Recalificación de Áreas Degradadas por la Industria Salinera – Cabo Frio – Brasil
Introducción
Desde los albores de la humanidad, la sal siempre ha jugado un papel fundamental en la sociedad. Su importancia era tan grande que en la antigüedad, la sal se utilizaba como moneda, conservante, condimento y alimento. Antes de la colonización portuguesa, los primeros habitantes de esta zona, los montículos de conchas, se alimentaban de la caza y la pesca y se asentaron allí debido a la flor de sal florida, que, mezclada con especias locales, se transformaba en el condimento llamado Gecay. Con la colonización, se prohibió la producción de sal con fines coloniales en Brasil, lo que provocó una dependencia económica y política de Portugal. Con la llegada de la familia real a Brasil, la sal comenzó a producirse en Cabo Frío, principalmente en el territorio que llamamos Perynas. Este proyecto tiene como objetivo abordar el contexto histórico de la primera área de exploración de sal en Brasil, Perynas, que, después de 200 años, finalizó sus actividades, dejando un legado territorial complejo, con áreas regeneradas, áreas áridas y un paisaje impresionante. El objetivo de este estudio es buscar la mejor interpretación territorial posible, explorando sus posibilidades futuras, definiendo áreas de regeneración de vegetación restinga asociada a zonas de producción con crecimiento ordenado y atendidas por una red de apoyo a la producción turística, industrial y residencial, resignificando así este territorio.
Datos de Ubicación y Municipio
Datos de Ubicación y Municipio Cabo Frio es el séptimo municipio más antiguo de Brasil, ubicado en la Región Sudeste, en la Región de los Lagos del estado de Río de Janeiro. El origen del nombre es un topónimo que hace referencia al accidente geográfico “cabo” asociado a la presencia de aguas marinas ascendentes procedentes de la corriente marina del sur que afloran en este lugar, haciendo que las aguas sean frías y ricas en nutrientes. Curiosamente, este cable ya no forma parte del territorio de Cabo Frío, sino del municipio vecino Arraial do Cabo, que se emancipó política y administrativamente de Cabo Frío a principios de los años 80. El municipio se encuentra a una altitud promedio de 4 metros sobre el nivel del mar y tiene una superficie territorial aproximada de 413.449 km². Según el Censo 2022 (IBGE), la población residente en Cabo Frio es de 222.161 personas, la densidad demográfica es de 537,34 habitantes por kilómetro cuadrado, la tasa de escolaridad de los niños de 6 a 14 años es del 96,9%, el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de Cabo Frio es de R$ 52.801,54, La ciudad tiene una economía diversificada, con actividades económicas que incluyen el turismo, la pesca, la confección (ropa de playa), la extracción de petróleo, la agricultura, la agricultura, la artesanía y los servicios.
Cabo Frío está bañado por el mar y por la Laguna de Araruama, esta última es conocida por ser la laguna hipersalina más grande del mundo, con 220km² de espejo de agua y su única conexión con el Océano Atlántico está dada por el Canal de Itajurú, desembocando en Boca Da Barra, en el municipio de Cabo Frío. La baja carga hidrológica pluviométrica, el viento, el sol y el bajo intercambio de agua con el mar debido a esta única conexión justifican la hipersalinidad encontrada en este lugar. El objeto de este estudio es el territorio de Perynas, que es una extensión de terreno de 11km² que se ubica en los márgenes de la Laguna de Araruama con su ocupación marcada por la producción de sal y la logística de acceso al mar.
Breve Histórico
Antes de adentrarnos en la historia de Salina Perynas, es fundamental entender el contexto precolonial de la importancia de la sal en la región, hasta nuestros días y la importancia de la sal para la humanidad. El uso de la sal comenzó hace unos 5 mil años, destacándose en regiones como Babilonia, Egipto, China y civilizaciones precolombinas. En las sociedades primitivas de Europa, su extracción tuvo lugar en la Edad del Bronce, estando restringida a las poblaciones costeras. La sal era escasa y valiosa, se vendía por peso de oro y se usaba como moneda. Los romanos pagaban parte de la remuneración de los soldados en sal, dando lugar a la palabra “salario”. A pesar de su importancia, los productos perecederos no se conservaban adecuadamente. Fumar no era suficiente, y la salazón alteraba el pH de los alimentos, evitando el crecimiento de microorganismos.
