Falta de espacios de encuentros

En Lisboa, la falta de espacios habitables y los desafíos que plantea la isla de calor convergen, creando un problema y empeorando la calidad de vida en la ciudad. La ausencia de lugares de reunión y el aumento de las temperaturas que se siente en las calles no son sólo problemas inconvenientes, sino factores que afectan directamente la salud física y mental de los habitantes, acelerando las disparidades sociales existentes.

El efecto isla de calor, alimentado por la falta de espacios verdes, es un reflejo de la desigualdad socioeconómica, ya que los barrios municipales acaban sufriendo más intensamente por la falta de infraestructura social, lo que contribuye a la ausencia de una comunidad cohesionada.

Al analizar las implicaciones del calor extremo en Lisboa, es innegable que las olas de calor tienen un impacto significativo en la salud pública. El aumento de las temperaturas está directamente asociado con una mayor mortalidad, siendo las poblaciones más vulnerables, como las personas de mayor edad y las de bajos ingresos, las más afectadas.

Valores de la isla de calor urbano al atardecer en lugares donde el valor es superior a 1.5 grados centígrados en Lisboa.
Fuente: Elaboración propia.

En los últimos años, Lisboa se ha enfrentado a desafíos cada vez mayores en la calidad del espacio público, como lo demuestran varios artículos periodísticos e informes de los residentes. La silenciosa privatización de las áreas públicas, cuyo acceso a menudo requiere consumo, y la eliminación de los bancos de los parques en algunos vecindarios han generado preocupación sobre el espacio público. Este espacio es el lugar más democrático que tenemos en las ciudades. Estas tendencias reflejan la urgente necesidad de repensar el diseño urbano para garantizar espacios públicos más inclusivos y accesibles, promoviendo una ciudad cohesionada y habitable para todos sus residentes.

Pero, ¿cómo podemos tener estos espacios que tanto necesitamos, en una ciudad que ya está construida y no tiene nuevos espacios para construir?

Oportunidad

En medio de este desafío, surge una oportunidad. En Lisboa hay alrededor de 170 escuelas públicas, que pueden desempeñar un papel fundamental en la transformación del entorno urbano. Al analizar la accesibilidad y proximidad a las escuelas encontramos que el 38% de la población vive a menos de 5 minutos caminando de una escuela y el 89% si consideramos 10 minutos. Esto sugiere la posibilidad de utilizar el entorno escolar como nuevos espacios públicos, promoviendo la comunidad, ofreciendo refugios climáticos y brindando oportunidades para actividades comunitarias.

Proximidad a las escuelas ne Lisboa.
Fuente: Elaboración propia.

Imaginemos una red de espacios de escuelas públicas, donde las calles frente a las escuelas están abiertas a la gente, impidiendo el paso de los coches. Estos lugares estarían diseñados para ofrecer nuevos espacios sociales, bancos cómodos y refugios de calor, con la plantación de árboles y la creación de sombra artificial. Este enfoque buscaría establecer espacios públicos en toda la ciudad, garantizando la accesibilidad en todos los barrios de Lisboa. Además, cada escuela se convertiría en un punto central para la comunidad local y una palanca para ciudades más humanas. También plantearía cuestiones importantes sobre el papel de las escuelas en el espacio público y en la comunidad.

Además de la calle circundante, este programa promovería la apertura de escuelas los fines de semana y en horario nocturno, multiplicando así el espacio comunitario. Esto implicaría el uso de espacios internos de las escuelas, adaptados con equipos que puedan usarse para diferentes propósitos, yendo más allá del contexto escolar. Esta apertura ofrecería apoyo a asociaciones, cooperativas y otras iniciativas con impacto social positivo en cada barrio y que necesiten espacios para sus encuentros.

Lo mismo podría hacerse con eventos como ferias de productos locales, teatro u otros eventos culturales.

En este sentido, las escuelas no serían sólo lugares de aprendizaje, sino verdaderos centros de vitalidad cultural y comunitaria.

Impacto en el barrio

Programa “School Streets” en Paris.
Fuente: Ayuntamiento de Paris

Integrar las escuelas en la vida diaria de la comunidad puede tener un impacto muy positivo. Al abrir las escuelas los fines de semana y transformar sus entornos en lugares de encuentro, se crea un espacio social beneficioso para todas las edades. Esta podría ser una solución que también puede ayudar con el problema de la gentrificación, ofreciendo espacios a asociaciones, cooperativas y otros colectivos que buscan un lugar para reunirse sin el obstáculo de los altos ingresos que enfrentan hoy.

