, y el agua residual resultante del proceso puede ser tratada y reutilizada en otros módulos.
  • Invernadero: Este módulo se utiliza para la producción controlada de alimentos vegetales en ambientes protegidos. Se utilizan tecnologías como luces térmicas UV y sistemas de control de temperatura y humedad para optimizar el crecimiento de las plantas. Además, se aprovecha la composta y las heces del ganado como nutrientes para el cultivo, cerrando los ciclos de producción y minimizando el uso de fertilizantes químicos.
  • Producción de moscas: En este módulo se crían moscas para aprovechar sus larvas como alimento para los peces. Las moscas se reproducen a partir de residuos orgánicos, como estiércol o restos de alimentos, y las larvas son una excelente fuente de proteínas para los peces en otros módulos. Este sistema contribuye a la reducción de residuos orgánicos y a la producción de alimentos de manera eficiente.
  • Milpas: Este módulo se basa en la rotación de cultivos en parcelas agrícolas. Se alternan diferentes tipos de cultivos en un mismo espacio para evitar la erosión del suelo y mejorar su fertilidad. Las milpas generan alimentos vegetales diversos, principalmente maíz, frijol, chile y calabaza, aprovechando también las heces del ganado y la composta para enriquecer el suelo y mantener un sistema sustentable de producción agrícola.

Dentro de la escala a nivel arquitectónico se identificó una variedad de situaciones legales, de uso y de ocupación en las viviendas, lo que resulta en diferentes tipologías:

  1. Vivienda habitada por no dueños: Este tipo de vivienda se refiere a aquellas que están ocupadas por personas que no son propietarias de la misma, pero que la utilizan como lugar de residencia. En este caso, los residentes son inquilinos o arrendatarios, y su relación con la vivienda es de alquiler. Esto implica que no tienen la propiedad legal de la vivienda, pero tienen el derecho de habitarla mientras se cumpla con las condiciones establecidas en el contrato de arrendamiento.
  2. Vivienda habitada y empleo foráneo: Esta tipología se refiere a viviendas ocupadas por residentes cuyos lugares de trabajo se encuentran a cierta distancia de sus hogares. En este caso, los residentes deben desplazarse desde su lugar de residencia hasta el lugar donde desempeñan su actividad laboral. Esto implica que necesitan trasladarse diariamente o de forma periódica, lo cual puede implicar tiempos de viaje más largos y una mayor dependencia del transporte.
  3. Vivienda habitada y con empleo local: En contraste con la tipología anterior, en este caso las viviendas están ocupadas por residentes cuyos lugares de trabajo se encuentran en las proximidades de sus hogares. Esto implica una mayor cercanía y accesibilidad a su lugar de trabajo, lo que puede resultar en tiempos de viaje más cortos y una menor dependencia del transporte. Además, esta situación puede promover una mayor integración entre la vida laboral y la vida en el hogar.
  4. Vivienda deshabitada con dueño: Esta tipología se refiere a viviendas que están desocupadas, pero tienen un propietario legal. Puede haber diversas razones por las cuales una vivienda se encuentra deshabitada, como la falta de interés del propietario en ocuparla, la intención de venderla o alquilarla, o la necesidad de realizar reparaciones o renovaciones antes de su ocupación, o el desinterés de ocuparla por la falta de infraestructura o equipamiento de la zona, la inseguridad o algún otro síntoma del abandono y deterioro de la zona. En este caso, la vivienda se encuentra disponible pero no está siendo utilizada por un residente permanente.
  5. Vivienda deshabitada sin dueño: Por último, esta tipología se refiere a viviendas vacías que no tienen un propietario registrado. Esto puede ocurrir cuando una vivienda ha sido abandonada o cuando la propiedad se encuentra en un estado de incertidumbre legal. En este caso, la vivienda se encuentra desocupada y no hay un propietario legalmente responsable de su mantenimiento y ocupación.

