Este curso introductorio explora los fundamentos teóricos del urbanismo ecosistémico, sustentado en ejes y principios fundamentales, basados en la experiencia e investigación del profesor Salvador Rueda.


Syllabus

El urbanismo ecosistémico para el desarrollo de planes estratégicos de sostenibilidad urbana y territorial.

Basaremos nuestra introducción al Urbanismo Ecosistémico en algunos ejemplos de diferentes escalas territoriales, diseñados dentro de un marco teórico y una metodología única: Un modelo territorial formando una red polinuclear de ciudades: más campo y más ciudad. Un modelo territorial que ha demostrado su sostenibilidad durante siglos en latitudes medias es el mosaico formado por zonas agrícolas, forestales y de pastoreo, unidas por márgenes, setos verdes, acequias, arroyos, ríos … y, en medio, el ciudad compacta y compleja, que en el territorio se configura como una red polinuclear de ciudades. Hacer más ciudad y, al mismo tiempo, más campo sería la síntesis de los dos modelos, el urbano y el territorial. La experiencia muestra que estos dos modelos pueden mantenerse y desarrollarse si el modelo de movilidad mejora la configuración de nodos o núcleos, dificultando el desarrollo de una expansión urbana descontrolada.

La ecología urbana como base conceptual de un nuevo urbanismo.

La escala y el tamaño de los impactos y desequilibrios nos obligan a concebir reglas de juego que abarquen todas las variables en cuestión. El único marco conceptual que lo permite es la Ecología. El objeto del estudio de la Ecología son los ecosistemas. Las ciudades son ecosistemas urbanos donde el ser humano es su principal componente. Los ecosistemas urbanos son los sistemas más complejos creados por la especie humana. Para abordar su transformación de manera integral, nos vemos obligados a formular modelos sintéticos que afecten a los principales componentes de los sistemas urbanos.

Un modelo urbano más sostenible en la era de la información.

Hoy, del análisis de los problemas que presentan muchos sistemas urbanos y del análisis de aquellos que han logrado minimizarlos, surge un modelo urbano intencional, compacto en su morfología, complejo (mixto de usos y biodiverso) en su organización, metabólicamente. eficiente y cohesionado socialmente.

Los fundamentos constitutivos del Urbanismo Ecosistémico.

El urbanismo como práctica social para la creación y transformación de las ciudades es un instrumento para abordar los desafíos actuales. Sin embargo, las limitaciones del urbanismo actual obligan a la formulación de un nuevo urbanismo con bases ecológicas que ampliaría el enfoque y permitiría, de esta forma, incrementar nuestra capacidad de anticiparnos a las incertidumbres actuales creadas, sobre todo, por la urbanización. sistemas. En el centro de la planificación colocamos a los seres humanos y las leyes de la naturaleza.

El contexto.

Ecológicamente, abordar la transformación de un determinado territorio requiere hacerlo considerando el entorno (el entorno interno y el sistema de apoyo más amplio) desde todos los aspectos: ambiental, económico, social y cultural. La solución adoptada no puede crear disfunciones en el contexto ni en las variables secundarias que lo acompañan. Los componentes del contexto son tan amplios como la propia realidad: paisajístico, patrimonial, identitario-cultural, geográfico, metabólico, relacionado con la biodiversidad, etc. La escala de contexto tiene geometría variable de cada variable según sus características.

Los principios y objetivos del urbanismo ecosistémico para la regeneración de los tejidos urbanos existentes y para la planificación de nuevos desarrollos.

Los principios del urbanismo ecosistémico recogen los objetivos y lineamientos de la producción urbana. Los ejes del modelo urbano intencional están llenos de contenido. Con quince principios, busca condensar las claves de la regeneración urbana y el diseño de nuevos desarrollos urbanísticos. La consecución de sus premisas y objetivos permite obtener los equilibrios sistémicos que garantizan el abordaje de los retos actuales, tanto urbanos como globales.

Interrelación e interdependencia de los principios del Urbanismo Ecosistémico.

El enfoque sistémico y eco-integrador de la propuesta hace que los principios del urbanismo ecosistémico funcionen de forma armónica y sinergética. Los principios presentados aquí están íntimamente relacionados entre sí, creando un sistema de equilibrios dinámicos entre ellos. La maximización de los principios y metas intencionales establecidos aquí solo se logra cuando se alcanza el equilibrio. Como en cualquier sistema complejo, la interrelación genera procesos de retroalimentación que denotan la interdependencia de los principios entre sí. Cuando un principio muestra deficiencia, su debilidad arrastra los principios con los que está más estrechamente relacionado con el desequilibrio. La interdependencia entre los principios es la base del enfoque sistémico del Urbanismo Ecosistémico.

Indicadores para determinar el grado de equilibrio ecosistémico.

El modelo urbano y los principios y objetivos propuestos colocan una base intencionada. Conocer el grado de cumplimiento de cada uno de los principios se logra creando un sistema de indicadores que cuantifican y objetivan las intenciones expresadas. Para su evaluación, los resultados obtenidos se comparan con valores de referencia máximos, mínimos o divergentes que determinan si el sistema está equilibrado o no, si nos estamos acercando o alejándonos del sistema de proporciones adecuado. Los valores de referencia que se proponen constituyen el sistema de limitaciones de la planificación ecosistémica. Los valores obtenidos para las variables del sistema de indicadores (restrictors), ya sea para propuestas de actuación en nuevos desarrollos urbanos, o en tejidos consolidados, indican el grado de equilibrio ecosistémico del área analizada y, también, el grado de acomodación a los principios y el modelo urbano intencional.

El Urbanismo Ecosistémico define tres niveles o planos. En la actualidad, el urbanismo dibuja un solo plano donde se establecen, fundamentalmente, los usos urbanos que se reservan por ley. El plano urbano actual no acomoda, porque no puede, el conjunto de variables que deben ser reguladas para afrontar los retos de hoy y del futuro. Al nivel de superficie se le debe agregar, con la misma forma legal, un nivel en el techo y un nivel en el subsuelo con las reservas adecuadas en cada plano. Las variables relacionadas con la sostenibilidad en la era de la información se incluyen sin dificultad.

El diseño de tres niveles urbanos permite la incorporación formal del conjunto de variables involucradas en el abordaje de los desafíos señalados.

El ecosistema urbano mínimo donde se integran los principios del Urbanismo Ecosistémico: La SUPERMANZANA es la célula urbana del Urbanismo Ecosistémico.

La supermanzana es la base del modelo funcional y del espacio público (ver Proyecto Supermanzanas) y también es la base del modelo urbano ya que incluye el contenido de los principios relacionados con la morfología, la organización urbana, el metabolismo y la cohesión social. En todos los casos, con la excepción de algunas instalaciones que tienen sentido a mayor escala, la supermanzana incluye, maximiza y hace más eficientes las variables que se desea modificar intencionalmente para responder a las disfunciones e incertidumbres actuales.

En los nuevos desarrollos urbanísticos, la repetición del ecosistema urbano mínimo garantiza el logro de los principios y objetivos, convirtiéndose en la base del modelo funcional y urbano del Urbanismo Ecosistémico. En el caso de la regeneración urbana, las supermanzanas que partan de los valores de indicadores distintos a los deseados, serán modificadas intencionadamente para que se acerquen a los valores requeridos a través del planeamiento urbanístico y / o el planeamiento sectorial: movilidad, biodiversidad, economía, vivienda, medio ambiente.


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