La ciudad de Buenos Aires, con su vasta historia de barrios y su notable desarrollo edilicio y cultural, alberga una densa red de arroyos que ha forjado el subsuelo de su territorio y formó parte integral de la vida cotidiana de la sociedad hasta mediados del siglo pasado, momento en el cual comenzó a ser sepultada bajo la trama vial de la urbe.

En décadas anteriores, la entonces Capital Federal incorporaba en su tejido urbano arroyos, cañadas, pequeñas lagunas y canales a cielo abierto, que desempeñaban funciones recreativas y de esparcimiento para la población.

La perspectiva de progreso que caracterizó el final del siglo XIX y el inicio del siglo XX impulsó un rápido avance de la urbanización sobre los cursos de agua, buscando mediante los entubamientos el desarrollo de barrios, infraestructura y servicios, lo que llevó a la reducción al mínimo de los rasgos naturales del terreno.

Este trabajo actual revisa la historia y las características de la cuenca más extensa que atraviesa la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en términos de superficie y longitud, junto con parámetros urbanos, con el objetivo de identificar sectores propicios para la aplicación del concepto de “daylighting”.

Comenzaremos a explorar cómo la Ciudad autónoma de Buenos Aires puede abordar simultáneamente problemas como la crisis climática, inundaciones y sostenibilidad, mediante la implementación de soluciones basadas en la naturaleza, como la creación y restauración de humedales, áreas verdes urbanas y la gestión sostenible del agua. También se analizará cómo estas soluciones pueden beneficiar a comunidades vulnerables y mejorar la calidad de vida en la ciudad.

Gráficos del "Tercer Plan de Acción Climática 2050 (2021-2025)" del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Gráficos del “Tercer Plan de Acción Climática 2050 (2021-2025)” del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Entendemos que con el paso del tiempo se puede ver como las variables climáticas fueron creciendo, encontrando mayores temperaturas máximas y mínimas como también mayores precipitaciones. De esta manera, las amenazas climáticas también fueron creciendo en cuanto a su frecuencia, teniendo olas de calor mas prolongadas y de mayor temperatura, como precipitaciones mas abundantes que generan inundaciones en las ciudades con escaso suelo absorbente y una red pluvial agotada.

El PAC (Plan de Acción Climática) propone diferentes acciones para mitigar el acelerado crecimiento de las amenazas climáticas de las cuales destacamos cuatro principales:

1- La naturaleza como parte de la solución climática. Sistemas urbanos de drenajes sostenibles.

2- Educación sobre el riesgo hídrico.

3- Áreas verdes: incremento, preservación o restauración de ambientes naturales; incremento de áreas urbanas verdes y arbolado.

4- Movilidad y nueva espacialidad: aumento de población viviendo en cercanías a transporte público; incremento de viajes en modos sostenibles; reducción del costo de transporte; promoción del desarrollo de una ciudad policéntrica que incentive la caminabilidad.

Cita del “Tercer Plan de Acción Climática 2050 (2021-2025)” del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

¿Cómo podemos aplicar estas acciones?

Siendo una ciudad que se adapta a los impactos del clima y se transforma para ser más sostenible; que produce y consume de manera consciente con la mirada puesta en la transición hacia la economía circular y neutra en carbono, volviendo a impulsar a la naturaleza como parte de la ciudad y como parte de la solución a la crisis.

¿Cómo era la Ciudad Autónoma de Buenos Aires?

La ciudad se compone de once cuencas hídricas que durante la mitad del siglo XX perdieron sus rasgos naturales. Los arroyos fueron rectificados y entubados con el fin de ocultar la contaminación de sus aguas y generar mas suelo vendible.

Esta decisión provoco la desintegración de la red de drenaje natural y aumento la cantidad de zonas anegables con una topografía de escasa pendiente y poca evacuación natural de aguas, mas un alto grado de impermeabilización del suelo.

Fotografías históricas de los arroyos de la ciudad.

Analizamos la cuenca Maldonado en distintas capas con el fin de entender el impacto del desentubamiento del arroyo.

Podemos ver los niveles de inundación de la cuenca siendo mayor en la zona central y norte, pero sobre todo sobre la linea del arroyo. Podemos deducir que una de las ventajas de tener un arroyo desentubado y un entorno natural en el recorrido genera mayor absorción en caso de grandes precipitaciones.

En este gráfico podemos ver el riesgo de futuras inundaciones es de bajo a moderado en la zona central y sur sobre el curso del arroyo.

En cuanto a las olas de calor, podemos ver que en casi toda la cuenca las temperaturas serán mayores pero sobre todo en la zona media hacia abajo. Por lo que podemos intuir que la zona con mayores beneficios para desentubar sería hacia el sur.

De esta manera se propone un Masterplan para el barrio de Liniers donde no solo generamos un reservorio natural de agua sino que también se propone el desentubamiento de un tramo del arroyo Maldonado para crear un corredor biológico natural y un parque bosque que acompañe el arroyo, restaurando así los humedales naturales, la flora y la fauna, como concepto de naturaleza como solución a las crisis climáticas.