En la Laguna de Araruama, la laguna hipersalina más grande del mundo, la capacidad de cristalización natural de la sal era bien conocida por los pueblos ancestrales mucho antes de la llegada de los colonizadores portugueses, su importancia local fue solo después de los ciclos del palo de brasil y el oro. Debido a esta riqueza en sal, la región donde hoy se encuentra el Municipio de Cabo Frío era conocida por los indios Tamoio como “Gecay”, término que se refería a un condimento hecho con sal cristalizada, asociada a otras especias, que era utilizada en su alimentación y rituales. La abundancia de sal en su estado natural, en las rocas o flotando en pequeñas llanuras aluviales en los bordes del sistema lagunar, hizo de la sal un recurso de fácil acceso para los pueblos originarios, quienes desarrollaron métodos para su recolección y uso. El gecay como especia ha sobrevivido a lo largo de los siglos y sigue siendo una parte integral de la identidad gastronómica local en la actualidad, lo que refleja la continuidad e influencia de la cultura indígena en la cocina local. Tras el contacto con el viejo mundo a través de los colonizadores europeos, también llegaron algunos tipos de sanciones administrativas con el fin de garantizar la dependencia de la colonia de Portugal, una de ellas fue el Contrato de la Sal. El Contrato de la Sal en el Brasil colonial no fue solo una política económica; Era una estrategia de control y poder. El monopolio establecido por el Imperio Portugués sobre la producción y comercialización de sal en sus colonias tenía como principal objetivo mantener a Brasil y otras colonias económicamente dependientes de Portugal. La sal, al ser un recurso indispensable para la conservación de los alimentos y la vida cotidiana, se convirtió en una herramienta de dominación colonial.
Las regiones productoras de sal de Portugal, como Aveiro, Figueira da Foz, Tejo, Sado y Algarve, estaban protegidas por este contrato, que garantizaba un mercado cautivo para la sal portuguesa e impedía el desarrollo de una industria salinera autónoma en Brasil. Además, las ciudades de Setúbal y Lisboa funcionaron como los principales puertos de exportación, centralizando el comercio y reforzando el control metropolitano sobre la economía colonial. La restricción de la producción local de sal en Brasil sirvió para asegurar que la metrópoli pudiera extraer riqueza de las colonias, manteniéndolas sumisas y limitando su potencial de crecimiento económico. La ruptura de este monopolio a principios del siglo XIX fue, por lo tanto, un acto de liberación económica que permitió a Brasil explotar sus propias salinas, estimulando el crecimiento de la industria nacional de la sal y contribuyendo a la independencia económica del país. Durante las invasiones napoleónicas en la Península Ibérica, la familia real portuguesa se trasladó con gran parte de la corte a Brasil y en este complejo panorama la autosuficiencia económica de Brasil era fundamental, en esta época se cuestionaban las protecciones reales en la producción de sal. La ruptura del Contrato de la Sal a principios del siglo XIX fue un hito importante para que Brasil desarrollara su propia industria de la sal y su independencia. Con esta política liberal, en 1801, se abolió el monopolio y las capitanías brasileñas comenzaron a explorar las salinas naturales y a producir sal localmente. Esto marcó el comienzo de una nueva era para la economía brasileña, reduciendo la dependencia de la sal importada y estimulando el crecimiento de la industria salinera nacional.
ta de dominación colonial.
O Inicio de la producción de sal en Brasil
En el Municipio de Cabo Frío, la región donde hoy se encuentra Salinas Perynas surgió como un hito en la historia de la producción de sal en Brasil. Fundada por el alemán Luís Lindenberg, luego de recibir la autorización de Don Pedro I, Salina Perynas se convirtió en la primera gran empresa productora de sal del país, iniciando sus operaciones en 1828. Como precursor de esta actividad en Brasil, el visionario Lindemberg no solo marcó el comienzo de una nueva era en la producción de sal en Brasil, sino que también sentó las bases para el desarrollo económico del país y la independencia industrial en este sector. Su contribución a la industria salinera brasileña es un legado que perdura hasta nuestros días.
“Después de obtener una concesión de terrenos baldíos en la zona naval, hecha por D. Pedro I, en 1828, el alemán Luís Lindemberg, que llegó a Brasil en 1808, construyó la Salina Grande, en Perynas, Cabo Frío, la primera gran empresa productora de sal del país. Después de la muerte de Lindemberg, Salinas Perynas, en 1891, fue vendida al Banco Comércio e Indústria do Brasil y luego transferida a un nuevo propietario, José Caetano Jalles Cabral. Veinte años más tarde, Jalles Cabral vendería la empresa Salinas Perynas a su yerno, el médico Miguel Couto, quien, después de reorganizar la empresa, pasaría su administración a Miguel Couto Filho. “
(PEREIRA, 2010, p. 188 – Traducción de Microsoft Copilot)
De la sal artesanal a la industrialización
Durante el período inicial de la actividad salinera bajo la dirección de Luiz Lindemberg, sugiere que se utilizó mano de obra esclava en la producción de sal, considerando el contexto histórico de Brasil. La esclavitud fue una práctica común en el país hasta su abolición en 1888, y muchas industrias, incluidas las salinas, dependían de la mano de obra esclava para funcionar. Antes de la industrialización, la producción de sal era un proceso que requería un gran esfuerzo físico y se llevaba a cabo en condiciones a menudo adversas. Los trabajadores formales y los esclavos utilizaban herramientas sencillas para recoger la sal cristalizada en los tanques de evaporación. La remuneración de estos trabajadores variaba, y en muchos casos, sobre todo para los esclavos, no había salario, sino manutención básica como “pago” por su trabajo. Con la abolición de la esclavitud en 1888, y la posterior industrialización, se produjo un cambio significativo en los métodos de trabajo y producción, con la introducción de maquinaria y procesos más eficientes y seguros. La calificación de la mano de obra se hizo necesaria para operar el nuevo equipo, marcando el final de la era de la esclavitud en la industria de la sal en Brasil.
