DEL ARROZ

Esta investigación se sitúa en el territorio arrocero del noreste de Uruguay, caracterizado por tierras bajas y húmedas asociadas a la cuenca de la Laguna Merín. Dentro de su territorio está el sistema de humedales Bañados del Este y Franja Costera, reconocido por su importancia planetaria y por servir de hogar para especies de flora y fauna nativa, algunas de ellas en peligro de extinción.
La explotación agropecuaria, se ha intensificado en los últimos 40 años. Actualmente, 160.000 hectáreas de nuestro territorio son destinadas a la producción de arroz, siendo Uruguay el séptimo mayor productor arrocero del mundo y el único país de América del Sur que produce arroz para exportación. Del total producido, el 90% se exporta, un 6% es guardado para semilla, y apenas un 4% es consumido por los uruguayos.

La producción arrocera responde a una demanda alimentaria creciente, lo que implica que, a medida que la población mundial continúe en expansión, esta actividad estará cada vez más presionada por el comercio global.
La producción de arroz en la cuenca de la Laguna Merín ha transformado el paisaje, alterando sus ecosistemas culturales, naturales y económicos. La manipulación hidrológica, necesaria para el cultivo, priorizó lo productivo-económico, desecó humedales y alteró los ciclos hidrológicos.

Para el cultivo se han usado territorios que originalmente eran bañados y humedales con ecosistemas nativos de gran biodiversidad. Dentro de su territorio está el sistema de humedales Bañados del Este y Franja Costera, reconocido por su importancia planetaria y por servir de hogar para especies de flora y fauna nativa, algunas de ellas en peligro de extinción. Su delimitación incluye un sitio Ramsar en riesgo por la producción de arroz. Ramsar, un tratado intergubernamental, sirve de marco para las acciones nacionales y de cooperación internacional para conservar y hacer un uso racional de los humedales y sus recursos
Para regular los ciclos de riego y secado que demanda la producción arrocera, se ha ejercido un control intensivo de las aguas, desecando humedales y ampliando las tierras destinadas al cultivo.
Esta manipulación hidrológica, de enorme magnitud, ha generado problemas ecosistémicos graves. Su objetivo principal ha sido controlar las aguas para uso productivo, priorizando exclusivamente lo productivo y desplazando otras variables esenciales para el equilibrio del ecosistema.

La creciente demanda global de alimentos impulsa modelos productivos cada vez más intensivos, incrementando el consumo de agua y el uso de agroquímicos para maximizar la producción. Esta intensificación tiene consecuencias graves, contaminando tanto los componentes bióticos como abióticos del ecosistema.
La fragilidad ecosistémica del área es preocupante, ya que se ha convertido en el destino final de los residuos agrícolas, una zona de sacrificio mundial.
La industria arrocera necesita nivelar completamente las tierras y eliminar toda vegetación existente, convirtiéndolo en un paisaje despojado para facilitar el cultivo del arroz, lo que altera significativamente los ecosistemas locales y reduce la biodiversidad. Este proceso implica convertir áreas ricas en nutrientes, con vegetación y flora nativa, en desiertos artificiales
Para obtener el agua necesaria para inundar las zonas arroceras, se utiliza el agua de los bañados y humedales, secándolos temporalmente.
El arroz requiere gran cantidad de fertilizantes y agroquímicos para el control de plagas. Estos productos químicos quedan en el agua del arrozal. Para cosechar el arroz, es necesario secar las arroceras, lo cual lo hacen a través de canales que desaguan en los cursos de agua.
Actualmente, el sistema productivo arrocero genera externalidades que no están siendo aprovechadas. La gestión de los residuos implica un gasto de energía y recursos al mismo tiempo que contribuye a la contaminación de los ecosistemas agravando el cambio climático.
En general, los desechos de incluyen principalmente la paja y la cáscara de arroz conformando un volumen significativo. En general, para disminuir su volumen estos desechos son quemados a cielo abierto emitiendo CO2 o lanzados a los cursos de agua contaminando los mismos
Hoy este territorio puede entenderse como un mecanismo donde infraestructuras y energías responden a una lógica de producción lineal y extractivista orientada a una única función, generando segregación y desconociendo diversidades tanto ecológicas como culturales.

