REPROGRAMANDO EL BORDE ENTRE TÁCHIRA – VENEZUELA Y NORTE DE SANTANDER – COLOMBIA

AMÉRICA SIN FRONTERAS

Antes de la creación de cualquier tipo de frontera geopolítica el territorio americano era hogar de diversas culturas indígenas ancestrales, Hace unos 50.000 años los primeros habitantes cruzaron el estrecho de Bering generando las primeras migraciones desde Asía a América, marcando con esto el inicio de los pueblos originarios que habitaron Latinoamérica, Estos primeros pobladores llegaron a lo que hoy es Alaska y se dispersaron por todo el continente, adaptándose a diversos entornos y climas. A lo largo de miles de años, desarrollaron una amplia diversidad cultural, estableciendo comunidades y civilizaciones en lo que ahora conocemos como México, Centroamérica, hace unos 21.000 años, llegando a territorios Tachirenses y Nortesantandereanos hace 20.000 años aproximadamente.

Lo que permitió que se desarrollaran varias civilizaciones originarias en la zona, sobre los márgenes de los afluentes hídricos y lo que hoy se conoce como Río Táchira no fue la excepción, adquiriendo su nombre gracias a una de las tribus originarias “Los Táchira”. Ya en el año 1.200 a.C. Se consolidan dos tribus hermanas Los Motilones y los Capachos, teniendo una estrecha relación con el territorio, el río y el paisaje, a partir de lo cual desarrollaron sus asentamientos y subsistieron durante décadas, conviviendo e intercambiado sobre el eje del río.

COMPLEJIDAD TERRITORIAL, DESENTRAÑANDO LOS LÍMITES

Las fronteras latinoamericanas han sido testigo de la complejidad histórica, política y cultural que caracteriza a la región desde hace siglos, a partir de las primeras delimitaciones geopolíticas, los territorios fronterizos y las fronteras en sí mismas han sido territorios megadiversos y con dinámicas particulares. La frontera Colombo – venezolana no escapa de estas realidades, posicionándonos específicamente en el tramo de 14 km compuesto por San Antonio del Táchira, Tienditas, Pedro María Ureña del lado venezolano y Villa del Rosario y San José de Cúcuta del lado colombiano, ha sido escenario de eventos históricos que han dejado una huella profunda en la identidad de ambos territorios.

Ubicación

disputas por territorios y piedras preciosas. Durante gran parte del siglo XIX esta zona perteneció a lo que fue la Gran Colombia, la cual estaba constituida por Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela, sin embargo, tras la separación de este gran estado en 1831, se inician conflictos y disputas por los límites geográficos y recursos naturales presentes en el territorio.

Primeras delimitaciones geopolíticas

Concretamente en la frontera entre Táchira y Norte de Santander, su división está marcada por innumerables disputas territoriales y acuerdos diplomáticos, ejemplo de esto es el Tratado Michelena-Pombo, en donde se establece la frontera entre ambos territorios, precisando el curso del río Táchira como límite natural. Después de este tratado y durante el siglo XX las tensiones y desacuerdos generaron distintos incidentes fronterizos. Venezuela y Colombia experimentaron dictaduras, guerrillas y procesos de urbanización que influyen en la dinámica de la fronteriza, generando que la migración y el contrabando se convirtieran en fenómenos recurrentes, capaces de generar tensiones y desafíos binacionales.

EL PROPLEMA FRONTERIZO, DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES DE ÍNDOLE REGIONAL

Posicionándose como una de las rutas históricas más transitadas y significativas en la región, esta frontera ha sido testigo de intercambios comerciales, movimientos migratorios y la interacción cultural entre ambos países a lo largo de los años. Sin embargo, en los últimos tiempos, diversos desafíos han surgido en la gestión de esta zona fronteriza, generando un impacto en la dinámica social, económica, ambiental y política de estas localidades.