La transformación de Salina Perynas en una operación industrializada no fue solo un cambio técnico, sino un fenómeno que reverberó profundamente en la economía y la sociedad de Cabo Frío. La introducción del parque industrial moderno supuso una revolución en el método de producción de sal, que pasó de un proceso artesanal a un sistema mecanizado y eficiente. Esto no solo aumentó la producción, sino que también mejoró la calidad de la sal producida, satisfaciendo las demandas de un mercado cada vez más sofisticado. Económicamente, la industrialización de la Salina de Perynas fue un motor de crecimiento, la sal comenzó a ser evaporada por maquinaria de gas a partir de la salmuera “reposada en mármoles de hormigón”, esto aumentó la competitividad de la sal brasileña en el mercado internacional y contribuyó a la diversificación de la economía local, que hasta entonces había dependido en gran medida de la pesca y la agricultura. La producción a gran escala aportó riqueza a la región, estimulando el comercio y la creación de nuevos negocios relacionados con la industria de la sal. Socialmente, el cambio tuvo un impacto igualmente significativo. La necesidad de operar equipos modernos y gestionar procesos industriales complejos requería una mano de obra más calificada, lo que generaba inversiones en educación y capacitación, brindando a los trabajadores locales la oportunidad de mejorar sus habilidades y condiciones de vida. La calificación de la fuerza laboral no solo elevó el nivel de vida de los trabajadores, sino que también promovió el desarrollo social de la región.
El cambio en el método de producción estuvo marcado por la adopción de tecnologías avanzadas que permitieron un control más preciso sobre el proceso de cristalización de la sal. La mecanización ha reducido la dependencia del trabajo manual y las condiciones climáticas, lo que ha dado como resultado una producción más estable y confiable. Esto también significó una mejora en las condiciones de trabajo, con menos riesgos para la salud de los trabajadores y un entorno de trabajo más seguro. La cualificación de la mano de obra fue una consecuencia directa de la industrialización. La operación de maquinaria y el mantenimiento de equipos requerían conocimientos técnicos especializados. Se implementaron programas de capacitación y desarrollo, elevando el nivel de especialización de los trabajadores. Esto no solo ha beneficiado a Salina Perynas, sino que también ha enriquecido el capital humano de la región en su conjunto. En resumen, la industrialización de la Salina de Perynas fue un punto de inflexión que trajo avances económicos y sociales duraderos. El cambio en el método de producción y la calificación de la mano de obra no solo transformó la industria de la sal, sino que también dio forma al devenir de Cabo Frío, preparando el terreno para una sociedad más próspera y desarrollada, sin embargo desde entonces la actividad de extracción de sal de manera artesanal ha sido decadente debido a que la sal extraída de las salinas de Lindemberg, se convirtió en solo un condimento para el proceso de fabricación de Miguel Couto Filho, que extraía esta sal directamente de la salmuera producida en tanques profundos de hormigón. Este cambio hizo que la producción de sal fuera cada vez más independiente del proceso artesanal, cambiando el perfil social del trabajador y afectando también a la naturaleza del paisaje local. La sal gruesa extraída por rasquetas a partir de cristalizadores artificiales en el suelo comenzó a desempeñar un papel solo en el reequilibrio del índice de salinidad de la salmuera que se inyectaba en la industria, el proceso artesanal convivió con el proceso industrial de forma armoniosa hasta la inauguración del Puerto de Forno, en Arraial do Cabo, que permitió una competencia con la sal gruesa artesanal producida por los todavía numerosos trabajadores locales.
El Puerto de Arraial do Cabo y los impactos en Cabo Frío
La construcción del Puerto de Arraial do Cabo, conocido como Porto do Forno, estuvo motivada por razones estratégicas y económicas. Iniciada en 1924, funcionó de manera precaria hasta su reformulación y luego se inaugura y es capaz de recibir un buque de mayor calado en 1972. La construcción de este puerto tuvo como objetivo satisfacer las necesidades de expandir el desarrollo económico y social de la Región de los Lagos, cambiando el escenario logístico local, beneficiando a empresas como Alcalis, Perynas y Sal Cisne. En funcionamiento, el Puerto de Forno hizo posible que la sal natural de Mossoró-RN comenzara a llegar a gran escala, impactando directamente en la industria salinera de Cabo Frío. Las condiciones climáticas favorables y los eficientes métodos de extracción en Mossoró-RN permitieron que la sal gruesa natural se produjera y comercializara a precios más competitivos. Además, la sindicalización y la necesidad de una mano de obra más numerosa y calificada en Cabo Frío encarecieron aún más la producción artesanal. La remuneración de los trabajadores de las salinas, influenciada por las negociaciones sindicales y la competencia con otros sectores como el turismo y la construcción civil, también contribuyó a la falta de interés tanto de los productores como de los empresarios por invertir en la matriz artesanal porque los costos locales de la extracción artesanal aumentaron naturalmente. En este contexto, la sal industrializada de Perynas y también de la Sal de Cisne, se convirtió en una combinación de la salmuera extraída de la Laguna de Araruama reservada en marnets y depósitos de hormigón, graduada con sal procedente de Mossoró por el Puerto de Forno y también con una cantidad decadente, cada vez menor, de sal gruesa artesanal producida en las salinas locales. Esta desaceleración en la producción artesanal de sal generó una gran subutilización del territorio y poco a poco estas salinas perdieron su funcionalidad. La falta de mantenimiento de la actividad salina de manera artesanal provocó que algunas de estas salinas se inundaran y se reintegraran a espejos de agua, otras se regeneraron mediante vegetación reposada, y otra gran parte continúa como un suelo seco, desierto y ocioso.
