El inminente fin de todo proceso extractivo plantea interrogantes sobre el futuro incierto de la ciudad y/o contexto socio urbano en el cual se ha emplazado o que ha generado. Por lo general, las operaciones mineras están intrínsicamente ligadas a la degradación y desterritorialización de los sistemas naturales, como también, a la violación de los derechos al ambiente sano, la salud y la vida digna.
Cerro de Pasco, capital minera del Perú, presenta todas las consecuencias de una actividad extractivista desmesurada en relación a las alteraciones del territorio, contaminación ambiental y fragmentación urbana generadas a partir de la creación del tajo abierto Raúl Rojas en 1956; pues esto conllevó el emplazamiento de grandes infraestructuras, muros perimetrales, desmontes, relaves y botaderos.
Esta investigación se rige en el marco del plan de cierre de la mina estipulado por la industria minera para el 2045 y busca responder la siguiente pregunta: “¿Cómo planificar una ciudad/espacio/territorio que va a ser abandonada paulatinamente y lograr una nueva imagen que revalorice el bagaje socio cultural pasado?”.
Antecedentes de traslados en Cerro de Pasco:
1. De Chaupimarca a San Juan Pampa (1960)
Donde hoy en día existe el tajo abierto Raúl Rojas, antes se encontraba el casco histórico; sin embargo, toda la población fue trasladada 1km hacia el norte donde se ubicaba una gran pampa, por lo que en su honor hoy es el Barrio Moderno de San Juan Pampa. Este primer traslado de la población cerreña, a pesar de ser a una distancia muy cercana, evidencia la preferencia y facilidades que se le daba, en ese entonces, a la industria minera de continuar con la explotación; sin pensar en algún plan urbano para la ciudad, se iba consolidando una ciudad que serviría a la mina.
2. De Cerro de Pasco a Villa de Pasco (1980)
En 1980, se proponía aun más la expansión del tajo abierto, por lo que se impulso el traslado de ese grupo afectado a 1 hora de la ciudad hacia el sur en Villa Pasco, este traslado fue un fracaso pues los módulos de viviendas propuestos eran diminutos para la cantidad de personas en las familias de ese entonces; asimismo, esa zona era un asentamiento joven que carecía de equipamientos y facilidades para la nueva población migrante.
3. Ley N° 29293: Reubicación de la ciudad (2008)
En 2008, se creo la Ley N° 29293, que proponía la reubicación de la ciudad de Cerro de Pasco por encontrarse en una zona altamente contaminada, según estudios nacionales e internacionales. Este proyecto de ley se discutió por mucho tiempo, se propusieron opciones donde resaltaban: Villa de Pasco, Vicco y Ninacaca, donde consolidar la nueva ciudad. Desafortunadamente, este proyecto de ley no se concretó pues ninguna entidad pública ni privada quiso hacerse cargo del traslado por el alto presupuesto que demandaba. Los cerreños se encontraban divididos; mientras que un grupo apoyaba el proyecto, el otro sector no se quería alejar de la ciudad pues la consideraban su sostén económico, a pesar de que su salud se perjudicaba día tras día al estar ahí.
4. Modelo de desarrollo urbano Cerro de Pasco 2020-2030
El último modelo de desarrollo urbano 2020-2030, concibe la idea de traslado de la ciudad en las ciudades satélites cercanas a 1h 15minutos aproximadamente. Si bien esta propuesta se encuentra ligada a los últimos intentos de traslado, esta ya no considera un solo punto como destino final de toda la ciudad; este nuevo modelo de desarrollo urbano propone una red de ciudades con nuevos equipamientos de salud, educación y comunicaciones, lo cual permitiría tener una mejor sinergía socio urbana y satisfacer así a la población migrante.
A raíz de todo lo mencionado, la postura del proyecto sostiene que la población cerreña no debe seguir conviviendo con la industria en un territorio/ecosistema altamente contaminado (agua, aire y tierra). Al poner la salud de la población como lo primordial, se propone la reubicación parcial paulatina de la ciudad hacia los puntos que se estipulan en el modelo de desarrollo urbano 2020-2030.
Nueva imagen e identidad cerreña:
El proyecto abraza el concepto de “abandono”, y lo mejora, pues más allá de pensar en una ciudad que se olvide y quede en el pasado, se busca tener la capacidad de controlar el “abandono” y generar “una nueva imagen” a través de estar “perdida”. Es así que se proponen lineamientos y estrategias urbana territoriales para la ciudad de Cerro de Pasco antes que la actividad minera llegué a su fin, con el fin de esclarecer su futuro incierto.
El proyecto considera la migración paulatina de la población como un hecho necesario debido al contaminado ecosistema existente; en paralelo a un reacondicionamiento de la ciudad para una inminente “muerte” de la industria minera; se propone un nuevo tipo de “ciudad fantasma” regido bajo unos lineamientos urbanos que permitan generar un turismo manifiesto crítico regenerativo que denuncie y evidencie los procesos mineros, y así, lograr una nueva imagen e identidad cerreña.
La propuesta considera todo lo mencionado y en primer lugar se tuvo que identificar los futuros espacios industriales abandonados post plan cierre: desde minas, campamentos mineros, desmontes, botaderos y zonas de ocio como el campo de golf, lo cual se resume en una huella industrial que equivale casi al 50% de toda la ciudad cerreña.
Entendiendo el circuito de contaminación existente, que principalmente es por la erosión del suelo expuesto por los vientos, se identifica que la zona del centro histórico es la menos contaminada y protegida, pues los vientos suelen ir a dirección nor este, hacia el barrio moderno. Se propone la regeneración de un sector del barrio de Chaupimarca, compactandola y densificandola, para poder habilitar un ecosistema saludable mediante la fitorremediación en zonas específicas. Además de forestar el perímetro con árboles nativos como el quinual y quishuar, para lograr una mejor compactación de la tierra y evite la erosión, así como para mejorar la calidad del aire.
Ya con un espacio habitable, se propone fomentar un nuevo turismo enfocado en el patrimonio industrial. Un museo abierto que se componga de multiples rutas en la ciudad. Asi como actividades nueva actividades extremas que se pueden aprovechar en el territorio existente.
Dentro de los tipos de rutas tenemos la patrimonial con la zona histórica industrial moderna e hitos arquitectónicos específicos, ruta que permita ver también lo negativo y genere consciencia en la población, así como ver los procesos de remediación que den un aire de esperanza. También rutas de puntos específicos en la ciudad donde se recuerden hechos históricos y permitan obtener un panorama global de la ciudad y su identidad minera.
Se concibe la idea de un espacio/territorio de carácter industrial que se devuelve y entrega a la naturaleza para su propia recuperación, un espacio que mantiene un mínimo de población flotante que permita la revalorización propia de su cultura en el sector, la misma revalorización que se busca potencia y fomentar para lograr un nuevo turismo y que la ciudad como esencia no muera, donde el abandono fue controlado y planificado para generar asi una nueva imagen de la ciudad.