La implementación de medidas como el urbanismo táctico, que requieren poca financiación y tiempo de implementación, ayudaría a la expansión y popularización del modelo en toda la ciudad.

Programa “Protegim escoles” en Barcelona.
Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Los programas “Calles Escolares” también han ganado popularidad en todo el mundo, ofreciendo espacios más seguros en el entorno escolar para los niños y en ubicaciones que mejoran la calidad del espacio público.

Este programa también se beneficiaría de garantizar que estos espacios se conviertan en auténticos refugios climáticos, ayudando a combatir las olas de calor cada vez más sentidas en la ciudad de Lisboa.

Estas estrategias, aplicadas en conjunto,transformaría el entorno de las escuelas en espacios multifuncionales, mejorando la calidad de vida de la comunidad y enfrentando los desafíos climáticos de la ciudad.

Impacto social en el barrio

Integración de comunidades extranjeras.

Además de ofrecer espacios para la comunidad, las escuelas pueden convertirse en centros de apoyo social. Asociaciones, cooperativas y otros colectivos desplazados por la gentrificación pueden encontrar en la infraestructura escolar un lugar de encuentro y desarrollo de actividades. Este enfoque también favorece la integración de comunidades extranjeras, ya que existen espacios que promueven el contacto entre comunidades locales y extranjeras.

Es también en la apertura de la escuela como punto focal de la vida comunitaria, que podemos imaginar usos que ayuden en el proceso de integración de estas comunidades locales, tales como:

  • Clases de portugués
  • Eventos sobre la cultura de esa comunidad y que les ayuden a recordar su país y tradiciones.
  • Promover el emprendimiento ayudando a desarrollar negocios que personas de diversas comunidades quieran abrir.
  • Ayuda con los procesos de legalización, particularmente al traducir documentos.

La implementación de estas medidas traería un impacto muy positivo a cada barrio, además de fortalecer los vínculos entre la comunidad, facilitando también el proceso de integración de varias comunidades diferentes.

Integración de la comunidad de personas mayores con los más jóvenes y la tecnología.

La integración de la comunidad de personas mayores con los más jóvenes es esencial para promover una sociedad más cohesionada y resiliente.

La implementación de programas específicos, como talleres para personas mayores dirigidos por jóvenes estudiantes, establece una conexión significativa entre diferentes generaciones. Estos espacios no sólo funcionan como lugares físicos para reuniones, sino también como ambientes propicios para el intercambio de conocimientos y experiencias. Combatir la soledad, promover el acceso a la información y combatir la desinformación son desafíos sociales importantes, y las escuelas pueden desempeñar un papel activo en este sentido.

El desarrollo de estos espacios multifuncionales requiere un enfoque integrado. La aplicación del urbanismo táctico, las “calles escolares” y los refugios climáticos pueden ser la clave para crear entornos dinámicos y adaptables a las necesidades cambiantes de la comunidad. La colaboración entre diversos actores, como escuelas, asociaciones, colectivos y la comunidad en general, es fundamental para garantizar que estos espacios sean verdaderamente inclusivos y beneficien a todos.

Espacios públicos con usos diversos.
Fuente: Elaboración propia.


Estrategia

Identificar el problema y proponer una solución integral para resolver diversos desafíos urbanos y sociales marca el inicio de este proyecto. La visión implica definir una estrategia y crear una guía detallada para guiar a los municipios en el proceso de implementación del programa. Centrándose en ejemplos específicos de la ciudad de Lisboa, esta tesis resaltará intervenciones en el espacio de la escuela pública, análisis de datos del ecosistema urbano circundante y la identificación de actores esenciales.

Dado que no es posible abarcar todos los procesos en todos los centros educativos, el proyecto se centrará en la estrategia global, buscando referentes internacionales. Sin embargo, siempre que sea posible, se aplicarán ejemplos específicos en las escuelas de Lisboa.

Por ello, se elaboró ??un manual integral con lineamientos para guiar la implementación de esta estrategia, el cual se denomina “Escuelas vivas”. Este manual, dividido en cinco áreas distintas, tiene como objetivo proporcionar una hoja de ruta clara para los municipios interesados ??en adoptar y adaptar este programa.