Cambio de paradigma, de la sal al turismo
Com a mudança de ordem econômica local, já era consolidado que o uso das áreas não industriais seria fundamentalmente outro. A década de 1970 foi marcada por uma “descoberta do turismo como economia” na Região dos Lagos, não só pela beleza cênica e águas cristalinas, mas agora facilitada pela conexão rodoviária melhorada com a construção da Potne Presidente Costa e Silva, a Ponte Rio-Niterói em 1974.
Nesse pano de fundo, com a transição tecnológica, associada a falta de necessidade de se produzir sal de forma artesanal que gerou um verdadeiro território ocioso, Perynas contratou um estudo ao arquiteto e urbanista Oscar Niemeyer, para que pudesse refazer o aproveitamento da área de forma a atender a indústria do turismo e consequentemente da construção civil da região. Após alguns estudos, Então surgia o “Arquipélago Perynas – Um plano preliminar, constitui as soluções iniciais do arquiteto , indispensáveis ao estudo do anteprojeto”, descrito agradavelmente pelo maior gênio da arquitetura brasileira:
“En el monorraíl corremos en la urbanización de Cabo Frío. ¡Un viaje formidable! Es de esta manera, desde arriba, que sentimos mejor la naturaleza y que nos parece más bella. Son playas blancas, grandes salinas, tierras vírgenes aún no contaminadas por el hombre. La guía nos explica el desarrollo. “Mira, esta es la entrada, el lugar de controles, recepción y embarque. Aquí puedes coger la lancha rápida, el coche eléctrico o, como nosotros, el monorraíl. Los coches de combustión no entran. No quieren que esta zona esté contaminada. El monorraíl comenzó a deslizarse sobre la guía de acero cuando aparecieron los dos primeros sectores: los ‘pueblos’. Lo miramos sorprendidos: dos grandes islas de 700 metros de diámetro. Y las casas pareadas, de 3 plantas, distribuidas armoniosamente en bloques de 100m, por todo el terreno. Desde arriba vemos las cuadras, las parejas abrazándose, los niños corriendo por la playa con sus ropas coloridas. Parece que la isla les pertenece. Pedimos bajarnos. Pero el guía insiste: “Mira ahí. Al otro lado. Es el centro cultural y deportivo, con canchas de fútbol, tenis, gimnasio, escuela de Educación Física, etc. Es el deporte extendido a todos. Abajo. -¡Qué bonitas son las dos plazas! Ambos llenos de cafés, bares y restaurantes. Uno brillando al sol, el otro en la sombra que recuerda a los viejos techos coloniales o, como decía Eça, “los perezosos del verano”. El comercio es bueno, las tiendas están actualizadas, todas modernas”. Es la simplicidad la que los integra en el concepto arquitectónico adoptado. No copiar. Crea cosas que sean diferentes, simples, auténticas. El monorraíl continúa y pronto aparecen las franjas de alojamiento de los puertos deportivos. Casas sencillas, balcones, que recuerdan a la vida al aire libre y a la gente feliz. Miramos hacia adelante. Es el collar de casas que acompaña a las playas. Casas modernas como encaramadas en la carretera. Y la guía nos ayuda con la lección memorizada. No querían bloquear las playas como es habitual. Preferían una solución que les permitiera pasar de una casa a otra como su pelo en un peine de dientes finos. En la solución rutinaria -nos explica en detalle- “las casas rodean las playas y solo de calle a calle podemos llegar a ellas. Aquí, entre cada grupo de casas, tiene la posibilidad de llegar a la playa. Es la solución lógica, que no se puede rechazar. Y entonces comprendimos el espíritu de ese hermoso collar cuyo propósito aún no habíamos realizado. “Mira hacia allá” -vuelve a decir el guía-, “mira el Centro de Rejuvenecimiento. Es lo mismo que los de Miami. Entras y a los 15 días la ropa está suelta en el cuerpo. Hay baños especiales, saunas, masajes, canchas deportivas, piscina, jogging, etc. Los tratamientos más modernos. Terminó el recorrido y miramos hacia atrás, como si tuviéramos salud de ese hermoso lugar”. Dulcemente, como un pájaro, el monorraíl nos llevó al punto de partida”. (Oscar Niemeyer)
Los estudios del arquitecto Oscar Niemeyer llevaron a la municipalidad de Cabo Frío a redactar una legislación especial con toques de sustentabilidad y que reflejara exactamente los anhelos del municipio para la nueva comprensión del uso y ocupación de esta área ahora ociosa, describiéndola como ZTDI, Zona Integrada de Turismo y Desarrollo, mejor descrita bajo el Decreto Municipal No. 748 del 20 de septiembre de 1983, la cual es una legislación vigente hasta la fecha. En la década del 90 se contrató otro proyecto a la oficina de Mindelin, bautizado con el nombre de Perynas Island Resort y se inició la obra de los primeros canales por la empresa Andrade Gutierres. El proyecto se detuvo a mitad de camino debido a problemas legales y al declive financiero de los involucrados. A medida que avanzaban los trabajos, las actividades de producción de sal de la producción industrial continuaron a un ritmo decreciente. El proyecto se detuvo, pero la actividad se mantuvo resistente, aunque deficitaria hasta la primera década del siglo XXI.
