Hacia un modelo territorial para ciudades balnearias
La costa Este de Uruguay se presenta como un territorio de oportunidad, donde la fragilidad ambiental, la presión del turismo y el crecimiento urbano requiere una visión de urbanismo resiliente. El proyecto propone un modelo que apuesta por la hibridación entre lo natural y lo artificial. En este contexto, las infraestructuras, generalmente consideradas elementos duros y disruptivos, pueden ser resignificadas como dispositivos híbridos y adaptativos. Estas estructuras evolucionan más allá de su función primaria para convertirse en nodos estratégicos de encuentro, aprendizaje y ocio, facilitando la coexistencia entre lo construido y lo ecológico.
La costa Este es concebida como un laboratorio territorial, permite ensayar nuevas soluciones que integren la sostenibilidad y resiliencia, configurando una nueva “tercera naturaleza” en la que las infraestructuras se transforman en agentes activos de un futuro urbano próximo.
Introducción
La Costa Este de la Cuenca del Río de la Plata ha vivido un proceso de fuerte transformación del territorio y expansión urbana en los últimos 100 años, motorizado por el turismo y la especulación inmobiliaria. Se construyó un paisaje performativo capaz de apoyar estas actividades, implantando nuevas especies vegetales, modificando la topografía y ocupando el territorio con infraestructuras, ciudades y balnearios. Las propias dinámicas del turismo de sol y playa imprimen en la región una presión poblacional muy variable según la estación, estableciendo dos temporalidades y dinámicas muy dispares: por un lado, los habitantes de las diferentes ciudades permanecen durante todo el año; por otro, los turistas acuden en grandes cantidades durante los meses de verano.
El turismo
Uruguay se caracteriza por un crecimiento poblacional lento y una distribución predominantemente urbana, con una población relativamente pequeña y estable. La migración interna ha consolidado a Montevideo y su área metropolitana como el principal centro urbano, donde se concentra la mayor parte de los habitantes.
La región Este de la Cuenca del Río de la Plata alberga algunas de las ciudades más pobladas del país y genera una porción significativa del PIB nacional. Además, esta zona destaca como la más turística de Uruguay, conocida por su combinación de playas, cultura y naturaleza. El turismo representa una importante fuente de ingresos para Uruguay, contribuyendo entre el 5,4% y el 8,4% del PIB nacional. Cada año, el área comprendida entre Montevideo y Punta del Este atrae a más de 2 millones de turistas extranjeros y alrededor de 6 millones de visitantes internos, convirtiendo al sector en un motor clave de la economía.

Fig.01 – Mapa del Sitio
Los Balnearios
Hasta comienzos del siglo XX, la costa de Canelones era un área desierta, poblada solo por dunas móviles y humedales. Esta zona era inapropiada para la agricultura, por lo cual carecían de gran valor; pero alrededor de 1870, comenzaron a atraer a familias adineradas que organizaban campamentos en las playas de la actual Atlántida. A principios del siglo pasado, se comenzaron las modificaciones en el paisaje que posteriormente permitirían el asentamiento de los diferentes balnearios, el último empujón para el desarrollo y explotación de esta zona fue dado por la construcción de la Ruta Interbalnearia, la cual permitió una conexión rápida desde Montevideo hasta el inicio de la costa Atlántica.
Maldonado, por su parte, posee una historia más antigua vinculada a su fundación en 1757 como parte de la estrategia colonial española para poblar el territorio. Con el tiempo, su costa se transformó en el epicentro turístico del país. A fines del siglo XIX, Piriápolis se convirtió en el primer balneario planificado de Uruguay, un proyecto de Francisco Piria que combinó playas, cerros y una arquitectura. En el siglo XX, Punta del Este marcó un nuevo estándar de turismo internacional. Fundada oficialmente en 1907, este balneario está ubicado en la transición entre el Río de la Plata y el Océano Atlántico.
Durante todo este tiempo muchos de los balnearios fueron adquiriendo masa crítica propia por diferentes motivos, ganando población y extensión a lo largo de los años, lo cual finalizó con la consolidación de varios de estos en ciudades, tales fueron los casos de Ciudad de la Costa y Salinas.