Por lo que esta zona fronteriza enfrenta una serie de desafíos que afectan su funcionamiento espacial, político, social y ambiental, por ende, el desarrollo se ve afectado. Estos desafíos incluyen, entre otros, los siguientes aspectos:

  1. Deterioro ambiental del ecosistema: El sistema natural e hídrico de la zona ha experimentado una fuerte degradación debido a actividades humanas no sostenibles, lo que ha llevado a la pérdida de biodiversidad y a la disminución de los servicios ecosistémicos.
  2. Crisis migratoria: La situación económica y política en Venezuela ha generado un flujo migratorio masivo hacia Colombia, ejerciendo presión sobre el eje fronterizo. La gestión de este flujo migratorio se ha vuelto compleja debido a desafíos de seguridad, atención humanitaria y control migratorio.
  3. Contrabando y comercio ilegal: La frontera ha sido escenario de actividades de contrabando y comercio ilegal, lo que ha generado impactos negativos en la economía local y nacional. La lucha contra estas prácticas ilícitas requiere de una gestión efectiva y coordinada entre las autoridades de ambos países.
  4. Infraestructura y servicios públicos: El aumento en el flujo de personas y mercancías ha evidenciado la necesidad de contar con una infraestructura adecuada en el eje fronterizo, así como servicios públicos eficientes que puedan satisfacer las demandas de la población local y de los visitantes.

A pesar de todo, esta zona limítrofe se desdibuja en el calor de su gente, en el intercambio cultural, comercial y cívico que se da cuando se permite y no se limita a través de la fuerza, e incluso en esos momentos los pasos informales se convierten en protagonista de relaciones humanas, resaltando que la división sobre el Río Táchira es una forma equívoca que genera un gran conflicto. Ubicándose este lugar sobre la convergencia de dos Eco regiones importantes, la de la Serranía de Perijá y los Bosques montañosos de los Andes venezolanos, la convierte en una zona con la posibilidad de apostar por el restablecimiento de los ecosistemas, ante la indefinición de los límites políticos, convirtiéndola en un pulmón índole continental.

Ecorregiones, migración y fronteras más peligrosas del continente

En este contexto, se plantea la necesidad de explorar el potencial, de los nuevos sistemas tecnológicos para escaneo y control automatizado que permitan agilizar los procesos de identificación y verificación de las personas y mercancías, además de sistemas de pases diarios y permisos electrónicos, que reduzcan los tiempos de espera y así agilizar los flujos de transición, contribuyendo con la vigilancia a través de sensores y drones en la frontera.

Además, se hace imprescindible explorar sobre la renaturalización y la agricultura de precisión como elementos clave para disolver la frontera física y promover la recuperación ambiental en la zona fronteriza. La renaturalización implicaría la restauración y conservación de los ecosistemas presentes, fomentando la recuperación de áreas degradadas, la protección de la biodiversidad y la creación de corredores ecológicos. Por su parte, la agricultura de precisión permitiría una gestión sostenible de los recursos naturales y una mejora en los rendimientos agrícolas a través de la tecnología.

EL LUGAR UNA MIRADA LOCAL A SUS PROBLEMÁTICAS

Evolución temporal de la frontera, un vistazo al presente y pasado:

Desde el cambio de las dinámicas espaciales de los pueblos originarios, pasando por la colonización, los procesos de independización de España, hasta llegar al siglo XX la frontera entre Táchira y Norte de Santander ha sufrido cambios extraordinarios, especialmente en la última mitad del siglo XX y en lo que va del siglo XXI, evidenciando el crecimiento de las ciudades sobre el eje del Río Táchira y visibilizando como el río recupera y su cauce y retrocede.

Aunque no sucede lo mismo con la dosificación y el crecimiento urbano que cada vez más se acercan más a su borde, dándole la espalda, alterando ecosistemas naturales y generando contaminación al cauce aunado a la erosión del suelo y la pérdida de la biodiversidad.

