Consideraciones del proceso de aprendizaje y resolución final.
La determinación de dominio desde nuestro cuerpo sobre la relación con la realidad, y subsecuentemente con el Entorno.
Plantear el Mapa Conceptual con el cual organizar al sistema, de manera de establecer un contrapunto, con el cual desarrollar las propuestas.
Establecer una categoría desde donde intervenir, que si responda a una estrategia global, donde no se pierda el foco en lo particular de un caso de estudio, o de un tipo de enfermedad o discapacidad o territorio, sino más bien sobre la visión total del fenómeno que ha determinado la exclusión multisistémica de las personas, cuando no están dentro de un estándar del cual ellas no lo pueden cambiar. Los problemas de Integración, no deben ser la única motivación de la propuesta, sino más bien para dirigir todos los esfuerzos por visualizar el escenario de integración plena.
Sostener las preguntas catalizadoras durante todo el proceso, de manera de llegar a un espectro de visiones divergentes desde donde reconocer el punto clave que permita englobar todo el sistema.
Sostener al concepto que complementa al fenómeno de estudio, el cual le da sentido, ya sea regresivo como ocurre con entre movilidad reducida y discapacidad, como futuro concepto que le dé sentido progresivo donde encuentre un contrapunto que le dé salida, o resolución al sistema. Mientras haya exclusión, no se podría aceptar conceptos inamovibles, por lo tanto, todos son revisables y actualizables.
Sostener aquellos conceptos que van en paralelo, y que podrían eclipsar el problema de fondo: La integración desde una experiencia de vida fuera del estándar funcional de la sociedad (por edad, por desempeño, etc.). Establecer el espectro en el cual interactúa con el concepto base, como lo beneficia o lo perjudica en su ausencia.
Identificar al medio en el cual se desenvuelve el concepto de estudio, Discapacidad, y como las características propias del territorio intervienen en la integración del sistema.
Adoptar la mejor versión de soluciones posibles, con las diferencias, con la diversidad de desempeño con que hayan conquistado la integración plena al sistema, de manera de escalar las soluciones que por muy escasas, resulten un estímulo para determinar lo posible dentro del espectro de probabilidades, de manera, condicionar los cambios, las adaptaciones, la resiliencia frente al problema, a una escala reconocible, alcanzable.
Sin olvidar, que el sistema responde a fuerzas, desde donde se ejerce el statu quo temporal permanente. La posibilidad de mover las fuerzas dentro del sistema, al momento de ejercer autonomía desde los individuos más condicionados, se podría equilibrar esa dependencia basada en el estándar vigente hasta ahora: Capitalismo.
Retomar el valor estratégico de la relación de acciones entre individuos, que en su acotada y precisa participación, si se identifica a todas las potenciales acciones que en la sociedad civil ya están desarrollando de manera auto organizada, en sus entornos, a un radio de proximidad y dentro de una temporalidad reconocibles, se puede incorporar un amplio espectro de programas urbanos con actores tutores, no solo para quienes tienen una limitada participación en sociedad, sino, por el intercambio de experiencias entre ambos actores: programas urbanos por la relación entre personas diversas, con un objetivo común: encontrarse experiencias potenciales.
Identificar todas las morbilidades del estudio. Aquellas que nos recuerdan que las enfermedades son transversales, y no discriminan.
A partir de ello: un léxico emergente con el cual recoger los antecedentes del sistema, para establecer los contrapuntos.
Finalmente, el mapa conceptual propuesto que establece el paralelo entre las interpretaciones que hacen del concepto original que condiciona el marco normativo vigente, a un necesario contrapunto conceptual, que no pretende invalidar al anterior, sino más bien ampliar y precisar aquellos aspectos que apuntan a dar solución integral desde escenarios reconocibles por las garantías de las acciones que se persiguen.
El Programa Urbano saludable como intervención que responda al fenómeno de pérdida de identificación, uso y goce.
Estrategia de alcance en función del alcance de quienes por su velocidad de desplazamiento, están condicionados a un grado de proximidad mínimo. Vinculando a todos los espacios públicos y programas de servicios básicos como red para una movilidad autónoma garantizable a sus necesidades, con lo cual promover seguridad en su entorno.
Paso 1_ APS – Centros de Atención Primaria de Salud
Paso 2_ Plazas de vecindarios y barrios – para sostener desde 3 hábitos básicos, la salud.
Paso 3_ Ferias Itinerantes – para dar alcance a donde haya falta de espacios públicos de proximidad, integrando a todo el espectro de actores desde una sociedad civil activa que desarrolla actividades, con las cuales aportar desde la diversidad de acciones , la estimulación a quienes ya han reconocido desde los hábitos saludables básicos, la necesidad de integrar nuevos saberes y haceres en sus territorios, desde la pacificación de calles.
Paso 4_ Paseos de Inmersión terapéutica – son la posibilidad de salir del alcance de proximidad barrial, con el cual reforzar estándares para una movilidad autónoma hacia parques urbanos o parque naturales, donde el recorrido y desplazamiento son parte del proceso de escalaridad. La inmersión como estimulación cognitiva, por la distancia a un radio mas amplio de estímulos, con los cuales promover cambios a la rutina que sin estímulos es altamente nociva para todos las personas, pero aun más sin hay estilos de vida o entornos neurodegenerantes (falta de actividad física, estrés, aislamiento social, contaminación ambiental, etc.).
Paso 5_ Planificación complementaria entre circuitos cotidianos terapéuticos con la planificación de evacuación o de zonas de seguridad urbana, que resulten reconocibles desde todas las percepciones y condiciones de salud.
Las intervenciones urbanas desde el dominio de neurociencias, implica una responsabilidad por el conocimiento en el cual se condiciona inconsciente la vida de las personas, tanto por la ausencia como la presencia de factores que determinan su conducta. Apuntar a una visión consciente de la planificación territorial, como una capa de conocimiento para el urbanismo y arquitectura, es clave para intervenciones reconocibles, precisas y efectivas en la recuperación de calidad de vida de las personas, como al ecosistema integrado del planeta al cual nos debemos.