Actualmente, el sistema productivo arrocero genera externalidades que no están siendo aprovechadas. La gestión de los residuos implica un gasto de energía y recursos al mismo tiempo que contribuye a la contaminación de los ecosistemas agravando el cambio climático. Este escenario abre preguntas clave para repensar el modelo:
¿Puede la revalorización de estos subproductos transformar el modelo de producción lineal en un modelo ecosistémico y metabólico?
LOS CERRITOS

Este territorio, hoy casi deshabitado, fue hogar de comunidades indígenas hace 5000 años. Su legado, los Cerritos de Indios, evidencia una gestión circular y ecosistémica del territorio, hoy amenazada por el avance del agronegocio, donde naturaleza y cultura se ensamblan en un proceso continuo de transformación.
Estos cerritos fueron construidos mediante capas sucesivas de tierra enriquecida con los desechos orgánicos. Así no solo permitieron cultivar, habitar y enterrar a los difuntos, sino que transformaron el paisaje de los humedales, creando territorios artificiales aún más fértiles que los ecosistemas naturales circundantes.
Los residuos orgánicos se reutilizaban como fertilizantes, los árboles plantados eran frutales que brindaban alimento y leña, y el entorno se diseñaba estratégicamente para garantizar la sostenibilidad del hábitat.
El desafío es poder integrar esta enseñanza de vida indígena, que durante más de 5000 años enriquecieron y diversificaron el paisaje desde una visión amplia, frente al sistema actual que muchas veces degrada y segrega.
¿Como integrar estas sabidurías ancestrales a al sistema actual que genera degradación y segregación?
Los Cerritos de Indios, patrimonios vivos de las trasformaciones antrópicas realizadas por las comunidades indígenas en el pasado, nos hablan de transformaciones que operaban, apoyados en el concepto de Máquina Deseante de Deleuze y Guattari, como verdaderas máquinas ensamblando diversos flujos de vida y muerte, cultura y naturaleza, en un continuo de transformación. Frente a un modelo extractivo dominante, los cerritos nos proponen otra lógica de relacionamiento con el entorno: enriquecer y diversificar el paisaje, en lugar de agotar. Reconocer estos aprendizajes no es solo un acto de preservación cultural, sino una guía para imaginar nuevas formas de producción, habitar y convivencia.
MÁQUINA METABÓLICA TERRITORIAL
¿Cómo puede reconfigurarse el modelo de producción arrocera lineal hacia uno maquínico y metabólico que articule diversidad ecológica, cultural y tecnológica en el territorio?
Del diálogo entre estas dos miradas, separadas en el tiempo, lo indígena y lo actual, surge el concepto de Máquinas Metabólicas como alternativa a la monoproducción arrocera. Máquinas capaces de ensamblar heterogeneidad y diversidad a los procesos productivos actuales metabolizando flujos de energía, producción y desechos de manera integrada.
Para ello se plantea una red de dispositivos (proto-máquinas) diseñadas para ensamblar e integrar cultura, conocimientos, energías, tecnologías y ecologías de vida, tanto humanas como no humanas, reconfigurando los engranajes de la producción de arroz. Cada proto-máquina cumple una función específica dentro del sistema metabólico territorial, activando relaciones ecológicas, sociales, económicas y productivas. No operan de forma aislada, sino que despliegan su potencia en la interacción territorial.

Esta red de dispositivos se compone por distintas proto-maquinas, donde cada una de ellas tiene ciertos beneficios tanto en el eje ecológico, social, económico o productivo e interactúa con distintos actores presentes en el territorio. Cada una de ellas tiene distintos plazos para su aplicación.

RED DE DISPOSITIVOS PROTO-MÁQUINAS

MAPA DE INTERACCIONES
FICCIONES








MÁQUINA METABÓLICA
más allá del arroz
para reimaginar el territorio y proyectar futuros diversos