El fin de las actividades industriales de producción de sal y el colapso de la empresa Salinas Perynas.
Debido a la alta competitividad, otros métodos de producción, los propietarios ya vieron la quiebra de la empresa anunciada y de manera desastrosa trataron de salvaguardar sus activos. En una audaz maniobra legal, se crearon empresas con foco en el turismo y el desarrollo de la construcción civil, mientras la fábrica estaba en la UCI. Companhia Salinas Perynas, que alguna vez fue un hito en la industria de la sal de Cabo Frío, vio el final de sus operaciones debido a una compleja red de desafíos. Los intrincados problemas legales que involucran a sus trabajadores, sumados a una creciente acumulación de deudas con proveedores y prestadores de servicios, esbozaron el inicio de un período turbulento. La mala gestión, combinada con otros factores operativos y estratégicos, precipitó la inevitable decisión de cesar definitivamente la producción industrial de sal. La vibrante actividad que comenzó su declive durante 3 décadas, fue silenciada definitivamente en el año 2008. Las operaciones de la Compañía Salinas Perynas, que durante tanto tiempo contribuyó a la economía local y a la historia de la región, alcanzaron su epílogo, marcando el fin de una era en la industria salinera de la ciudad.
El legado patrimonial de Perynas
La villa industrial de los servidores con algunas casas dispersas, marnels de hormigón, una playa de 6,5km de largo entre otros, es el legado material que dejan después de los 200 años desde la primera antropización de este territorio. En una lectura reciente, el municipio de Cabo Frío, a través de la Ley Municipal Complementaria 52 de 2023, el Plan Maestro de Desarrollo Sostenible, enmarca la zona de Perynas como Macrozona de Expansión Urbana 1, realizando todas las bases necesarias para rearticular el desarrollo urbano sostenible de la zona. El mantenimiento del pensamiento estructurante para la zona sigue dando lugar a las mismas inspiraciones que llevaron a la creación de la ZTDI, con un nuevo ingrediente que sería el uso de la infraestructura logística del Aeropuerto Internacional de Cabo Frio y redefine las posibles ocupaciones con el fin de catalizar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de la Ciudad. alineándose con el concepto de Smart Cities, garantizando la seguridad jurídica a los inversores y preservando la creación de empleo. También en el Plan Maestro de Desarrollo Sostenible, se realiza en el mapa del anexo 06, donde se realizan las Áreas de Especial Interés Cultural, compuestas por las siguientes: 1A – Hito – Conjunto Histórico de la casa de Miguel Couto; 1B – Casas de Miguel Couto – Complejo Histórico de la casa de Miguel Couto; 1C – Capilla Santa Rosa de Lima – Conjunto Histórico de la casa de Miguel Couto; 1D – Casa Anexa – Conjunto Histórico de la casa de Miguel Couto; 9 – Ruinas de la antigua refinería de Perynas; y 10 – Portal de Acceso a la Zona de Perynas.
Áreas regeneradas frente a áreas no regeneradas
El mapa a continuación presenta dos interpretaciones distintas en figura y fondo. La zona en verde destaca las regiones donde se ha identificado un proceso regenerativo, que abarca aproximadamente 7.600.000 m², lo que representa el 73,7% de la superficie total. Parte de esta área está oficialmente designada como Zona de Amortiguamiento del Parque Estatal Costa del Sol (PECSOL), conforme a la ley. Estas áreas regeneradas son cruciales para la preservación ambiental, contribuyendo a la biodiversidad y la resiliencia ecológica de la región.