Tomando en cuenta los módulos del sistema y las tipologías de vivienda existentes, se pueden explorar diferentes transformaciones para cada tipo de vivienda, incluso en aquellas que están deshabitadas. A continuación, en detalle:

  1. Vivienda habitada por no dueños: Esta tipología de vivienda puede ser modificada o reemplazada por una vivienda nueva al regularizar su situación legal. Además, se podría considerar la opción de convertirla en un invernadero o implementar un sistema de acuaponía, incluso cuando los ocupantes no estén presentes. Esto permitiría que la vivienda siga funcionando y generando beneficios, como la producción de alimentos o la posibilidad de generar ingresos mediante la venta de los productos cultivados.
  2. Vivienda habitada y con empleo foráneo: En este caso, la transformación de la vivienda en un invernadero o la implementación de un sistema de acuaponía podrían ser opciones interesantes, ya que permitirían mantener la operación de la vivienda incluso cuando los ocupantes no estén presentes debido a su empleo foráneo. De esta manera, la vivienda podría generar ingresos a través de la producción de alimentos o la venta de peces, por ejemplo, mientras sus propietarios no estén físicamente presentes.
  3. Vivienda habitada y con empleo local: Para esta tipología de vivienda, las posibilidades de transformación también podrían mantener la operación de la vivienda cuando los residentes no estén presentes. La implementación de un invernadero, un sistema de acuaponía, módulos de milpa, ganado o producción de moscas podrían permitir que la vivienda continúe generando beneficios económicos mediante la producción agrícola, incluso en ausencia de los residentes principales.
  4. Vivienda deshabitada con dueño: En este caso, la transformación de la vivienda en sistemas como biogás, almacén y tratamiento de agua, o un módulo de residuos y composta, podría mantener la operación y generación de ingresos de la vivienda mientras el propietario no la esté utilizando personalmente. Estas infraestructuras podrían ser administradas y operadas de manera autónoma, permitiendo que la vivienda siga siendo productiva y generando beneficios económicos.
  5. Vivienda deshabitada sin dueño: En esta tipología, las alternativas de transformación también podrían mantener la operación y el rendimiento de la vivienda para generar ganancias. Mediante la implementación de sistemas de biogás, almacén y tratamiento de agua, residuos y composta, o incluso convirtiéndola en una nueva unidad habitacional, la vivienda podría ser utilizada y administrada para generar ingresos, ya sea a través de la producción de energía, el manejo eficiente de recursos o la venta de la propiedad misma.

El sistema completo de una unidad o conjunto de producción se fundamenta en la interrelación y la interdependencia entre los diversos módulos, donde se aprovechan los recursos y los residuos de manera eficiente, promoviendo la sinergia entre las actividades productivas. Esto conlleva a maximizar la productividad y crear un entorno más sostenible y autosuficiente.

Además, todos los diferentes módulos están interconectados entre sí. Un ejemplo de esta interrelación es el manejo del agua residual generada en el proceso de producción de biogás puede ser almacenada y tratada para su uso doméstico, riego en el módulo de milpa, abastecimiento del módulo de acuaponía o para la producción de peces. Esta integración de recursos y procesos permite maximizar la eficiencia y la sinergia entre los diferentes componentes del sistema.

Considerando lo expuesto, el sistema puede adaptarse a escalas más pequeñas sin la necesidad de incluir todos los módulos de producción. Por ejemplo, un sistema reducido donde no se incluyen los módulos de ganado y peces en el sistema de producción. En su lugar, se priorizan otras actividades productivas como el cultivo en milpas, la producción de moscas y la implementación de un invernadero. Esto permite aprovechar los recursos disponibles, como los residuos orgánicos para la producción de composta y alimento para las moscas. Además, el invernadero permite el cultivo de alimentos vegetales en un entorno controlado. Con esta configuración, se puede lograr una producción sostenible y diversificada, sin la necesidad de tener ganado ni peces en el sistema.

