Diversos complejos multifamiliares de interés social en El Salvador, construidos en los años 50’s por el Instituto de Vivienda Urbana (IVU), actualmente se enfrentan a condiciones de deterioro debido a la situación de abandono a consecuencia de la posguerra, la cual propició un alza en la migración y el desempleo, traduciéndose a un estado de inseguridad y segregación social, aún evidente. Ante ello, surge la interrogante sobre cómo se contrarresta esta obsolescencia urbana, abordando los desafíos que representa la reinserción social de estas comunidades como uno de los factores clave en la rehabilitación de la vivienda social.
Como hipótesis se plantea la recuperación de la vivienda de interés social, a través de la aplicación de una serie de herramientas urbanas, locales y domésticas, interviniendo: la vivienda, la comunidad y la ciudad. Propuesta denominada como, Comunidad Fractal. El matemático Mandelbrot, padre del fractal, lo conceptualizaba como un simple algoritmo recursivo, es decir, la repetición de una misma fórmula que en realidad se define como una alusión indirecta a sí misma (Paper to Academia: Arquitectura Fractal, 2006).
Lo que permite el desarrollo de una nueva hipótesis, en la que los principios fractales se convierten en la aplicación de una estrategia urbana ausente de la limitación escalar, lo que le permite una expansión y contracción infinita de las formas, integrando variedad de usos y desarrollo de un red múltiple de espacios públicos.
Comunidad Fractal, es el resultado a la búsqueda de la planificación sostenible, inclusiva y atemporal para la rehabilitación urbana, tanto a través de la forma como a través de la reconstrucción del tejido social. Comprendiendo a la comunidad como ese hilo generacional – fractal de alguna manera – que conduce a la conjunción de una diversidad de dinámicas sociales y de actores, con necesidades e intereses distintos que a su vez, pueden guardar una estrecha relación entre sí.
Caso de estudio: Colonia IVU
La Colonia IVU está compuesta por 1,120 viviendas multifamiliares, acogiendo a más de 4,480 habitantes (entre 3 hasta inclusive 5 habitantes por unidad). De este total, 57% son mujeres de las cuales un 68% se encuentra en desempleo y/o se dedica al trabajo informal. Además, 63% del total son niños y adolescentes. Cifras que tienen sentido cuando nos remontamos a un par de años atrás. Para 2005, la Colonia IVU estaba categorizada como una de las zonas más violentas de El Salvador.
Actualmente ¿cómo se contrarresta esta obsolescencia urbana? Desde 2019, con la implementación del programa de Control Territorial, impulsado por el Gobierno, se extrajo de esta colonia aproximadamente a 2,000 delincuentes. Muchas familias que habían sido expulsadas, regresaron a casa.
Por otro lado, El Estado inicia el desarrollo de 4 programas para el fortalecimiento y reconstrucción del tejido social: una laguna de laminación para mitigar las inundaciones de la quebrada el Arenal, el desarrollo de un Centro Urbano de Bienestar y Oportunidades, una piscina para la crianza de tilapias y la rehabilitación de áreas deportivas.
La Colonia IVU, es el objeto para el ejercicio territorial del concepto, en el que los principios fractales permiten la expansión y contracción infinita de las formas y relaciones sociales a través de la componente de hiper-mixticidad de usos, el desarrollo de una red de espacios públicos multilaterales y generacionales. Presentando como resultado, una caja de herramientas proyectual de implementación urbana para la reactivación de la habitabilidad de estos multifamiliares obsoletos.
Constelaciones Urbanas
Primera Constelación: La vivienda de interés social.
Entorno a cuatro ejes de intervención a nivel de la edificación o conjunto de unidades:
- Cubiertas Activas, en los que se promueve la seguridad y la vigilancia, y se aprovecha el espacio residual sobre las torres.
- Puentes peatonales, creando conexión multilateral entre las edificaciones y permitiendo la expansión de la unidad habitacional o la extensión del espacio y equipamiento social.
- Superposición, diversificando la volumetría de espacios anexos.
- Plazas Alfombra, o plazas que se extienden bajo las edificaciones a través del cambio de uso y diversificación de la interacción social.
Segunda Constelación: La comunidad.
Con tres ejes principales de intervención:
- Corredores, ecológicos y peatonales en función de promover la movilidad y la reconexión no solo humana y social, sino con la biodiversidad.
- Espacios multilaterales, como el fundido de rampas de pendiente mínima que permite mayor diversidad de la dinámica social o la configuración de espacios más atemporales y generacionales.
- Espacios Puente, que responden a la búsqueda de esos espacios alternativos y disparadores hacia la ciudad desde el entorno inmediato, a través de la activación de la comunicación espacial.
Tercera Constelación: La ciudad.
Donde todos los ejes anteriores convergen y dialogan, integrándose en función de una misma rehabilitación urbanística.
Iniciando con la peatonalización del circuito que intercepta el polígono, la recuperación y saneamiento del corredor biológico como un anillo verde o parque periférico que conecta con micro espacios y parques alfombra.
Intervenciones más radicales, como la descomposición de la cancha y el CUBO para re-articular este vacío urbano en un espacio de mayor inclusión y versatilidad. Generando una gran plaza con una pendiente mínima, sobre la que pueden suceder múltiples actividades. O la demolición de ciertas torres para desahogar el sector de las tilapias, y reconfigurar la conectividad de ciertas torres. O inclusive espacios en los que se reconfigura totalmente la distribución de usos y equipamientos, desarrollando incluso un nuevo formato de vivienda social.
Sin dejar de lado, la conectividad con el cementerio a través de los espacios puente, donde el objetivo principal es explorar y promover la apropiación de estos vacíos monofunción, con fuerte potencial por sus características urbanas y sociales naturales.
“No derribar nunca, no restar ni reemplazar nunca, sino añadir, transformar y reutilizar siempre.” (Plus: La vivienda colectiva. Territorio de excepción. Anne Lacaton, Jean-Philippe Vassal, Frédéric Druot, Editorial GG, 2007).