El litoral urbano como eje integrador que extiende la influencia de la costa hacia el interior de la ciudad.
Reflexiones de un habitante: la incomodidad de mi ciudad.
Soy originario de Campeche, donde viví hasta los 18 años. Durante esos años de mi desarrollo disfruté mi interacción con la ciudad por lo pequeña que es, la tranquilidad con la que se vive, la temperatura y el clima adecuado para actividades exteriores en el malecón entre otra bondades que enraizaron en mi para gestar un cariño hacia la costa de mi ciudad que es donde se concentran.
La falta de oferta educativa a nivel superior me llevó a mudarme a Mérida, una ciudad vecina que, para mi sorpresa, ha cambiado notablemente desde que llegué. En contraste, Campeche parece haberse detenido en el tiempo, aferrándose a un ritmo que cada día choca más con las dinámicas contemporáneas, tanto sociales como ambientales. He notado cómo muchos habitantes expresan un desapego hacia su ciudad; la perciben vacía, estancada. “Aquí no hay nada que hacer”, repiten con frecuencia.
El calor es cada vez más intenso, las calles están menos concurridas y dominadas por vehículos, mientras los árboles desaparecen y las superficies de cemento se multiplican.
Esta realidad me lleva a preguntarme: ¿por qué Campeche es lo que es hoy?
El desasosiego urbano: señales y percepciones.
Este cuestionamiento abre la puerta a una reflexión más profunda: la ciudad no solo parece resistirse a crecer en tamaño, sino también a desarrollarse de manera integral. La falta de espacio público, la escasez de inversiones significativas, la carencia de infraestructuras modernas y la ausencia de estrategias eficaces para el transporte público evidencian un estancamiento que afecta la calidad de vida de sus habitantes. Es como si el tiempo pasara, pero las oportunidades y soluciones quedarán atrapadas en el pasado.
Me inquieta pensar en el futuro de Campeche y en cómo estas carencias influyen en la relación de sus habitantes con su entorno urbano.
Sin embargo, hay un elemento que permanece arraigado en la memoria colectiva de los habitantes: un espacio que encarna la vida comunitaria, el patrimonio, los servicios y la vitalidad económica, y que se erige como el vestigio más preciado de la verdadera esencia de Campeche. Ese es el malecón de la ciudad.
Transhistoriedad Urbana: Capas históricas que conjugan la ciudad.
La ciudad de Campeche tuvo su origen en la costa, el primer punto de contacto donde los conquistadores arribaron a la península y establecieron su base inicial. Desde allí, el asentamiento creció siguiendo una traza urbana que mantenía a la costa como su eje vertebrador.
Sin embargo, con el paso del tiempo, las fases más recientes de expansión comenzaron a desvincularse de este punto de partida. Como revela el mapa, el crecimiento dejó de responder a la lógica lineal de la costa, adoptando un patrón más desordenado, posiblemente condicionado por la topografía accidentada de la región.
Esta evolución parece haber desplazado el protagonismo de la costa, reemplazándola por el centro histórico como nuevo núcleo de referencia. El resultado fue una ciudad de expansión radial que, al extenderse sin una planificación clara —carente de una distribución equilibrada de equipamientos urbanos, límites naturales definidos, protección de cuerpos de agua, estrategias de reforestación y un control efectivo sobre la demanda habitacional—, dio lugar a la fragmentación territorial que caracteriza a Campeche hoy en día.
¿En qué medida el restablecimiento de la costa urbana como eje integrador puede mitigar las carencias actuales –tales como la congestión, la pérdida de identidad, la degradación ambiental y la fragmentación social– y potenciar el desarrollo sostenible en San Francisco de Campeche?
La transformación de la costa urbana en una columna vertebral integradora, mediante intervenciones en arborización, movilidad, densificación y recuperación de espacios públicos, podría mejorar significativamente la calidad del espacio urbano, la cohesión social y la resiliencia ambiental en San Francisco de Campeche, promoviendo un desarrollo urbano sostenible y equitativo al escurrir su oferta de servicios, infraestructuras y equipamiento a otros rincones de la ciudad de manera estratégica.
Metodología: Lo que es, lo que fue, lo que viene y lo que puede ser.