Evolución histórica de la frontera

LA FRONTERA Y SUS PROBLEMAS, ANALIZANDO LOS DESAFÍOS LOCALES

Como consecuencia de procesos de gestión equívocos, además del crecimiento de las ciudades que bordean la zona, en este tramo de 14km que alberga a San Antonio del Táchira, Tienditas y Ureña del lado venezolano, Villa del Rosario y San José de Cúcuta del lado colombiano, se han identificado 3 grandes problemáticas que afectan directamente ambos lados de la frontera:

  • Socio – económico
  • Ambientales
  • Urbano – espacial
Mapeo de problemáticas

En este mapeo de problemáticas socio económicas podemos visibilizar los pasos formales por los cuales circulan diariamente un aproximado de 20.000 personas y solo regresan aproximadamente 17.000, de los cuales una gran cantidad es de migrantes venezolanos, teniendo Colombia a la fecha más de 2millones de personas venezolanas viviendo en su territorio por lo que entre Cúcuta y Villa del Rosario albergan el 11% de esta población migrante. Sin contar las personas no registradas por los entes migratorios, que cruzan por los más de 55 pasos ilegales situados en la frontera y en donde se genera violencia, tráfico de drogas, contrabando entre otras cosas.

Estas dinámicas han acrecentado la consolidación de asentamientos informales en las márgenes del río Táchira, ya que entre el 16 y 18% de la migración venezolana en la zona decide alojarse en asentamientos espontáneos en distintos puntos de la ciudad, aumentando con esto la informalidad comercial ya existente en la zona en donde alcanza aproximadamente el 70% de informalidad y en donde los migrantes representan el 20% de esta tasa en crecimiento.

Dentro de las problemáticas ambientales más significativas, se encuentran las inundaciones y estragos que causa el Río Táchira en épocas de lluvia cuando retoma su cauce, la contaminación del agua por causa de la agroindustria no supervisada y las aguas negras de las ciudades que rodean el río Táchira y descargan sobre él, recibiendo aproximadamente 2.000 litros de agua contaminada por minuto, lo que representaría aproximadamente el 60% de contaminación como lo menciona el decanato de investigación de la UNET, lo que ha causado una pérdida significativa de la biodiversidad y ha generado la erosión del suelo.  

Y desde lo urbano espacial, podemos notar que gran parte de la construcción formal en las ciudades que rodean al Río Táchira son del tipo residencial, alcanzando un 85% de construcción, dejando solo el 10% al uso comercial y a pesar de esto teniendo un déficit de vivienda de aproximadamente 193.000 viviendas. Esta cantidad de construcción deja de lado totalmente al espacio público, que en estas ciudades tan solo representa el 0.37% de construcción lo que significa 93cm2 por habitante, siendo insuficiente para satisfacer las necesidades de la población de la frontera.

Siendo a su vez importante identificar los sectores que hacen que el sector fronterizo sea dinámico, conteniendo actividades económicas predominantes como la Agricultura y ganadería, que representan el 25.6% de la producción económica de la zona, pasando por el sector industrial con 10.2%, el turismo con 4.8% y el aglomerado de todos los demás sectores económicos con 60.4%, identificando que la zona de frontera tiene un potencial económico agro industrial de 35.8%, lo que hace pensar en el potencial que este sector posee.

Potenciales económicos

SISTEMAS QUE COMPONEN EL TERRITORIO, EL ANALISIS DE LAS INTERCONEXIONES

Es importante reconocer los sistemas que componen el territorio al igual que lo hacían los pueblos originarios, empezando con el Río Táchira, frontera natural y geopolítica, reconociéndose como un eje hídrico articulador por el cual se genera la mancha urbana fronteriza y que permite desdibujar límites políticos acercar culturas.

Sistemas que componen el territorio

Los trayectos peatonales y mixtos que permiten visibilizar los flujos cotidianos y migratorios en la zona, identificando así estos flujos formales e informales como una oportunidad de armonizar los sistemas. Como consecuencia el mapeo urbano espacial, abre la ventana para visualizar las obsolescencias existentes en las ciudades antes mencionadas, permitiendo identificar elementos obsoletos tanto tangibles como intangibles.