Por otro lado, la zona restante, destacada en rojo rayado, corresponde a una región de baja regeneración y carácter árido. En esta área, que ocupa aproximadamente 2.700.000 m² o el 26,3% del territorio, el paisaje dominante está compuesto por salinas. Aunque esta región enfrenta desafíos ambientales significativos, también alberga importantes edificaciones de interés sociocultural, como las Ruinas de la Fábrica y el Conjunto Arquitectónico Miguel Couto.
Las Ruinas de la Fábrica y el Conjunto Arquitectónico Miguel Couto son hitos históricos que reflejan el patrimonio cultural e industrial de la zona. La preservación y posible revitalización de estas estructuras pueden servir como puntos focales para iniciativas de regeneración urbana y ambiental, promoviendo un equilibrio entre conservación y desarrollo.
Este análisis espacial pone de manifiesto la importancia de estrategias diferenciadas para la gestión y recuperación de las áreas de salinas y las regiones en regeneración activa, con el fin de promover un entorno más sostenible y equilibrado. La identificación de estas áreas permite la implementación de políticas públicas más eficaces, dirigidas a la conservación ambiental y al desarrollo sostenible de la región.
Demarcación de los Cuadrantes de Salina
Este mapa detalla el inventario de los cuadrantes de salinas, categorizados en cuatro clases distintas: activos, inactivos, inundados y marneles. Los cuadrantes activos están en plena operación, produciendo sal regularmente, con la infraestructura mantenida y funcional. Los cuadrantes inactivos no están actualmente en uso y su regeneración es un proceso crucial que implica la eliminación de la capa impermeabilizante aluvial, especialmente la capa arcillosa que aísla el suelo. Esta capa es vital para la producción de sal, pero su presencia impide una regeneración adecuada del suelo. La eliminación de esta barrera permite que el suelo recupere sus propiedades naturales, facilitando la revitalización ecológica de la zona.
Los cuadrantes inundados están sumergidos en agua, ya sea por inundaciones naturales o por la retención de agua para fines específicos, y pueden representar tanto un desafío como una oportunidad para proyectos de regeneración ambiental, dependiendo de la calidad y control del agua presente. Los marneles tienen bordes de concreto y son áreas específicas utilizadas en la segunda fase del proceso de producción de sal, donde el procedimiento se vuelve más industrializado. En estos cuadrantes, el agua de mar se concentra a través de un sistema de canales para evaporarse bajo el efecto del calor y los fuertes vientos, facilitando la cristalización del sal.
La distinción entre estos tipos de cuadrantes es esencial para la planificación e implementación de estrategias de regeneración y gestión sostenible. Las áreas inactivas e inundadas, en particular, ofrecen oportunidades significativas para proyectos de recuperación ecológica, mientras que los marneles representan la intersección entre los métodos tradicionales e industriales de producción de sal. La comprensión detallada de estas categorías ayuda a dirigir los esfuerzos de conservación y desarrollo, promoviendo una coexistencia armoniosa entre producción y sostenibilidad.
Regeneracíon
En las zonas regeneradas por vegetación restinga, se prioriza la conservación local y el uso moderado, evitando grandes intervenciones. El objetivo es mantener la integridad ecológica de estas zonas, promoviendo solo pequeñas actividades dispersas que sean compatibles con la infraestructura necesaria para fortalecer el ecoturismo. La creación de senderos ecológicos, puntos de observación de fauna y flora local, y programas de educación ambiental son algunas de las actividades recomendadas. Además, la instalación de equipos básicos de apoyo al visitante, como quioscos de información y áreas de descanso sostenibles, contribuirá a enriquecer la experiencia ecoturística sin comprometer el medio ambiente.
La restinga es un ecosistema costero que ocurre entre el mar y el bosque, caracterizado por suelos arenosos y vegetación adaptada a las condiciones salinas y de sequía. Los procesos regenerativos de restinga implican la recuperación natural o asistida de áreas degradadas, con el objetivo de restaurar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. La restauración ecológica es un proceso intencional que busca iniciar o acelerar la recuperación de un ecosistema degradado, proporcionando beneficios como la conservación de la biodiversidad, la provisión de servicios ecosistémicos y la generación de empleos. Estos procesos incluyen el control de especies invasoras, como la casuarina, la recuperación de hábitats naturales y la reintroducción de plantas nativas. Técnicas como la sucesión ecológica asistida y el uso de especies pioneras pueden acelerar la recuperación de las áreas degradadas, promoviendo un ecosistema más robusto y resiliente.
Impacto de la Casuarina en la Restinga
La casuarina es un árbol exótico que ha sido introducido en varias regiones, incluidas las restingas, debido a su rápido crecimiento y resistencia a condiciones adversas. Sin embargo, la casuarina puede tener impactos negativos significativos en el medio ambiente de la restinga. Algunos de los principales problemas incluyen: la competencia con especies nativas por recursos como la luz, el agua y los nutrientes, dificultando la regeneración natural de la vegetación local; la alteración de la estructura del suelo, ya que las raíces de la casuarina liberan ácido gálico, que puede cambiar la química del suelo, haciéndolo menos adecuado para otras plantas; la reducción de la biodiversidad, ya que la predominancia de la casuarina puede llevar a la disminución de la diversidad de plantas y animales, afectando la complejidad y la resiliencia del ecosistema; y el impacto en la fauna, ya que la falta de diversidad vegetal puede afectar a la fauna local, que depende de una variedad de plantas para alimentación y hábitat.