Estas configuraciones más reducidas demuestran la flexibilidad del sistema y su capacidad para adaptarse a diferentes necesidades y recursos disponibles. Aunque se pueda prescindir de ciertos módulos, el sistema continúa funcionando de manera eficiente y aprovechando al máximo los recursos disponibles en cada configuración

            Incluso, estos módulos no se limitan únicamente a conjuntos territoriales como los fraccionamientos o conjuntos urbanos de viviendas en Zumpango. También pueden implementarse de manera independiente en cada vivienda o elemento arquitectónico, no solo en los fraccionamientos, sino también en otras áreas, como el pueblo de San Bartolo Cuautlalpan, donde anteriormente se observó una marcada diferencia en el abandono de viviendas en comparación con los fraccionamientos. Estos módulos pueden adoptar un enfoque de micro células de autoproducción, insertándose en las viviendas y en la ciudad, generando así redes de producción y contribuyendo al sistema en constante consolidación

En el caso específico de Zumpango, se busca implementar una estrategia de descentralización en la operación de abasto de alimentos. Para lograrlo, se plantea la creación de células urbanas que funcionen como unidades autosuficientes de producción. Estas células estarían diseñadas con enfoques específicos, como la agricultura, la ganadería, la piscicultura y la gestión de residuos, así como el tratamiento de agua. Cada una de estas actividades productivas contribuiría a la generación de alimentos y recursos de manera local, reduciendo la dependencia de fuentes externas y fomentando la sostenibilidad. Esta diversidad de enfoques de producción dentro de las células urbanas permitiría aprovechar los recursos disponibles en la zona de Zumpango de manera eficiente y promover la autogestión en el abastecimiento de alimentos y otros recursos necesarios para la comunidad.

Por último, en el fraccionamiento de Santa Isabel en Zumpango, se realiza una comparación de la situación actual y un posible escenario con la productificación implementada a 100 años en el futuro. Con un multi programa arquitectónico y urbano.

a. Fab-labs productivos y cultura local: Crear laboratorios para emprendedores que diseñen y fabriquen productos locales, y fomentar prácticas que reutilicen y reciclen para cuidar el ambiente.

b. Residencias de investigación productiva: Establecer lugares para investigadores que trabajen en proyectos sostenibles centrados en la producción local.

c. Pabellones de la producción: Espacios dedicados a exhibir y promover productos locales, donde los productores pueden mostrar sus productos y conectar directamente con los consumidores.

d. Centros de investigación en producción local: Crear lugares para investigadores y emprendedores que impulsen técnicas y prácticas sostenibles.

e. Torres de producción vertical: Estructuras que aumentan la producción local en espacios reducidos, permitiendo cultivar alimentos y producir bienes eficientemente.

f. Mercados de producción local: Espacios para que los productores vendan directamente sus productos sostenibles, promoviendo la economía local y el consumo responsable.

g. Laboratorio de residuos: Espacio para investigar y aplicar soluciones innovadoras para el manejo y aprovechamiento de residuos, promoviendo la economía circular y la reducción del impacto ambiental.

h. Planta de tratamiento de agua: Instalación para purificar y reutilizar el agua, contribuyendo a la conservación del recurso y promoviendo la sostenibilidad ambiental.

i. Refrigeración comunal: Implementar sistemas de refrigeración compartidos para ahorrar energía y reducir el impacto ambiental, brindando soluciones más eficientes y sostenibles.

j. Cooperativa agrícola: Asociación de agricultores que colaboran en la producción y comercialización de productos agrícolas, promoviendo la eficiencia, la equidad y el desarrollo sostenible.

k. Laboratorio de semillas: Espacio dedicado a investigar y conservar variedades locales de semillas, fomentando la biodiversidad agrícola y la seguridad alimentaria.

l. Turismo productivo: Fomentar actividades turísticas relacionadas con la producción local, como visitas a granjas y procesos artesanales, para contribuir al desarrollo económico y cultural de la comunidad.

m. Almacenes para exportación: Establecer espacios de almacenamiento especializados para facilitar la exportación de productos locales y promover el comercio internacional.

n. Ejes conectores agrícolas regionales: infraestructuras que faciliten la conexión y distribución eficiente de productos agrícolas entre distintas zonas.

En resumen, la productificación se presenta como una alternativa prometedora para el desarrollo urbano de Zumpango, ofreciendo la posibilidad de construir una localidad más resiliente, autosuficiente y en armonía con su entorno. Mediante la integración de prácticas agrícolas innovadoras, el uso eficiente de recursos y la colaboración de diferentes sectores, Zumpango puede convertirse en un referente de éxito en la implementación de sistemas productivos sostenibles, sentando las bases para ciudades del futuro más prósperas y equitativas.