Pudiendo identificar 5 grandes elementos obsoletos, empezando con la figura de frontera que es obsoleta en sí misma, generando bloqueos y desestabilizando los flujos humanos y naturales, siendo este el lugar donde se generan mayormente las problemáticas de la zona, pasando a los objetos tangibles se identifican los puentes vehiculares Simón Bolívar, Atanasio Girardot y Francisco de Paula Santander, que se ven abarrotados por la cantidad de personas que cruzan diariamente de un lado a otro, sin la capacidad de convertirse en espacios de integración sino más bien de limitación.

Obsolescencias

Por último, el Aeropuerto Internacional General Juan Vicente Gómez, ya que no está activo y no recibe vuelos internacionales por el tamaño de la pista que cuenta solo con 1.902 ml teniendo a su extremo la montaña lo que hace que no funcione adecuadamente, además de esto por la crisis económica venezolana no recibe vuelos privados ni comerciales desde el 2.016, provocando la obsolescencia de su infraestructura.  

El entendimiento de estos componentes lleva a consolidar una serie de estrategias que permiten abordar la complejidad territorial.

¿CÓMO REPENSAR EL BORDE A PARTIR DE UN EJE HÍDRICO FRONTERIZO?

A través de los fundamentos de las teorías de Acupuntura Urbana, Landscape Urbanism y Urbanismo Ecológicos, como base conceptual, se plantea el abordaje del borde fronterizo a través de 4 estrategias:

1. ZONA LIBRE / BUFFER, Establece un buffer de 10 km como zona franca para promover la integración económica y social.

2. REPROGRAMAR EL BORDE, mediante microcirugías para restaurar la relación fluida entre el río y las ciudades, evitando la fragmentación y deterioro de los ecosistemas.

3. REINCORPORAR, las infraestructuras obsoletas presentes en la zona fronteriza para revitalizarlas y utilizarlas de manera sostenible.

4. ARMONIZAR, los flujos naturales y urbanos mediante medidas que promuevan el equilibrio entre los entornos naturales y urbanos

Estrategias

Con las estrategias planteadas es posible empezar a ubicar microcirugías en un Plan que cose la zona partiendo de la obsolescencia del antiguo aeropuerto internacional y expandiéndose al borde del río, generando la integración a través de múltiples intervenciones interconectadas que reactivan, potencian la economía del lugar y reestablecen los ecosistemas presentes en el territorio además de las relaciones humanas y culturales.

Master Plan

Entrando a detalle en cada una de las estrategias:

ZONA LIBRE / BUFFER

Busca eliminar el límite geográfico obsoleto impuesto por políticas y generar un Buffer de 5km en cada borde del río, lo que permite la redefinición de la frontera y la creación de una ciudad o nueva franja Binacional, permitiendo que se reconfigure desde lo obsoleto y se reprograme.

Buffer + ubicaciones de intervenciones

A través de la economía, políticas binacionales, la reconfiguración social y el aprovechamiento de los recursos, que permite armonizar flujos y conectar con el paisaje tradicional, partiendo de la transformación del ex aeropuerto internacional, convirtiéndolo en el epicentro de transformación que permite configurar el río como eje público binacional y redefine los pasos fronterizos convirtiéndolos en espacios de intercambio cultural. Fortaleciendo el uso de políticas públicas, zona de libre comercio, organismos rectores de recursos binacionales, políticas comerciales, talleres de integración y participación ciudadana, políticas de gestión ambiental y energías.

REPROGRAMAR EL BORDE

A través de micro cirugías que permiten abrir la interacción del río con la ciudad, visibilizándolo a través de equipamientos interconectados que integran y contribuyen a la recuperación de ecosistemas y reactivando la ciudad desde el río. Estas microcirugías se ubican en puntos estratégicos permitiendo que su impacto sea expansivo, para lograr impactar positivamente la mayor cantidad de territorio.