Para mitigar estos impactos, es importante implementar estrategias de manejo que incluyan la eliminación de la casuarina y la reintroducción de especies nativas, promoviendo la recuperación y el mantenimiento de la biodiversidad de la restinga. Estas acciones son esenciales para garantizar la regeneración eficaz de las áreas degradadas y la preservación de la integridad ecológica de este importante ecosistema costero.
Áreas no regeneradas – Canabis?
En las zonas donde no ha habido un proceso de regeneración, se propone un desarrollo gradual y diversificado, con un enfoque en iniciativas sostenibles e innovadoras. Uno de los usos propuestos es la plantación de cáñamo, un cultivo versátil y sostenible que ofrece varias oportunidades económicas y ambientales. El cannabidiol (CBD), uno de los principales compuestos derivados de la planta Cannabis sativa, concretamente de la flor de una de sus subespecies, es un ejemplo de estas oportunidades. El cáñamo industrial, utilizado para la producción de CBD, tiene bajos niveles de tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo del cannabis, lo que lo hace adecuado para uso terapéutico y medicinal sin los efectos psicotrópicos asociados. En Brasil, la legislación sobre el cultivo y el uso del cáñamo y el CBD ha sido un tema de intenso debate y cambio. Históricamente, el cultivo de cualquier cepa de Cannabis sativa ha estado prohibido en el país debido a sus asociaciones con la marihuana y el uso recreativo del THC. Sin embargo, los avances recientes y la investigación científica han demostrado los beneficios terapéuticos del CBD, especialmente para afecciones como la epilepsia, la ansiedad y el dolor crónico. Desde 2015, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) autorizó el uso terapéutico del cannabidiol, permitiendo la importación de productos a base de CBD con receta médica. Esto marcó el comienzo de un cambio de paradigma en el país, donde el potencial medicinal y económico del cáñamo es cada vez más reconocido. Datos de las empresas New Frontier Data y The Green Hub indican que el mercado de CBD en Brasil podría alcanzar R$ 4,7 mil millones por año, con aproximadamente 3,9 millones de pacientes potencialmente beneficiados. Este monto representaría el 6,3% de los ingresos de la industria farmacéutica brasileña. La creciente demanda de CBD ha impulsado eventos y debates en la industria, como Cannabusiness, que reunió a más de 200 líderes empresariales en São Paulo para explorar las oportunidades y desafíos de esta industria emergente. Además del CBD, el cáñamo tiene una cadena de producción diversificada que abarca varias industrias: textil, pulpa y papel, construcción, alimentos, cosméticos y cuidado personal, productos farmacéuticos y salud, biocombustibles, plásticos y compuestos, agricultura y medio ambiente, energía, automotriz y aeroespacial, artesanía y diseño, bienestar animal y bebidas. El desarrollo de estas áreas no regeneradas, junto con la creciente aceptación del CBD como medicina, puede transformar la región de Salinas Perynas en un centro de innovación y desarrollo sostenible, impulsando la economía local y promoviendo prácticas agrícolas ecológicas.
Factibilidad del cultivo de cáñamo en Perynas
Al analizar las condiciones favorables para la siembra de cáñamo y los datos climatológicos de la ciudad de Cabo Frío, se evidencia una relación favorable para el cultivo. Cabo Frio tiene un clima tropical con temperaturas medias anuales de aproximadamente 23.3°C y una precipitación media anual de 797 mm. Las temperaturas varían a lo largo del año, siendo febrero el mes más caluroso, con una media de 25,5 °C, y julio el mes más frío, con una media de 21,1 °C. La humedad relativa del aire también varía, alcanzando niveles más altos en diciembre (84%) y niveles más bajos en septiembre (77%). El momento ideal para plantar cáñamo en Cabo Frio es durante la primavera y el verano, cuando las temperaturas son más altas y la humedad relativa del aire es adecuada para el desarrollo de la planta. Durante estos meses, las precipitaciones son más abundantes, proporcionando las condiciones ideales para el crecimiento del cáñamo. Además de las condiciones climáticas favorables, la logística es un factor crucial para el éxito del cultivo. El área de estudio se ubica cerca del Aeropuerto Internacional de Cabo Frío, lo que facilita la logística internacional de todos los productos beneficiados con esta cadena de producción. La proximidad al aeropuerto permite una exportación más eficiente y rentable, asegurando que los productos lleguen a los mercados internacionales de forma rápida y eficaz.
Perspectivas sobre ¿El futuro?