Fig.02 – Fotografías comparativas del territorio
Los Paisajes
Desde 1908 se inicia un proceso para la transformación del paisaje, para convertir las dunas y humedales que se encontraban en la costa del Plata en destinos turísticos. La principal acción realizada fue la fijación de las dunas a través de la plantación de pinos marítimos, eucaliptos y acacias. Esta intervención transformó el territorio en un corredor verde capaz de albergar los balnearios. A mediados del siglo pasado grandes extensiones de tierra poco productivas para el sector agrícola adoptaron un nuevos usos, fueron divididas y vendidas para casas de veraneo o fin de semana. Dicho modelo se basaba en fraccionamientos pensados para viviendas unifamiliares aisladas y en el automóvil. De esta manera se maximizaba el espacio privado y se relegaba el espacio público solo a las calles y espacios sobrantes en los trazados. Toda esta explotación extensiva del territorio cataliza gracias a la Ruta Interbalnearia.

Fig.03 – Mapa de Paisaje
Este territorio ha sido parcelado, programado y re programado desde hace más de 100 años. Se construyó un relato a partir de un ideal, se modificó el territorio para hacer real la narrativa, una naturaleza inmaculada, fabricada por el ser humano para la especulación y el ocio. El paisaje actual de este lugar es entonces el producto de capa tras capa de manipulaciones humanas, de artificializaciones sucesivas para rentabilizarlo y viabilizarlo.
“El paisaje es así el efecto de la superposición de la actividad humana sobre la naturaleza, e incluye las modificaciones derivadas de la actuación sobre el medio para hacerlo productivo –parcelaciones, áreas cultivadas, minería, forestación y deforestación, dehesas, pastos y ganaderías, etc.— y construir artificialmente sobre él, sean infraestructuras-puentes, presas, caminos, etc. — o realizaciones propiamente arquitectónicas. Se trata, por tanto, de un término que implica una orientación proyectual clara y una condición híbrida, natural y artificial: la proyección de la cultura —tanto en su significado etimológico de cultivo como en el convencional— sobre el territorio natural.”.
Atlas Pintoresco, Iñaki Ábalos.

Fig.04 – Esquema de Cuantificación del Paisaje
Los Habitantes
En las últimas décadas la región ha experimentado un gran crecimiento de población, especialmente en los departamentos de Canelones y Maldonado. En Canelones, la Ciudad de la Costa se ha consolidado como una de las áreas de mayor desarrollo demográfico de Uruguay, registrando entre 1996 y 2006 un incremento del 93%, lo que la posiciona como una de las ciudades de mayor crecimiento en América Latina. A su vez existe un flujo estacional de turistas que aumenta la demanda de servicios, estimula la adquisición de segundas residencias y dinamiza el mercado inmobiliario. Por otro lado, Maldonado se destaca como el departamento con el mayor crecimiento de población del Uruguay, alcanzando un incremento del 24% según el último censo. Además, destinos turísticos internacionales como Punta del Este han potenciado la inversión y atraído a nuevos residentes, estableciendo a Maldonado como centro turístico y motor de oportunidades económicas. Este auge turístico ha transformado no solo la economía y el paisaje, sino también la estructura social y demográfica, la interacción entre la migración, el turismo y el desarrollo económico ha reconfigurado la zona.

Fig.05 – Mapa de Habitantes y Turistas

Fig.06 – Mapa de Relación Turistas/Habitantes
Las Infraestructuras
La expansión de las ciudades y balnearios ha construido, a lo largo de su evolución, una geografía propia, infiltrada por infraestructuras naturales y artificiales que conviven con mayor o menor grado de fricción con la trama. Las infraestructuras desempeñan un papel crucial en la formación y transformación de estos balnearios y ciudades. Más allá de su dimensión técnica, las infraestructuras conectan y organizan los fragmentos de territorio, dando coherencia a paisajes que combinan elementos naturales y artificiales. Esta relación híbrida entre lo técnico y lo natural genera paisajes que evolucionan constantemente, las infraestructuras no solo son artefactos funcionales, sino también mediadores entre la transformación urbana y el entorno natural. El área ha experimentado un crecimiento repentino de población que sumado a la llegada periódica de turistas han dejado aún desfazada la oferta de infraestructuras y equipamiento con respecto a la demanda de los residentes y visitantes.