Guidelines para implementar el programa “Escuelas Vivas”.
Fuente: Elaboración propia.

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Análisis de búsqueda

La fase inicial de la estrategia “Escuelas Vivas” requiere un análisis integral que incluya la recopilación de datos demográficos locales, factores socioeconómicos y culturales. Será vital identificar áreas potenciales frente a las escuelas para mejorar los espacios públicos. Además, las evaluaciones detalladas del estado actual del diseño y la infraestructura urbanos serán clave para comprender cómo los espacios existentes contribuyen o dificultan la interacción comunitaria. La sostenibilidad y la resiliencia también deben considerarse en la planificación urbana, mientras que la participación de las partes interesadas, incluidas las escuelas, el gobierno local, las asociaciones comunitarias y las cooperativas, es crucial. En esta etapa será clave definir claramente las funciones y responsabilidades de cada parte interesada.

Involucramiento y participación comunitaria

El éxito del programa dependerá de la participación activa de la comunidad. Desarrollar un modelo de planificación participativo que incluya a los miembros de la comunidad en las decisiones será esencial. Se utilizarán herramientas como talleres, encuestas y grupos focales para recolectar contribuciones. Un sitio web interactivo donde es posible enviar sugerencias para cada espacio, permite a la población participar fácilmente en el diseño de estos espacios. Se desarrollará una estrategia de comunicación integral, que incluye redes sociales, eventos comunitarios y medios de comunicación locales. Se definirán embajadores del proyecto para participar en eventos de la ciudad. Será esencial la colaboración con la comunidad para identificar actividades preferidas para el espacio público, como eventos culturales, mercados y programas educativos.

Diseño e implementación

Garantizar la accesibilidad y la inclusión en el diseño es un objetivo primordial. La investigación de materiales se realizará utilizando referencias utilizadas por otros proyectos similares que ya existen a nivel internacional. Estas referencias serán útiles para combinar con los resultados de la participación comunitaria, seleccionando materiales alineados con las preferencias y objetivos de sostenibilidad. El desarrollo de un plan de implementación por fases garantizará la eficacia de los recursos. Analizar el uso del espacio público y establecer una estructura de gobernanza que involucre a todas las partes interesadas serán pasos que se llevarán a cabo en esta etapa.

Monitoreo y evaluación

Definir indicadores clave (KPI) para medir el éxito del espacio público es fundamental. La supervisión de las métricas relacionadas con la participación, la seguridad y el uso de la comunidad será una práctica continua. Revisar y adaptar periódicamente el espacio público de acuerdo con las opiniones de la comunidad es una práctica constante. También es importante tener espacio para incorporar cambios y sugerencias que surjan de la experiencia de los primeros resultados.

Finalmente, es muy importante documentar todo el proceso, incluidos los desafíos enfrentados y las lecciones aprendidas, mostrando transparencia en todas las fases del proyecto.

Escalabilidad y replicación

En la última etapa del proyecto, la prioridad es garantizar que la estrategia no sólo sea efectiva en Lisboa, sino también escalable y replicable. Esto implica el desarrollo de lineamientos que permitan expandir el proyecto a otras localidades, tomando en cuenta variables regionales y diferencias culturales. Además, parte integral de esta fase es el esfuerzo por impulsar políticas que promuevan la creación de espacios públicos frente a las escuelas, consolidando el apoyo institucional necesario. La estrategia pragmática incluye la identificación de posibles fuentes de financiación, subvenciones y asociaciones, con el objetivo de permitir la escalabilidad del proyecto. En este contexto, explorar opciones de financiación colectiva también se considera una alternativa viable a la financiación de intervenciones específicas y pequeñas.

Propuesta de libro de directrices.
Fuente: Elaboración propia.

La propuesta de transformar las escuelas en centros de vida comunitaria no solo aborda la falta de espacios públicos, sino que también aborda los desafíos climáticos y sociales. Aprovechando la red de escuelas públicas existentes, Lisboa tiene la oportunidad de redefinir su paisaje urbano y crear una ciudad más inclusiva y sostenible. La colaboración entre la comunidad, autoridades municipales y organizaciones es fundamental para transformar este concepto en una realidad tangible y replicable en otras ciudades. Vivir las escuelas, no sólo para la educación, sino como catalizadores de una vida urbana vibrante y equitativa.