El futuro económico de varias regiones puede transformarse profundamente a través de la agricultura ultraespecializada en cáñamo, una planta con múltiples aplicaciones, que puede generar una cadena de producción tecnológica y sostenible. Esta cadena tiene el potencial de impulsar la economía local y cambiar el escenario global, debido a su impacto en diversas industrias, desde la farmacéutica hasta la textil y los bioplásticos. El mercado del cáñamo, que incluye productos derivados del CBD (cannabidiol), alimentos, cosméticos, fibras, biocombustibles e incluso materiales de construcción, ya es una industria de miles de millones de dólares y está creciendo rápidamente. Grand View Research estima que el mercado mundial del cáñamo tendrá un valor de más de $ 30 mil millones para 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 15.7%. Este escenario refleja no solo la viabilidad económica, sino también el potencial disruptivo de la planta. La expansión del cultivo de cáñamo puede transformar por completo la economía de regiones donde el cultivo tradicional se ha enfrentado a desafíos, como en el caso de la agricultura familiar. Países como Brasil, que están avanzando en la regulación del cultivo de cáñamo y productos derivados del CBD, tienen la oportunidad de entrar de forma competitiva en este mercado en crecimiento. Brasil, con su gran extensión territorial y capacidad de producción agrícola, podría convertirse en uno de los principales actores mundiales de esta industria. La Asociación Brasileña de Cannabis (ABCannabis) estima que el mercado de cannabis en Brasil podría alcanzar R$ 4 mil millones para 2025, con la expansión de la producción y la regulación. Además, la cadena de producción del cáñamo ofrece una diversidad de oportunidades para el desarrollo de nuevos productos, que van desde medicamentos a base de CBD, ampliamente reconocidos por sus propiedades terapéuticas, hasta nuevos tipos de tejidos sostenibles y bioplásticos. El mercado de la salud, por ejemplo, está experimentando un crecimiento significativo en el consumo de productos a base de CBD, con predicciones de que el uso terapéutico del cannabidiol podría generar miles de millones de dólares en ingresos en los próximos años. Dado que el cáñamo es una fuente natural y sostenible, su adopción como alternativa en diversas industrias podría ser un paso crucial para reducir los impactos ambientales causados por materiales tradicionales como los plásticos a base de petróleo.
La industria del cáñamo también puede ser un motor de innovación en el campo de la economía creativa. La creación de nuevos productos, servicios y soluciones sostenibles dependerá de la formación de una nueva generación de profesionales altamente especializados. Habrá una creciente demanda de cursos y programas de capacitación en áreas como agronomía, biotecnología, ingeniería, ciencias de la salud y diseño de productos sostenibles. Las universidades y centros de investigación podrán beneficiarse de esta tendencia desarrollando nuevas tecnologías que aumenten la eficiencia de la producción de cáñamo y promuevan la innovación en sus múltiples aplicaciones. Por lo tanto, el impacto en la educación será significativo, tanto en la formación de nuevos talentos como en el desarrollo de nuevas metodologías de enseñanza orientadas a un mercado laboral en rápida expansión.
Transformar la economía local y regional con cáñamo también puede generar nuevos modelos de desarrollo sostenible, creando un círculo virtuoso de innovación y crecimiento. Las empresas emergentes y las startups pueden aprovechar la creciente demanda de productos ecológicos y terapéuticos para crear nuevos negocios y oportunidades de empleo. La inversión en infraestructura para el cultivo, procesamiento y distribución de productos derivados del cáñamo también impulsará la economía local, generando empleos y elevando el nivel de vida de las comunidades involucradas. Al igual que la sal ha desempeñado un papel crucial en la configuración de las economías locales durante siglos, el cáñamo puede desempeñar un papel similar, pero en un contexto moderno y de alta tecnología. El cáñamo tiene el potencial de cambiar radicalmente la dinámica económica, social y ambiental de varias regiones, promoviendo un modelo de desarrollo más sostenible e innovador. Al invertir en su producción, Brasil y otros países en desarrollo no solo pueden participar en un mercado global de miles de millones de dólares, sino también crear una economía basada en principios más sostenibles e inclusivos, con impactos directos y duraderos en la vida de las personas y el medio ambiente.
En Perynas, un nuevo paradigma está a punto de emerger. Esta localidad, que una vez prosperó con la extracción de sal, ahora vislumbra un futuro prometedor con el cultivo de cáñamo. Este nuevo ciclo económico tiene el potencial de desarrollar varias áreas, desde la agricultura hasta la industria farmacéutica, pasando por la construcción civil y la producción de biocombustibles. La innovación impulsada por el cultivo de cáñamo no solo promoverá el desarrollo económico, sino que también generará un ecosistema de innovaciones sostenibles. La ciudad podrá beneficiarse de nuevos puestos de trabajo, avances tecnológicos y una mayor conciencia ambiental, transformando a Perynas en un modelo de sostenibilidad y progreso. Así, Perynas se prepara para un futuro potente y regenerador, en el que el cáñamo desempeñará un papel central en la revitalización económica y medioambiental. Bienvenidos a Perynas, la ciudad del futuro.