Las infraestructuras en este territorio juegan un rol clave, configurando una geografía propia y determinando la forma de expansión de la ciudad. En un paisaje tan plano y con contadas variaciones las infraestructuras se configuran como nuevos elementos de referencias en el terreno, una especie de menhires contemporáneos.
Fig.07 – Mapa de Infraestructuras

Fig.08 – Mapa de Análisis
En este contexto, de ciudades en consolidación, fuerte impulso del turismo como motor de desarrollo, grandes fluctuaciones de población, y la importancia del paisaje y las infraestructuras que lo habitan, surge la pregunta de investigación:
¿Puede el turismo ser más que una actividad económica y convertirse en un instrumento de desarrollo territorial?
El turismo en muchas partes del mundo se percibe como un problema o como una actividad económica agresiva que altera y degrada ciudades y paisajes. En el caso uruguayo, la visión y la realidad son algo distintas; aquí, el turismo se considera una actividad positiva que merece ser conservada y promovida.
Hipótesis
En este sitio de ciudades en expansión y consolidación, donde la población fluctúa drásticamente según la época del año, se deben proyectar estrategias capaces de crecer y decrecer según la demanda. A su vez el aumento de población estable en los diferentes balnearios requiere más servicios e infraestructuras. De esta manera se plantea una oportunidad de experimentar con infraestructuras de nueva generación, las cuales sean capaces de cumplir con sus funciones estrictamente técnicas pero a la vez puedan dotar de equipamiento a la ciudad, infraestructuras que sean capaces de brindar servicio a los ciudadanos todo el año y que durante la temporada turística se adapten a los nuevos usuarios transitorios.
De esta manera la región será un Paraíso Artificial, el hábitat de una red de monstruos urbanos capaces de mediar entre la naturaleza y el ser humano, máquinas productivas y hedonistas, que se inflan y desinflan según la estación, constituyendo así una amalgama de materiales, especies y situaciones.
Paraísos y Monstruos
¿Por qué Paraíso Artificial?
Los paraísos artificiales, en el pensamiento de Baudelaire, se vinculan con un estado de conciencia alterado inducido por el opio, generando un estado de fascinación y alienación que opera como mecanismo de escape. En este sentido se podría asociar el pensamiento de Baudrillard, el paraíso artificial podría entenderse como un espejismo placentero y alienante. En estos casos, el paraíso artificial exhibe una cuota de fascinación y falsedad a la vez. Al analizar las definiciones de cada término, se evidencia que “paraíso” hace referencia al término bíblico, mientras que “artificial” se relaciona con lo falso o manufacturado, lo que conlleva a la configuración de un Paraíso de mentiras. Asimismo, el término “paraíso” integra una dimensión moralizante, al sugerir que solamente los individuos virtuosos y puros podrían acceder a él.
Se plantea alejarse de interpretaciones negativas y tratar de cambiar el tono de la expresión. En este sentido, se propone aproximarse a los conceptos planteados por Cristina Díaz Moreno y Efrén García Grinda, quienes hacen referencia a las “Terceras Naturalezas” de Jacopo Bonfadio, entendidas como una naturaleza modificada con fines estético-culturales. Desde la perspectiva de los arquitectos, el concepto se interpreta como la posibilidad de transformar artificialmente el entorno para configurar asambleas complejas (o ecologías) de materiales, en las que convergen elementos vivos e inertes, diversos grupos sociales y objetos dotados de significación tecnológica y cultural, en un estado de interacción y fricción constante.
¿Qué son los Monstruos?
Los Monstruos serán los habitantes de estos nuevos Paraísos. Nuevas infraestructuras, Transinfraestructuras, entendidas como sistemas dinámicos y mutables con agencia propia, capaces de operar más allá de la dicotomías naturaleza/cultura, humano/máquina, ciudad/territorio. Son organismos autóctonos del Antropoceno, capaces de gestionar flujos integrando sistemas orgánicos y artificiales; son transespecie, atendiendo lo humano y lo no-humano; actúan a múltiples escalas, desde lo local hasta los sistemas ecológicos y urbanos.
Estos monstruos termodinámicos, crean nuevos espacios públicos a través del uso inteligente de flujos y energías. Forman simbiosis que convierten los excedentes industriales/productivos en recursos, reconfigurando las relaciones entre naturaleza, tecnología y sociedad, y actuando como participantes activos en el ecosistema.
Estos nuevos dispositivos se integrarán al sitio, siendo un nuevo tipo de landmark, con una escala y programación singular; un ser vivo que respira, exhala, come, defeca y suda.
Proyecto
Se introducen nuevos sistemas dinámicos capaces de gestionar flujos materiales, biológicos, energéticos y sociales, actuando como catalizadores de nuevas relaciones entre tecnología, paisaje y sociedad. En este contexto, las infraestructuras, generalmente consideradas elementos duros y disruptivos, pueden ser resignificadas como dispositivos híbridos y adaptativos. Estas estructuras evolucionan más allá de su función primaria para convertirse en nodos estratégicos de encuentro, aprendizaje y ocio, facilitando la coexistencia entre lo construido y lo ecológico.