Reprogramar

Por esa razón se han pensado una serie de intervenciones en el territorio que van desde la reorganización de zonas productivas según los pisos térmicos, determinar zonas en donde se permita la generación de pastizales espontáneos, dispositivos de interacción con el agua, observatorios – miradores, lugares de estancia, conexión y senderos con vegetación nativa, parques agroindustriales de base ecológica y gestión de energías limpias, estanques de lluvia inundables y eco comunidades con viviendas de base ecológica, todo esto pensando en la reforestación con vegetación nativa y en la interacción con la fauna local.

Bordes de integración y parques de conexión nodal binacional
Dispositivos de interacción con el agua y zonas de vegetación espontanea
Redes de movilidad alternativa y sistemas de transporte binacional
Vivienda temporal de base ecológica y zonas de integración binacional

A medida que pasa el tiempo y la microcirugía reprogramada en el borde empieza a ser efectiva, armoniza sus relaciones entre lo natural y construido, permitiendo la conservación de la fauna que actualmente se encuentra en peligro de extinción como es el caso del chigüiro, el cachicamo, el venado, el loro orejiamarillo y la tortuga hicotea, permitiendo la renaturalización del lugar

Corte A
Corte B

Al generar estas intervenciones de pequeña escala, permite reconocer y rehabitar el territorio, con una diversidad de usos compatible, que permite la activación de una economía circular, en comunión con los agentes sociales y el medio ambiente, teniendo una proyección temporal de 0 a 60 años, en donde a medida que pasa el tiempo la microcirugía se transforma con el paisaje.

Espacios para la biodiversidad y conservación ambiental

Aquellas zonas que son utilizadas actualmente para el contrabando y otras actividades ilícitas son zonas ambientalmente vulnerables, lo que se plantea al reprogramar estos lugares son zonas de relación y conservación que permitan reestablecer la biodiversidad, permitiendo Re naturalizar el lugar.

Espacios de interacción
Espacios de fraternización

Aquellos pasos peatonales que actualmente segregan y dividen la zona fronteriza, deben ser vistos y repensados como espacios de confraternidad, intercambio y de cuidado ciudadano en la zona, es por ello que se plantea humanizar estos pasos a la vez que se integran con el paisaje.

REINCORPORAR

Se plantea generar micro células productoras, que permitan la reactivación agrícola de la zona, lo que generará interconexiones regionales permitiendo que la reconfiguración de las dinámicas dentro del buffer, genere nuevas economías y reincorpore infraestructuras obsoletas en estas nuevas dinámicas, teniendo en cuenta la capacidad productiva que posee la zona, convirtiéndola así en un centro agrícola de producción binacional, lo que generaría un gran volumen de ingresos económicos y desarrollo.

Reincorporar

Concentrándose en reincorporar los elementos obsoletos de las ciudades fronterizas, partiendo de la reincorporación al flujo de la ciudad del ex aeropuerto convirtiéndose en Centro de innovación agrícola, en donde la infraestructura aislada se transforma en el epicentro y reconfigura las dinámicas, desapareciendo la antigua pista de aterrizaje y transformándose en el centro de operaciones agrícolas inteligente, debido a las características productivas de la zona, en donde la agro-industria representa aproximadamente el 38% de la economía local, la tecnología será parte fundamental en la transición a una agricultura circular, permitiendo vincular elementos como el cuidado del ecosistema, biodiversidad, gestión de recursos (agua / suelo) y contribuyendo en mejorar la calidad de los alimentos.

Corte A, Nuevo centro de operaciones agrícolas.

Teniendo el área del ex aeropuerto como lugar propicio concentrar cultivos de rotación amplia, procesadoras de biomasa, centro de operaciones inteligente, eco comunidades productivas, laboratorios agrícolas, centro de operaciones agrarias, hub de innovación y plataformas de interacción públicas.

Lo que permite que este centro se expanda desde la montaña hasta el río, potenciando además la ciudad con espacios de interacción con el agua, restableciendo el paisaje agrícola local, aportando corredores verdes. Logrando que las poblaciones migrantes o flotantes entren en el nuevo ciclo económico a través de las eco comunidades que van de la mano con la resignificación de la agricultura, convirtiendo la zona en epicentro de innovación agrícola regional y global.