Este proyecto urbano se sumerge en la evolución histórica de San Francisco de Campeche para comprender cómo decisiones tomadas en distintos momentos han generado las carencias actuales: desde espacios colectivos precarios y congestión vehicular, hasta desequilibrios territoriales, pérdida de identidad y degradación ambiental.
A través de una revisión que abarca desde sus orígenes como paisaje hasta la consolidación de la ciudad, se evidencia que la costa urbana siempre ha sido el eje de conexión y crecimiento.
Posteriormente, estas primeras conclusiones se contrastan con los retos globales que inevitablemente afectarán los territorios, abordando las esferas ambientales, económicas, sociales y tecnológicas.
Con ello, se buscan oportunidades para encauzar el desarrollo de la ciudad restaurando aciertos del pasado, corrigiendo prácticas que generan incomodidad en el presente y diseñando estrategias adaptativas para la inevitable llegada del futuro. Todo esto, identificando el punto medular de la ciudad que puede actuar como vertebrador del desarrollo urbano.
Posible aplicación: Escurrimiento de la influencia de la costa urbana como estrategia de revitalización.
Originalmente, la costa fue el punto de partida y cohesión del desarrollo urbano; sin embargo, la llegada del automóvil y el crecimiento desordenado han desvirtuado ese orden. Hoy, la costa destaca por ser el espacio público de mayor calidad en la ciudad y el nexo entre el manglar, el centro histórico y la selva media.
El proyecto propone reposicionar la costa urbana como la columna vertebral de Campeche, detectando y reconectando centros urbanos latentes y calles que unen el fondo de la ciudad con el litoral. Esto permitirá diseñar estrategias integrales en arborización, movilidad, usos mixtos, densificación, infraestructuras verdes y azules, rutas turísticas y recuperación de espacios subutilizados, generando así una barrera ecológica y rearticulando una ciudad fragmentada.
La propuesta de valor se centra en transformar la costa urbana en el eje integrador de Campeche, conectando físicamente áreas históricamente fragmentadas y potenciando un desarrollo sostenible. Al recuperar centralidades latentes y reconectar las calles que comunican la ciudad con el litoral, se habilita un espacio estratégico que permite:
- Integración urbana: Rearticula el tejido urbano, reduciendo la fragmentación y fomentando la cohesión social.
- Sostenibilidad ambiental: Implementa infraestructuras verdes y azules y crea una barrera ecológica que protege y mejora el entorno.
- Dinamismo económico y turístico: Potencia rutas turísticas y la recuperación de espacios subutilizados, atrayendo inversiones y promoviendo nuevas oportunidades de negocio.
- Calidad de vida: Mejora la movilidad, la arborización y los usos mixtos, lo que se traduce en entornos urbanos más saludables y habitables.
- Descentralización de la ciudad: Promueve una redistribución equilibrada de recursos y servicios, descongestionando el centro y fomentando el desarrollo en áreas marginadas. Esto contribuye a un crecimiento urbano más armónico y equitativo, donde los beneficios se extienden para todos.
Conclusiones: Escalabilidad.
En síntesis, la propuesta no sólo revaloriza la costa urbana como columna vertebral de la ciudad, sino que impulsa un desarrollo integral, resiliente y descentralizado. Al reposicionar la costa como un eje estratégico, se busca reconfigurar la dinámica urbana de Campeche, conectando sus fragmentos históricos, sociales y ambientales.
Este enfoque no solo fortalece la identidad de la ciudad, sino que también proyecta un futuro más sostenible, donde las oportunidades se redistribuyen de manera equitativa, fomentando la cohesión social y promoviendo un entorno urbano más habitable y adaptativo para las generaciones venideras.
Además, el proyecto abre la posibilidad de generar una cartera de proyectos estratégicos, alineados con las necesidades específicas de cada área urbana conectada por la costa. Esta estructura flexible permite implementar soluciones puntuales y escalables, fortaleciendo la capacidad de adaptación de la ciudad.
Finalmente, el concepto de “Escurrimiento Costero” trasciende las fronteras de la ciudad, planteando la oportunidad de escalar el proyecto a nivel estatal. Al extender la lógica de integración costera a lo largo del litoral campechano, se potencia una red territorial que vincula ecosistemas, comunidades y economías locales, consolidando una estrategia sostenible que beneficia a toda la región.