Fig.09 – Matriz de Monstruos
Un Bestiario Transintraestructural
Se plantea la elaboración de un Bestiario que compendie todas las Traninfraestructuras que habitarán este espacio. Al igual que sus antecesores medievales recopilaban información tanto sobre animales reales como fantásticos, este Bestiario describirá el aspecto, las funciones y el hábitat de cada uno de estos Monstruos territoriales, ofreciendo además interpretaciones simbólicas y críticas de su presencia y papel en el entorno.
Esta matriz de asociación no será un catálogo estático, sino una herramienta viva que evolucionará conforme se detecten y configuren nuevas relaciones y sinergias entre el tipo de hábitat y los roles específicos que estas criaturas deben cumplir en el ecosistema.
De esta manera, se busca no solo registrar la aparición de nuevas Traninfraestructuras, sino también cuestionar y repensar la integración y el funcionamiento de las infraestructuras en el territorio.

Fig.10 – Mapa de Monstruos

Fig.11 – Diagrama de Tesis
Bibliografía
-Ábalos, I. (2005). Atlas pintoresco. Vol. 1: El observatorio. Gustavo Gili.
-Ábalos, I. (2008). Atlas pintoresco. Vol. 2: Los viajes. Gustavo Gili.
-Ábalos, I. (2009). Naturaleza y artificio: El ideal pintoresco en la arquitectura y el paisajismo contemporáneos. Editorial Gustavo Gili.
-Ábalos, I., & Sentkiewicz, R. (2015). Ensayos sobre termodinámica, arquitectura y belleza. Actar Publishers.
-Allen, S. (1999). Points + lines: Diagrams and projects for the city. Princeton Architectural Press.
-Bélanger, P. (2017). Landscape as infrastructure: A base primer. Routledge.
-Gausa, M., Guallart, V., & Müller, W. (Dirs.). (2003). HiperCatalunya: Territorios de investigación (1ª ed., Vol. 1). Actar.
-Gausa, M., Guallart, V., & Müller, W. (Dirs.). (2003). HiperCatalunya: Territorios de investigación (1ª ed., Vol. 2). Actar.
-Gausa, M., Bianchini, S., & Falcón, L. (2011). Multiramblas. BCN 6T: Territorio/Turismo. Tiempo/Tecnología. Talento/Tolerancia. List – Laboratorio Editoriale.
-Haraway, D. (2020). Manifiesto Cíborg: Ciencia, tecnología y feminismo socialista en los años 80 (M. P. Sampedro, Trad.). Editorial Kaótica.
-Lenton, T. M., & Latour, B. (2018). Gaia 2.0. Science, 361(6407), 1066-1068.Waldheim, C. (2016). Landscape as urbanism: A general theory. Princeton University Press.
-Olóriz Sanjuán, C. (2019). Landscape as territory: A cartographic design project. Actar Publishers.
-Reed, C., & Lister, N.-M. (Eds.). (2020). Projective ecologies: Ecology, research, and design in the climate age (2nd ed.). Actar Publishers.