Transformación del Aeropuerto en epicentro de transformación agrícola
Hub de investigación e innovación

Para que esto funcione se debe redistribuir la zona según sus tipos de suelo productivo, teniendo en cuenta la capacidad de carga y producción de cada lugar específico, pudiendo llegar a producir hasta 10 toneladas de arroz por hectárea, 40 toneladas de yuca por hectárea, 8 toneladas de palma de aceite por hectárea, 50 toneladas de cebolla por hectárea y hasta 100 toneladas de caña de azúcar por hectárea, permitiendo la autosuficiencia económica y agraria del lugar y potenciándola de forma binacional, regional y continental.

Redistribución de pisos productivos

ARMONIZAR

Las ciudades fronterizas antes mencionadas, no se relacionan directamente con el río ni entre ellas, por lo que se busca tejer la superficie a través de estructuras que permitan la relaciones entre ambos bordes del río, integrando los sistemas naturales y de movilidad. Implementando corredores hídricos y corredores verdes que articulen la regeneración de los ecosistemas presentes en el territorio, incluyendo el sistema de transporte ecológico binacional, redes de movilidad alternativa, estos elementos permitirán la armonización tanto de los flujos naturales como artificiales.

Armonizar

Por lo que se plantea el restablecimiento de las relaciones directas con los recursos hídricos, que permitan recuperarlos y aprovecharlos al máximo, siendo importante generar esa relación directa que tenían nuestros antepasados con este recurso, tanto para la agricultura como para el compartir de las familias, permitiendo así la integración fronteriza.

Transformación corredores azules

Además, al pensar en armonizar los flujos de conexión peatonales que permitan el acercamiento entre los pueblos hermanos empiezan a generarse parques nodales de conexión binacional, que funcionan como células regeneradoras de ecosistemas.

Parques nodales de conexión binacional

Estas cuatro estrategias consolidarán el intercambio e integración de la comunidad migrante y local, generando una nueva ciudad autogestionada y eficiente, que funcione con los principios ecosistémicos y economía circular. En donde se gestiona la tierra, el agua, los residuos, la energía. Se producen alimentos y se generarán ganancias, que permitirán el mantenimiento de estas nuevas dinámicas binacionales.  

Evolución temporal de la frontera traslapada dinámica

LOS ACTORES DE LO POSIBLE

Para que las estrategias funcionen y se consoliden es necesario conocer los actores que pueden actuar en el territorio binacional que van desde, actores gubernamentales, comunitarios, educativos, globales y medios de difusión, que tejen redes desde el día 1 hasta lograr la consolidación de cada microcirugía del proyecto, al ser un área de interés binacional, la mayoría de intervenciones deben ser financiadas de forma tradicional por entidades públicas, con sus excepciones en uniones público privadas.

Actores

Siendo FRONTERAS TRASLAPADAS, un modelo replicable para las fronteras latinoamericanas, partiendo de las 4 estrategias fundamentales expuestas en este caso de estudio:

1. ZONA LIBRE / BUFFER, El área que define el radio o perímetro de acción de este nuevo modelo de frontera interconectada.

2. REPROGRAMAR EL BORDE, mediante microcirugías para restaurar la relación fluida entre los ciudadanos, la naturaleza y las ciudades, permitiendo la detonación de cambios físicos y sociales, pudiendo expandirse y transformarse en el tiempo evitando la fragmentación y deterioro de los ecosistemas.

3. REINCORPORAR, las infraestructuras obsoletas presentes en la zona fronteriza para revitalizarlas y utilizarlas de manera sostenible.

4. ARMONIZAR, los flujos naturales y urbanos mediante medidas que promuevan el equilibrio entre los entornos naturales y urbanos.

Con esto se podrá lograr la transformación al invertir en la colaboración transfronteriza y la preservación de nuestros recursos naturales, sentando las bases para un futuro mejor, dejando atrás la confrontación y convirtiéndose en espacios de confraternidad, desarrollo social, económico y ambiental.